Luis Díaz, ingobernable: Colombia venció a Chile y sueña con Catar 2022

Desenfrenado, eléctrico, ingobernable. Con una exhibición de Luis Díaz, de las mejores que de un futbolista se recuerden en el Metropolitano, Colombia se impuso 3-1 ante Chile en una función válida y trascendental por la novena fecha de las Eliminatorias rumbo a Catar 2022. Es el mejor de los doce partidos de Reinaldo Rueda en su segunda era con la selección. Y por fin sonó el vallenato, ese estilo de juego del que tanto habló desde el día en que se sintonizaría con la esencia, identidad y expresión del fútbol colombiano.

Mire: Lo mejor de las Eliminatorias en El Espectador

En el imaginario colectivo, sobre todo en la derrota, pues después de la guerra todos somos generales, quedó sembrado que Carlos Queiroz y los jugadores colombianos hablaban idiomas distintos. Un lenguaje europeo más directo y atlético, con transiciones rápidas y menos rígido, que se estrelló con el “nuestro”, de más pases cortos, paciencia con la pelota y fe en la expresión individual de sus futbolistas. Otra música, ritmo diferente. Una tesis, cierta o no, de la que fue partidario el nuevo entrenador de la selección. Y la palabra clave que utilizó para hablar del tema en sus dos primeras ruedas de prensa fue «sensibilidad».

“Colombia va a ser fiel a lo que es la sensibilidad y la expresión futbolística de sus jugadores, independientemente de los sistemas”, dijo Reinaldo el pasado 19 de enero en el día de su presentación. “Colombia tiene su ADN, su sensibilidad especial”, complementó unos días después.

Lea: La electricidad de Luis Díaz, el flaco atrevido de la selección de Colombia

Y este jueves en Barranquilla, desde el comienzo, Colombia tocó esa música de posesión de pelota, profundidad, toques cortos y cadenas largas de pases. La cuenta la abrió Juan Fernando Quintero con un remate de media distancia a los cuatro minutos, un grito que silenció el VAR minutos después por fuera de lugar. Pero, corrida el primer cuarto de hora, Luis Díaz sufrió una falta dentro del área que Miguel Borja, quien había llorado en los himnos de emoción, transformó en gol. Tan solo un minuto después llegó su doblete tras un gran pivoteo de Santos Borré que se complementó con el tremendo desmarque del delantero de Gremio de Brasil. No dudó y metió el 2-0.

Y ya sonaba el ole en el Metropolitano. Quintero muy activo con sus pases, pero Díaz gambeteando no como uno de sus mejores días, sino en su mejor día. También con un Carlos Cuesta que jugó con los ademanes y pasta de un central que está jugando su partido 77 con la absoluta y no el primero. Lo de Yairo Moreno, con su pausa, calidad y gambeta como lateral izquierdo también fue de destacar.

Pero todo el acordeón lo tomó Luis Díaz con su expresión individual. Colombia pudo irse 3-0 antes del descanso, pero un fallo inédito de Borré, de buen partido, contuvo el grito en El Metropolitano.

En la segunda parte, Lasarte hizo tres cambios y obligó a Colombia a defenderse en su campo. Así, a los 56 minutos, tras un desborde por izquierda y una pelota que no pudo defender Cuadrado, Meneses anotó el descuento de Chile. Había nerviosismo en Barranquilla.

Salieron Borja y Borré, entraron Daniel Muñoz y Roger Martínez, Cuadrado pasó a jugar de interior en la misma línea de Matheus Uribe, y el equipo colombiano dio la cachetada final. Tras una gran jugada individual de Martínez, con sus giros y pausa, abrió la cancha y dejó a Luis Díaz en la zona que más le gusta: el uno contra uno. Así llegó el 3-1 final en un Metropolitano que hace muchos años no sentía la alegría, los colores y folclor de la selección.

Lea: La fractura que Reinaldo Rueda tratará de solucionar con “la nuestra”

Una actuación que recordó el 3-0 de Colombia ante Polonia en Kazán de Rusia 2018, ese día, esa vez también con Quintero, quien hoy jugó su primer partido en Barranquilla por Eliminatorias, como el comandante del juego.

