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Ni el debut de ensueño de Roger Federer, ni la victoria sufrida de Novak Djokovic ni tampoco el triunfo en la víspera de Rafa Nadal: el calor extremo de Nueva York copó este martes los focos en la segunda jornada del Abierto de Estados Unidos, cobrándose sus primeras víctimas por el camino.
"No me iba a morir dentro de la cancha, no da para eso", dijo el argentino Leonardo Mayer, uno de los cuatro jugadores que tuvieron que abandonar debido a golpes de calor en un día en el que las temperaturas y la humedad provocaron que la organización activara un protocolo de emergencia.
"Creo que no hay que jugar más a cinco sets (...) porque hasta que no se muera alguien no van a parar, es imposible. Para mí la única manera es acortar un poco, porque el calor no lo manejamos", sentenció Mayer, visiblemente cansado varias horas después de su enfrentamiento ante el serbio Laslo Djere.
Mayer, el italiano Stefano Travaglia, el lituano Ricardas Berankis y el ruso Mijail Youzhny se despidieron del torneo mientras Novak Djokovic necesitó de la asistencia médica en su duelo contra el húngaro Marton Fucsovics, al que acabó derrotando en cuatro sets tras tres horas.
"Después de consultas con nuestro equipo médico, hemos decidido aplicar una Política de Temperaturas Extremas para la categoría masculina. Después del tercer set (los jugadores) tendrán un descanso de 10 minutos", anunció el director de Comunicación del torneo, Chris Widmaier, ante la prensa.
Esta es la primera vez en la historia que se aplica esta política en la rama masculina en el Abierto de Estados Unidos.
Pero no es la primera vez que pasa. En 2010 la bielorrusa Victoria Azarenka se desmayó en su partido de segunda ronda ante la argentina Gisela Dulko y, en 2014, el estadounidense Jack Sock se retiró tras desvanecerse en la misma instancia ante el belga Ruben Bemelmans.
Djokovic, rey del último Wimbledon y del reciente Masters 1000 de Cincinnati, tampoco se salvó del calor. Tras ganar 6-3 el primer set, tuvo que pedir la intervención del médico en el segundo, que acabó cediendo por 3-6. Con 2-4 en el tercero, el sexto sembrado tuvo que luchar para poder continuar vivo en el torneo. Y lo hizo con 10 juegos seguidos.
"Estaba rezando por encontrarme mejor después (...) Los dos lo pasamos mal. Se vio bien durante dos sets y medio. Hubo que ponerse en modo supervivencia", señaló el dos veces campeón en Flushing Meadows.
- Federer no suda -
Ya sin las inclemencias del sol, Federer evitó cualquier atisbo de sorpresa con un apabullante 6-2, 6-2, 6-4 ante el joven japonés Yoshihito Nishioka.
El número dos de la ATP, cinco veces campeón en la Gran Manzana, dejó claro desde el arranque que quería acabar pronto, con un quiebre a su contrincante en el primer juego y un 6-2 en apenas 22 minutos. La tónica en las siguientes dos mangas fue la misma.
Federer no encontró rival en su oponente, de tan solo 22 años, y lo aplastó en todas las facetas del juego, firmando 14 saques directos, un 78% de efectividad con su primer servicio y, sobre todo, 56 golpes ganadores por solo 18 del japonés.
"Para los jugadores europeos es difícil porque no estamos acostumbrados a esta humedad. Es difícil y estoy contento por haber sobrevivido así, sin ninguna duda", apuntó tras su victoria.
- "En la playa, con una margarita" -
La danesa Caroline Wozniacki, segunda cabeza de serie y máxima favorita tras la eliminación en la previa de la rumana Simona Halep, prefirió tomarse el calor con humor luego de ganar 6-3, 6-2 a la australiana Samantha Stosur en una fecha en la que las aspirantes no fallaron.
"Intento refrescarme entre los juegos, usar hielo. Simplemente pienso que estoy en la playa, que tengo una margarita en la mano y que la vida es bella", dijo entre risas.
La alemana Angelique Kerber, cuarta sembrada, también avanzó a segunda ronda al ganar a la rusa Margarita Gasparyan por 7-6 (7/5), 6-3, al igual que Maria Sharapova (N.22), que peleó para imponerse 6-2, 7-6 (8/6) a la suiza Patty Schnyder.
Pero la exhibición del día corrió a cargo de la puertorriqueña Mónica Puig, medallista de oro en Rio-2016 y quien aplastó con un doble 6-0 a la también suiza Stefanie Voegele.
"(Esta victoria) me genera mucha confianza porque fue una victoria muy sólida, no hice muchas cosas mal en la cancha, me mantuve muy enfocada en lo que tenía que hacer y espero que el próximo partido pueda ser más solida todavía y continuar así", dijo la boricua tras su triunfo con una gran sonrisa.