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Hace veinte años, Colombia vivía días de incertidumbre. El capo de capos, Pablo Escobar Gaviria, llevaba un año preso junto a sus principales lugartenientes en la cárcel de La Catedral, en Envigado, y tanto la Fiscalía como el gobierno de César Gaviria empezaban a planear la forma de neutralizar al narcotraficante, quien había convertido el penal en su sede para seguir delinquiendo. Al final, el 22 de julio de 1992, se evadió de la cárcel y emprendió su segunda oleada de narcoterrorismo, hasta que fue dado de baja en diciembre de 1993.
Buena parte de estos acontecimientos y los que sucedieron antes y después en el periplo criminal de Pablo Escobar Gaviria corren el riesgo de ser olvidados. Aunque algunos autores han dejado libros sobre este tiempo aciago, las nuevas generaciones deben entender qué tanto daño le causó a Colombia. Esta es una de las motivaciones del Canal Caracol para la realización del documental Los tiempos de Pablo Escobar, lecciones de una época, que se transmitirá en dos entregas, de 45 minutos cada una, los domingos 24 de junio y 1° de julio.
Ante el éxito de la serie Escobar, el patrón del mal, que se emite actualmente, el Canal Caracol se planteó la iniciativa de producir un documental, ya no para ahondar en el recuento criminal del capo, sino para reflexionar acerca de lo que significó para la sociedad colombiana su accionar terrorista.
El trabajo periodístico de investigación quedó a cargo de Felipe Zuleta, la producción de Gonzalo Córdoba, y para las labores propias de dirección y edición se sumaron dos profesionales de largo recorrido: Alessandro Angulo y Carlos Julio Betancur. El primero, un cineasta que recientemente estrenó en este mismo canal el documental Ilegal.co, con amplia trayectoria en la realización de varias películas y programas de televisión, y el segundo, un curtido reportero de los años 80 y 90, hoy dedicado al género documental.
“Lo que queríamos era que el producto no fuera un anecdotario más de la vida de Pablo Escobar, con el consabido recuento de sus amantes, sus muertos, sus bombas o sus balazos, sino ahondar en cómo se fraguó su pensamiento criminal y de qué manera afectó al país”, recalcó Alessandro Angulo, quien dejó claro que así él haya vivido esos días, se ha vuelto a sorprender con todo lo que sucedió. Por eso cree que la generación que nació durante la guerra narcoterrorista de Escobar o las que vinieron después se deben confrontar con lo sucedido.
Y una buena manera de hacerlo es constatando la violencia que produjo Escobar y escuchando a quienes vivieron de cerca la confrontación que tuvo que dar el Estado en su contra o quienes fueron víctimas. En esa medida, como lo explicó Carlos Julio Betancur, “el documental es también una historia en la que las reflexiones, los balances, las miradas reposadas, la memoria y el recuerdo de sus protagonistas, se dan cita en un proyecto audiovisual que también es un viaje por los ecos de un pasado tenebroso que no puede terminar en el olvido”.
Los tiempos de Pablo Escobar, lecciones de una época recoge las reflexiones y recuerdos de los expresidentes César Gaviria y Andrés Pastrana, del actual ministro Rafael Pardo, del exministro de gobierno Humberto de la Calle Lombana, del exdirector de la DEA en Colombia, Joseph Toft, del periodista inglés de la BBC, Timothy Ross, de los periodistas Camilo Cano, Roberto Pombo, María Jimena Duzán y Juan Gossaín, del escritor Héctor Abad Faciolince, y del exdirector de la Policía Nacional, el general Óscar Naranjo Trujillo.
“Fundamentalmente lo que pretende el documental es mostrar al verdadero Pablo Escobar, es decir, al criminal despiadado”, precisó el periodista Felipe Zuleta, quien agregó que el trabajo muestra los actos perversos que promovió el capo de una manera metódica y organizada. En tal sentido, se busca recordarle al país quién era Escobar y mostrarles a las nuevas generaciones de colombianos los verdaderos daños que le causó este narcotraficante a la sociedad y al Estado durante los años en que protagonizó la vida nacional.
Hoy, dos décadas después de la guerra de Pablo Escobar, es importante asumir cómo el Estado fue sorprendido por la perversidad de un individuo que no tuvo límites en su acumulación de violencia, y que además de constituir una maquinaria de muerte, casi siempre respaldada por sicarios menores de edad, penetró el poder político, se mimetizó en múltiples frentes limpios y sucios del país, y asesinó a una privilegiada generación de líderes como Rodrigo Lara, Luis Carlos Galán o Guillermo Cano Isaza, que le siguen faltando a Colombia.
“Es un producto con muchas fuentes de información y material de archivo, pero con una innovación: no hay un narrador, ni una voz en off, ni un periodista conduciendo el documental. La historia surge de los mismos protagonistas, los entrevistados que en cada intervención crean momentos de intimidad porque les hablan a los espectadores”, concluyó el director del documental, Alessandro Angulo. La primera parte podrá verse hoy después de Noticias Caracol de las 7:00 p.m. La segunda parte, el próximo domingo 1° de julio.