Luz Stella Huertas desapareció en Ibagué, Tolima, hace 19 años
La última vez que su madre tuvo contacto con ella fue el 26 de agosto de 2002, cuando fue a encontrarse con su pareja sentimental.
De acuerdo con Luz Stella Molina, madre de Luz Stella Huertas, su hija se fue a la capital de Tolima a los 16 años, donde conoció al que sería el padre de su hijo: Diego León González. “En ese tiempo yo me di cuenta que le pegaba, que la maltrataba y que no la valoraba”, afirmó. “Cuando quedó embarazada, vino a tener su hijo acá a Bogotá y yo le dije: ‘mija, quédese acá porque el papá no le va ayudar’”, agregó.
Aquí puede reportar la desaparición de un ser querido.
A pesar de las recomendaciones de su madre, Luz Stella Huertas regresó a Ibagué en el año 2002. Todavía no era mayor de edad. “Yo estaba criando a mis otros hijos, así que no pude acompañarla. Tampoco le pedí una dirección para encontrarla, pero sabía que se iba a quedar con la mamá del señor y con sus dos hermanas”, aseguró.
Luz Stella Molina supo que algo le había pasado a su hija cuando, en el año 2005, vio a su nieto en los anuncios de ‘Los niños bucan su hogar’, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). “Cuando regresé a Ibagué, allá me dijeron que ellos eran habitantes de calle y que a mi hija no la habían vuelto a ver desde el 2005″, indicó. “El papá abandonó a mi nieto donde el sacerdote Jorge Lotero, y al ver que nadie iba a recogerlo, él lo entregó en el bienestar familiar de El Espinal”, añadió.
Le puede interesar: El Espectador lo apoya en la búsqueda de un ser querido desaparecido.
Uno de los hechos que le generó más inquietud fue la frase que le dijo su nieto cuando obtuvo su custodia. “Un día yo lo estaba bañando y él me dijo: ‘ay abuela, es que mi papá a mi mamá le hizo pum, pum, pum, se cayó y mi papá se la llevó en un carro”, relató. “Al ver eso, yo la reporté en la Sijin de Bogotá como desaparecida, pero hasta el día de hoy no he tenido respuesta. Tampoco en el CTI”, agregó.
También le parecen extrañas las explicaciones que le dio en su momento su consuegra, de nombre Fabiola: “primero me dijo que se fue con un comandante del Tolima y luego me dijo que se había ido a la zona roja de Melgar”.
Lea también: Desaparecidos en Colombia y más noticias del país, aquí.
El padre de su nieto apareció en la casa de Luz Stella Molina en el 2008 para llevárselo. “Me dijo que se había rehabilitado, pero apareció solo. Él se enfureció porque le pregunté por mi hija. No pude evitar que se llevara al niño porque en ese momento ya tenía problemas de depresión y de ansiedad”, dijo.
Aunque todavía tiene contacto con su nieto, aseguró que el padre no lo deja tener contacto con ella. “Se la pasa sacando excusas: que no tiene celular, que lo tiene dañado. Yo creo que el papá le está llenando la cabeza de cosas”, indicó. “Él estuvo un tiempo acá cuando prestó servicio militar, pero no volví a tener contacto con él desde que lo terminó”, aseveró.
“Yo sé que ella no hubiera dejado solo a su hijo porque lo quería mucho. Él era lo primero en su vida. No es justo que yo lleve tantos años con este dolor y aún no sepa qué le pasó. Todo en la vida se paga y alguna vez ese señor tendrá que decirme algo. Yo ya soy una mujer de 57 años y llevo media vida buscando a mi hija. Mi anhelo es no morirme sin saber qué le pasó a ella; es muy doloroso vivir con esto”, concluyó.
Si usted tiene alguna información sobre el paradero de Luz Stella Huertas, puede llamar al número telefónico de su madre Luz Stella Molina: 3153282469. También puede escribir al correo luzesilloazul@gmail.com.
