Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Sentado junto a Felipe Berón, su entrenador del equipo Colsánitas, con su gorra apuntando al piso en un voto de rebeldía hacia el rigor del tiempo consumado, Alejandro Falla confirmó a finales de enero de este año que las dos décadas de trajín en las canchas de césped, cemento y polvo de ladrillo llegaron a su punto final. Espera su segundo hijo. Pero su historia no acaba allí: seguirá trabajando con Colsánitas y será el mentor de las nuevas generaciones. La juvenil María Camila Osorio es su primer reto como entrenador. Otra vez, seguirá vestido en la piel del hermano mayor.
Y más abajo, la familia del equipo Colsánitas le da la bienvenida a su nuevo inquilino, el “hermano menor”. El mismo que se echó al hombro a la selección de Colombia en la remontada histórica 3-2 sobre Brasil en Copa Davis: Daniel Galán. “Creía en mí y confiaba en que podía dar la sorpresa. No sé cómo describir lo que viví. Todos los integrantes del equipo me apoyaron siempre; son grandes jugadores y personas. Recibo sus consejos como grandes lecciones de vida. Sólo puedo darles las gracias por esta familia”, dice con timidez y sencillez en diálogo con El Espectador.
El santandereano de 21 años sacó al país de cuidados intensivos en dos oportunidades en una serie en la que siempre se estuvo contra las cuerdas. Con sus dos triunfos sobre Guilherme Clezar y Thiago Monteiro reanimó al equipo, le dio vida y forzó a un quinto partido en el que Alejandro González levantó los brazos frente a João Sorgi.
“Galán la verdad es que me dejó sorprendido con el nivel que mostró este fin de semana. Puro carácter y actitud. Le compitió de tú a tú a Monteiro, alguien muy metido en el ATP. Y es que le ganó muy fácil: 6-3 y 6-3. Tiene un futuro inmenso”, señaló el doblista Robert Farah. “Lo de Daniel fue muy meritorio. Era su primera confrontación de alto nivel y demostró el potencial que tiene. Está para grandes cosas y hay que seguirlo. Él ya hace parte de esta familia. Nosotros sabemos el nivel que puede llegar a alcanzar”, complementó su pareja, Juan Sebastián Cabal. “Galán hizo un papel vital, salvó dos puntos y me pone muy contenta por verlos otra vez en el repechaje”, añadió la tenista Mariana Duque.
Y el padre de esa familia, Felipe Berón, entrenador del equipo Colsánitas, también elogió lo hecho por el oriundo de Bucaramanga. “Fue fundamental lo que hizo Daniel. Demostró, a pesar de su corta edad, que tiene la madurez necesaria para afrontar este tipo de compromisos con toda la presión encima por estar siempre abajo en el marcador. Está mostrándonos que tiene mucho futuro. Daniel y Nicolás Mejía son el recambio del tenis masculino”.
No ha probado un pedazo de carne o un huevo en su vida. Ese es el primer mandamiento de Santos y Doris, sus padres, en el hogar de los Galán. Una filosofía vegetariana de vida que le ha traído reparos al deportista de 1,90 metros de estatura, pero que no ha ablandado sus convicciones. “Quizás vivir implica ser infiel a los demás para ser fiel a uno mismo”, dice un viejo adagio en el que navega el joven tenista.
“Yo fui criado de esa manera. De pronto para la gente no es algo común. Así soy yo, no me siento diferente a nadie, lo llevo con mucha calma y no me dejo presionar de las opiniones de la gente. Sé que van a ser una constante en mi carrera, pero voy a seguir mi camino fiel a lo que yo creo. Y es así que considero que se puede llegar a lo más alto”, sentencia Galán, quien no tuvo fogueo juvenil y empezó su carrera en el circuito profesional. Sus hermanos, Xando, Sat y Rocío, le abrieron el camino.
Daniel Galán se convirtió a mediados de marzo de este año en la raqueta número uno del país, al ubicarse en la casilla 286 del escalafón ATP, seguido por Santiago Giraldo en la 288. El santandereano es el duodécimo jugador en la historia en ser el número uno de Colombia.
“Son cosas con las que uno sueña desde chiquito. Hay que aprender a valorar lo que han hecho todos los tenistas por nosotros. Desde la época de Fabiola Zuluaga hasta la de Giraldo y Falla. Sé del potencial que tenemos y esperamos darle más alegrías a Colombia. Estoy cerca de entrar a las clasificaciones de los Grand Slam”, cierra Galán, una carta vital en el sexto repechaje que jugará el equipo nacional en su anhelada búsqueda por entrar al Grupo Mundial de la Copa Davis, la élite del tenis. Hay futuro con el hermano menor.
Thomas Blanco- @thomblalin