Más: Un poco de aire: Colombia le ganó a Chile y se tomó un respiro en la Eliminatoria

Colombia quedó con 13 puntos, se mantiene en el quinto lugar, pero ya con mejores números para seguir consolidando el sueño a Catar. Y de paso dejó casi, casi eliminado a Chile con apenas siete puntos y un mundo de asuntos por resolver. Por fin se dio en la tecla, se encontró con el partido que tanto se necesitaba para la confianza, pero sobre todo, volvió a sonar música en el Metro... Luis Díaz el frontman de todo. Y todos.

Desenfrenado, eléctrico, ingobernable. Con una exhibición de Luis Díaz, de las mejores que de un futbolista se recuerden en el Metropolitano, Colombia se impuso 3-1 ante Chile en una función válida y trascendental por la novena fecha de las Eliminatorias rumbo a Catar 2022. Es el mejor de los doce partidos de Reinaldo Rueda en su segunda era con la selección. Y por fin sonó el vallenato, ese estilo de juego del que tanto habló desde el día en que se sintonizaría con la esencia, identidad y expresión del fútbol colombiano.

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En el imaginario colectivo, sobre todo en la derrota, pues después de la guerra todos somos generales, quedó sembrado que Carlos Queiroz y los jugadores colombianos hablaban idiomas distintos. Un lenguaje europeo más directo y atlético, con transiciones rápidas y menos rígido, que se estrelló con el “nuestro”, de más pases cortos, paciencia con la pelota y fe en la expresión individual de sus futbolistas. Otra música, ritmo diferente. Una tesis, cierta o no, de la que fue partidario el nuevo entrenador de la selección. Y la palabra clave que utilizó para hablar del tema en sus dos primeras ruedas de prensa fue «sensibilidad».

“Colombia va a ser fiel a lo que es la sensibilidad y la expresión futbolística de sus jugadores, independientemente de los sistemas”, dijo Reinaldo el pasado 19 de enero en el día de su presentación. “Colombia tiene su ADN, su sensibilidad especial”, complementó unos días después.

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Y este jueves en Barranquilla, desde el comienzo, Colombia tocó esa música de posesión de pelota, profundidad, toques cortos y cadenas largas de pases. La cuenta la abrió Juan Fernando Quintero con un remate de media distancia a los cuatro minutos, un grito que silenció el VAR minutos después por fuera de lugar. Pero, corrida el primer cuarto de hora, Luis Díaz sufrió una falta dentro del área que Miguel Borja, quien había llorado en los himnos de emoción, transformó en gol. Tan solo un minuto después llegó su doblete tras un gran pivoteo de Santos Borré que se complementó con el tremendo desmarque del delantero de Gremio de Brasil. No dudó y metió el 2-0.

Y ya sonaba el ole en el Metropolitano. Quintero muy activo con sus pases, pero Díaz gambeteando no como uno de sus mejores días, sino en su mejor día. También con un Carlos Cuesta que jugó con los ademanes y pasta de un central que está jugando su partido 77 con la absoluta y no el primero. Lo de Yairo Moreno, con su pausa, calidad y gambeta como lateral izquierdo también fue de destacar.

Pero todo el acordeón lo tomó Luis Díaz con su expresión individual. Colombia pudo irse 3-0 antes del descanso, pero un fallo inédito de Borré, de buen partido, contuvo el grito en El Metropolitano.

En la segunda parte, Lasarte hizo tres cambios y obligó a Colombia a defenderse en su campo. Así, a los 56 minutos, tras un desborde por izquierda y una pelota que no pudo defender Cuadrado, Meneses anotó el descuento de Chile. Había nerviosismo en Barranquilla.

Salieron Borja y Borré, entraron Daniel Muñoz y Roger Martínez, Cuadrado pasó a jugar de interior en la misma línea de Matheus Uribe, y el equipo colombiano dio la cachetada final. Tras una gran jugada individual de Martínez, con sus giros y pausa, abrió la cancha y dejó a Luis Díaz en la zona que más le gusta: el uno contra uno. Así llegó el 3-1 final en un Metropolitano que hace muchos años no sentía la alegría, los colores y folclor de la selección.

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Colombia quedó con 13 puntos, se mantiene en el quinto lugar, pero ya con mejores números para seguir consolidando el sueño a Catar. Y de paso dejó casi, casi eliminado a Chile con apenas siete puntos y un mundo de asuntos por resolver. Por fin se dio en la tecla, se encontró con el partido que tanto se necesitaba para la confianza, pero sobre todo, volvió a sonar música en el Metro... Luis Díaz el frontman de todo. Y todos.