Reinaldo Rueda en el estadio Metropolitano de Barranquilla.
Foto: Agencia EFE
Pasan los partidos y la selección de Colombia no se despega de la calculadora, ilusionada con llegar al Mundial de Catar 2022. En la matemática tiene vida, aunque el juego, hasta el momento, no acompaña esa esperanza. Y tal y como dijo Juan Guillermo Cuadrado, después del partido contra Paraguay el pasado martes, la selección se aferra a la fe. Tiene que ser así porque en el campo, juzgando el funcionamiento, las cosas no pueden ser vistas de otro modo. Estamos entregados al milagro, al como sea.