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Cada vez que las selecciones de Colombia y Venezuela se citan en una cancha de fútbol, vuelve el debate sobre si este enfrentamiento se puede considerar un clásico. A propósito del partido de este jueves, por la primera fecha de la eliminatoria mundialista, indagamos un poco sobre la historia de este particular duelo.
Para tener una visión más amplia consultamos a Guillermo Ruiz, periodista, estadígrafo e historiador del fútbol colombiano. Ha escrito más de tres decenas de libros sobre nuestro balompié y ha visto cómo ha evolucionado la rivalidad entre los equipos que este jueves estarán en el Metropolitano de Barranquilla.
A lo largo de la historia, los cafeteros y la vinotinto se han enfrentado un total de 44 ocasiones, siendo la primera en los Juegos Centroamericanos de Panamá 1938, la primera vez. Ese partido terminó 2-1 a favor del vecino país.
Desde entonces nuestra selección no solo remontó el historial a su favor, sino que triplicó el saldo de victorias. En esta rivalidad bolivariana, Colombia ha cosechado 21 victorias, nueve derrotas y 16 empates. El duelo más reciente, disputado en Puerto Ordaz, terminó 1-0 a favor de la tricolor.
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“Los nombres de los Clásicos se han ido desvirtuando con los años por culpa de algunos periodistas, que se inventan cosas que no correspondan a la realidad”, subraya Ruiz. El académico considera que este tipo de partidos solo se dan entre naciones con un palmarés extenso y que a la hora de enfrentarse sea especial, donde el presente y la historia también juegan un papel importante.
En ese orden de ideas, ninguno de los dos cumple con ser un gigante, y en el caso de la Vinotinto se puede hablar de una tradición futbolística que arrancó bastante después que la colombiana. Mientras nuestro país se afilió a la Fifa en 1936, el vecino lo hizo hasta 1953, 17 años después.
Para Ruiz otro factor que pesa en considerar que la rivalidad entre nosotros y los venezolanos es la sumatoria de logros. Mientras que para la tricolor hay seis experiencias en Copas del Mundo y un título continental, los rivales de este jueves están en ceros en ambos contextos. “El nivel de competencia de ellos no da para comparar”, resalta el historiador del fútbol colombiano.
De nuestra charla con el profesor Ruiz salió otro punto a tratar y era si Colombia tiene un clásico, a lo que el académico respondió que “¿cuál es la necesidad de tener uno?”. Lo que sí aceptó Ruiz es que con Venezuela se puede considerar que hay una rivalidad especial al tratarse de dos países bolivarianos, con muchos lazos históricos e influencias mutuas.
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Para el profesor, otro factor a tener en cuenta a la hora de hablar de un clásico, es la cercanía geográfica, que él define como compartir cancha o ciudad sede, como es el caso de Millonarios vs Santa Fe o Nacional vs. Medellín.
Allí se da otro contexto, el del rival de patio. Enfrentamientos emblemáticos como el Boca vs. River o el Peñarol va. Nacional son ejemplos de mayor jerarquía y de historia extensa. Pero de allí a tener un clásico con el vecino, la cosa no es tan clara.
En Colombia podemos hablar del clásico del Tolima Grande, con el Tolima vs. Huila, pero para Ruiz es un “clásica chiquito”, lo que no desconoce el contexto de ambas ciudades, su cercanía y la rivalidad de sus equipos, pero no enfrentan jerarquías ni grandes ni similares.
Una de las principales conclusiones de la charla fue que la cercanía geográfica no alcanza para darle más valor del necesario a un duelo entre vecinos. Porque en ese orden de ideas, varios países con “lazos bolivarianos” como Ecuador o Perú podrían ser candidatos a ser nuestro clásico, pero nadie los considera como “Los Rivales” de Colombia.
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Ahora, eso no quiere decir que Venezuela sea un rival cuyo fútbol merezca ser menospreciado. Es justo y necesario mencionar que allí han dado grandes pasos en los últimos años y que desde la época en que José Pastoriza -leyenda de Independiente de Avellaneda- dirigió a su selección, hubo un cambio de mentalidad y se han vuelto más competitivos.
En la Conmebol los venezolanos dejaron de ser considerados como “la Cenicienta” -ahora es Bolivia- y cuentan con varios futbolistas en ligas top de Europa, aunque quizás no tantos como Colombia. Han subido varios escalones, pero les falta todavía para dar el salto de calidad que les falta: meterse en una Copa del Mundo.
Parte del crecimiento de Venezuela ha sido el aporte de varios países de la región a su balompié y Colombia ha dado su granito de arena, ya sea con el centenar de jugadores y entrenadores que se han desempeñado por allá o por el aporte de la diáspora que hubo a mediados del siglo pasado.
Juan Arango fue uno de los tipos que mejor le pegó a la pelota en la historia del fútbol sudamericano. Con potencia, con sutileza, con efecto. Podríamos rescatar no menos de 10 joyas, pero nos quedamos con estas 2 en un 🇻🇪-🇲🇽. Profesor del tiro libre. #GolesQueNoTePuedenFaltar ⚽️ pic.twitter.com/j98oLCpeiG
— VarskySports (@VarskySports) September 17, 2020
Futbolistas como Jan Hurtado y Rómulo Otero -presente en la última convocatoria- tienen raíces colombianas al igual que muchos de sus paisanos. En esa lista también entra el ya retirado Juan Arango, especialista en los tiros libres y quien podría considerarse como el mejor futbolista en la historia del vecino país.
Que no sea un clásico no significa que la rivalidad no sea especial. Para ambos conjuntos este partido tiene un sabor diferente y desde luego se entiende como un contexto aparte. La última vez que se vieron en Barranquilla fue una goleada a nuestro favor, pero ambos planteles han presenciado varios cambios desde esa vez y este jueves van a redactar un nuevo capítulo.
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