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Acostumbrados a criticar siempre la falta de carácter y temperamento de nuestros deportistas en instancias definitivas, a los colombianos las jugadoras de la selección femenina de mayores nos dieron durante las últimas semanas una tremenda lección de pundonor, solidaridad y, sobre todo, amor patrio.
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Probablemente nunca un combinado nacional haya representado tan bien los aspectos positivos de nuestra raza: perseverancia, lucha y pasión. Porque solas, absolutamente solas durante muchos años, las mujeres colombianas se labraron el camino en un deporte machista. A pesar de las críticas siguieron adelante y superaron todos los obstáculos hasta convertirse hoy en motivo de orgullo nacional.
Pocas veces Colombia entera madrugó a sentarse frente a los televisores con tanta ilusión como en estas tres semanas del Mundial en Australia y Nueva Zelanda, en las que Linda, Catalina, Leicy, Mayra, Diana, Daniela, Ana María, Jorelyn y Manuela han sido los nombres más ovacionados.
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Solo ellas confiaban en llegar tan lejos en la Copa del Mundo. En cada declaración dejaban en claro a lo que habían ido. Participar no era la meta, sí competirles de tú a tú a las mejores selecciones del mundo. Técnicamente siempre estuvieron a la altura, físicamente cerraron la brecha, y mentalmente se prepararon para estar a la altura.
Y vaya que lo han hecho. Desde el estreno con una convincente victoria 2-0 sobre Corea del Sur, hasta el duelo de este sábado contra Inglaterra, pasando por el histórico triunfo 2-1 ante Alemania, el traspié con Marruecos y el 1-0 sobre Marruecos con significó el paso a cuartos de final pro primera vez en la historia.
Una lección de amor propio
Colombia llegó al duelo ante las campeonas de Europa con viento en la camiseta. Y el técnico Nelson Abadía puso en la cancha a sus mejores jugadoras. Desde que entonaron el himno nuestras guerreras dejaron claro que se dejarían el alma por llegar a semifinales.
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Y lo hicieron con lujo de detalles a pesar de que muy temprano Carolina Arias sufrió una lesión en su pierna izquierda y tuvo que dejar la cancha. Su reemplazo, Ana María Guzmán, cumplió con lujo de detalles.
Inglaterra salió a imponer su poderío físico y generó las primeras opciones de gol vía aérea, con Alessia Russo y Rachel Daly. Pero poco a poco la tricolor se tomó confianza y comenzó a manejar más la pelota, con transiciones rápidas de Linda Caicedo y Mayra Ramírez, porque Leicy Santos y Catalina Usme priorizaban la función de marca.
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Pegó primero Colombia con un golazo de Leicy Santos a los 43 minutos de juego, en una acción en la que vio salida a la arquera Mary Earps y con sutileza mandó el balón en globito para abrir el marcador, ante la sorpresa de buena parte de los 75.500 asistentes al Estadio Australia, de Sídney, divididos casi por mitades entre seguidores de la tricolor y de Inglaterra.
Justo antes del entretiempo se empató el partido tras un error de la arquera Catalina Pérez bien aprovechado por Lauren Hemp. Impecable durante casi todo el torneo, la cuidapalos de la tricolor soltó la pelota y le permitió a la británica tomar cazar el rebote para el 1-1.
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En el complemento no cambió mucho la tónica del juego sino hasta el minuto 62, cuando Alessia Russo puso en ventaja a las inglesas en una acción en la que le ganó el duelo a Daniela Arias y con un remate cruzado venció a Pérez.
Salió de nuevo a flote el carácter del que hemos hablado, ese espíritu de lucha de las futbolistas colombianas. Cata Pérez salió de la cancha por un problema en un ojo e ingresó la juvenil Natalia Giraldo, quien mostró mucha personalidad.
Y Colombia reaccionó, empujada por miles de compatriotas de residen en Australia y que entendieron que ellos también podían aportar. Mayra, Linda, Catalina y Leicy no dejaron de luchar, de meter, de correr, de atacar y generar el “Uuuuyyy” en las tribunas del estadio y en todos los rincones del país.
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Terminó Inglaterra metida atrás ante el ímpetu de las colombianas, que con empuje y ganas, pero también con fútbol y la pelota al piso, generaron peligro hasta el final. Avanzaron las británicas y jugarán la semifinal el miércoles ante Australia, que dio la sorpresa a primera hora y derrotó a Francia en la definición por sobros desde el punto penalti. En la otra llave, el martes, se enfrentarán España y Suecia.
Para Colombia no es el final, sino el comienzo de una nueva era. Quedó claro que hay talento para pelearles a los grandes del fútbol femenino mundial, quedó claro que la selección ya está en la élite del fútbol femenino mundial. La misión de las pioneras de los años 80 y 90, de las Superpoderosas de los 2000 y 2010, está cumplida, Gracias, guerreras, nuestro orgullo nacional.
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