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Atrás han quedado las fiestas, las despreocupaciones. Esa adolescencia normal. Pero el sacrificio ha valido la pena porque son las dos promesas del tenis femenino. Emiliana Arango y María Camila Osorio, quienes fueron presentadas el pasado domingo como nuevas integrantes del equipo Colsánitas, tienen la mira puesta en superar lo hecho por Fabiola Zuluaga, la mejor tenista colombiana de todos los tiempos.
“A Camila la conozco desde muy pequeña, llevamos mucho tiempo juntas. Hacemos un gran equipo dentro y fuera de la cancha. Para mí es un espectáculo hablar con ella; sale con cosas que a uno lo hacen reír mucho. Es una gran persona y la admiro. Yo sólo le deseo cosas buenas”, dice Emiliana, mientras la sonrisa de María Camila, su rasgo más particular, invade la conversación. Son amigas, se complementan y son la portada de la nueva generación del tenis femenino.
“Admiro mucho a Emi. Es muy luchadora y disciplinada. Todo lo que se ha propuesto lo ha logrado. Es un ejemplo a seguir, así sea de mi edad. La admiro y me gusta compartir con ella también fuera de las canchas”, señala María Camila con la mirada al piso oriunda de las palabras que salen con el corazón.
Buscando el futuro por fuera
Emiliana Arango, semifinalista del US Open Junior 2017, optó este año por girar el timón de su carrera: entró en el circuito profesional a sus 17 años. “Ahí vamos, empezando, con calma, y creo que por ahora voy muy bien. Es un proceso largo, diferente a lo que se vive en las competencias júnior, pero es muy importante ser paciente y aprender”, señala la juvenil.
Sin embargo, la antioqueña no se formó en Colombia. Hace cuatro años tomó la determinación de partir a Estados Unidos. Dejó a su hermano y a su padre en Medellín y viajó a Brighton (Florida), junto con su madre, quien es también su mejor amiga, por un sueño que coge color con el correr de los años.
“Separarme de mi hijo es el sacrificio más grande que he tenido que hacer por Emiliana. Pero Colombia no es el lugar ideal para formarse en el tenis. Ella puede jugar con niñas de todo el mundo. Porque para crecer en un deporte individual debes estar expuesta a los mejores niveles. Y no en un torneo sino en tu día a día”, dice su madre, Juliana Restrepo. “Sí, la verdad es que estamos crudos en Colombia. Nos llevan muchos años. Y por eso me fui: para jugar con gente dentro del top 100”, agrega Emiliana.
Mauricio Hadad, uno de los mejores tenistas en la historia de Colombia y quien entrenó a María Sharapova en su primer título de Grand Slam (Wimbledon 2004), la dirige y la impulsa para cumplir su sueño. “Es un orgullo que alguien como él me entrene. Disfruto en el alma su trabajo, porque Mauricio es el mejor. Las cosas que hace para elevar mi nivel son increíbles”, apunta Emiliana, quien hace poco tuvo la oportunidad de jugar con Sharapova.
Una tenista en familia de futbolistas
Un arranque de año de ensueño: el pasado 11 de marzo, María Camila Osorio se consagró campeona de la Copa Paineiras del ITF de São Paulo. Ese fue el quinto título individual de la temporada para la cucuteña de 16 años. Además de ese ha obtenido los trofeos de la Copa del Café, Capital de Vida Claro, Asunción Bowl y el Banana Bowl. En 2018 ha levantado un trofeo cada 20 días. “Yo, muy feliz. Primero le doy las gracias a Dios. Toca seguir trabajando y dando lo mejor”, cuenta la primera mujer colombiana de la historia en ingresar al top 5 del escalafón mundial júnior y la tercera del país tras Alejandro Falla y Juan Sebastián Gómez.
Y al igual que Emiliana, María Camila contará con un referente que le enseña desde lo humano hasta lo divino del deporte de raqueta: Alejandro Falla. “Tal vez Colombia no sea el mejor lugar, pero ahora voy a empezar a entrenar con Falla en Medellín y pues… ¿quién más que Alejo? (risas). Alguien con tanta experiencia, es algo muy bonito para mí”, agrega.
María Camila es nieta de Rolando Serrano, uno de los 22 jugadores que hicieron parte de la selección de Colombia dirigida por Adolfo Pedernera en el Mundial de Chile 1962. Su papá, Juan Carlos, estuvo en las divisiones inferiores del Cúcuta, y su hermano, Juan Sebastián, es el capitán de Fortaleza, equipo de la segunda división. “Ella me toma como punto fijo y luego de cada jugada me busca con los ojos. Creo que eso le da seguridad, y si no me ve firme, se desespera”, dice Adriana, su madre, quien camufla como un camaleón sus emociones para darle seguridad a su hija en un deporte 40 % físico y 60 % mental.
Las voces de los referentes
Mariana Duque, raqueta número uno de Colombia. "Emiliana y Camila son muy jóvenes y han hecho cosas muy buenas en las juveniles. Ahora Emiliana está jugando profesionalmente y tiene muy buen ranking para la edad que tiene. Cuando yo era pequeña no había gente que venía de atrás. Me pone contenta que estén ellas".
Robert Farah, tenista y doblista colombiano. "El proceso se ve supremamente positivo. Maria Camila con sus resultados en los torneos ITF ha brillado y ha mostrado un nivel excepcional. Y Emiliana, una jugadora que conozco muy bien, que he entrenado con ella y que tiene un nivel para llegar a lo más alto del tenis. También está Jessica Plaza".
Felipe Berón, entrenador del Equipo Colsanitas. "En mujeres viene un grupo muy bueno con Emiliana, María Camila y Jessica Plazas. El apoyo de Mariana Duque les va a servir mucho".
Con el patrocinio de Colsánitas, la empresa que ha apostado por el tenis de nuestro país por más de 20 años, como dice María Camila, ahora “sólo tendremos que enfocarnos en jugar”.
Paso por paso, juntas, esperan con buenos resultados culturizar a Colombia en un deporte muchas veces mirado por encima del hombro. “Las dos soñamos en grande, sabemos que tenemos con qué. Queremos ser las mejores del mundo y ganar todos los Grand Slam”, cierra Emiliana.