Si quiere reportar a una persona desaparecida debe ingresar a https://www.elespectador.com/desaparecidos-colombia/ y llenar un breve formulario con los datos, números de contacto, breve descripción de los hechos y una fotografía reciente del pariente o allegado que está buscando. El Espectador abre este espacio para apoyarlo, poniendo al servicio sus canales de difusión para amplificar el llamado de auxilio.
De acuerdo con Luz Stella Molina, madre de Luz Stella Huertas, su hija se fue a la capital de Tolima a los 16 años, donde conoció al que sería el padre de su hijo: Diego León González. “En ese tiempo yo me di cuenta que le pegaba, que la maltrataba y que no la valoraba”, afirmó. “Cuando quedó embarazada, vino a tener su hijo acá a Bogotá y yo le dije: ‘mija, quédese acá porque el papá no le va ayudar’”, agregó.
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A pesar de las recomendaciones de su madre, Luz Stella Huertas regresó a Ibagué en el año 2002. Todavía no era mayor de edad. “Yo estaba criando a mis otros hijos, así que no pude acompañarla. Tampoco le pedí una dirección para encontrarla, pero sabía que se iba a quedar con la mamá del señor y con sus dos hermanas”, aseguró.
Luz Stella Molina supo que algo le había pasado a su hija cuando, en el año 2005, vio a su nieto en los anuncios de ‘Los niños bucan su hogar’, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). “Cuando regresé a Ibagué, allá me dijeron que ellos eran habitantes de calle y que a mi hija no la habían vuelto a ver desde el 2005″, indicó. “El papá abandonó a mi nieto donde el sacerdote Jorge Lotero, y al ver que nadie iba a recogerlo, él lo entregó en el bienestar familiar de El Espinal”, añadió.
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Uno de los hechos que le generó más inquietud fue la frase que le dijo su nieto cuando obtuvo su custodia. “Un día yo lo estaba bañando y él me dijo: ‘ay abuela, es que mi papá a mi mamá le hizo pum, pum, pum, se cayó y mi papá se la llevó en un carro”, relató. “Al ver eso, yo la reporté en la Sijin de Bogotá como desaparecida, pero hasta el día de hoy no he tenido respuesta. Tampoco en el CTI”, agregó.
También le parecen extrañas las explicaciones que le dio en su momento su consuegra, de nombre Fabiola: “primero me dijo que se fue con un comandante del Tolima y luego me dijo que se había ido a la zona roja de Melgar”.
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El padre de su nieto apareció en la casa de Luz Stella Molina en el 2008 para llevárselo. “Me dijo que se había rehabilitado, pero apareció solo. Él se enfureció porque le pregunté por mi hija. No pude evitar que se llevara al niño porque en ese momento ya tenía problemas de depresión y de ansiedad”, dijo.
Aunque todavía tiene contacto con su nieto, aseguró que el padre no lo deja tener contacto con ella. “Se la pasa sacando excusas: que no tiene celular, que lo tiene dañado. Yo creo que el papá le está llenando la cabeza de cosas”, indicó. “Él estuvo un tiempo acá cuando prestó servicio militar, pero no volví a tener contacto con él desde que lo terminó”, aseveró.
“Yo sé que ella no hubiera dejado solo a su hijo porque lo quería mucho. Él era lo primero en su vida. No es justo que yo lleve tantos años con este dolor y aún no sepa qué le pasó. Todo en la vida se paga y alguna vez ese señor tendrá que decirme algo. Yo ya soy una mujer de 57 años y llevo media vida buscando a mi hija. Mi anhelo es no morirme sin saber qué le pasó a ella; es muy doloroso vivir con esto”, concluyó.
Si usted tiene alguna información sobre el paradero de Luz Stella Huertas, puede llamar al número telefónico de su madre Luz Stella Molina: 3153282469. También puede escribir al correo luzesilloazul@gmail.com.
Si quiere reportar a una persona desaparecida debe ingresar a https://www.elespectador.com/desaparecidos-colombia/ y llenar un breve formulario con los datos, números de contacto, breve descripción de los hechos y una fotografía reciente del pariente o allegado que está buscando. El Espectador abre este espacio para apoyarlo, poniendo al servicio sus canales de difusión para amplificar el llamado de auxilio.