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El pasado domingo 1 de diciembre, la firma TPLGas inició las primeras entregas de gas natural importado a ocho empresas del país. La filial del grupo TPL Energía pondrá a disposición del mercado 40.000 MBTUD en firme, como lo informó a través de un comunicado. De esta manera, el mercado no térmico contará con gas importado por primera vez en 45 años, tras décadas de abastecimiento exclusivamente nacional.
En declaraciones a medios de comunicación, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, explicó qué hay detrás de la importación de gas natural y si esto tendrá repercusiones en las tarifas a los usuarios (teniendo en cuenta que el gas importado tiene un costo superior al de producción nacional).
¿A dónde va el gas importado?
Camacho le dijo a Caracol Radio que la producción nacional de gas natural cubrirá la totalidad de la demanda en diciembre de este año. De acuerdo con el ministro, Ecopetrol tendrá excedentes de este combustible en el último mes de 2024 y, posiblemente, en enero de 2025.
Sobre la importación, el ministro negó que este gas esté llegando al segmento residencial o de consumo esencial y señaló que hay empresas que tomaron la decisión de importar como una forma de cubrirse en caso de necesitarlo.
“Las empresas que están importando lo pueden poner a disposición (del mercado). Las medidas que estamos aportando desde el Gobierno es para que no se trasladen sobrecostos y podamos tener producción nacional para consumo nacional”, declaró Camacho.
El minminas añadió que el Gobierno no está trabajando en nueva regulación sobre la base de la importación, sino sobre la base de producción nacional. “Estamos trabajando para flexibilizar las condiciones del comercio con el gas y con medidas de transición energética”, dijo.
Así mismo, señaló que, en un eventual escenario en que el país lo necesite, se estima que solo tendría que importarse un 3 % de la demanda nacional y que esto será monitoreado mes a mes, teniendo en cuenta los niveles de producción de los pozos de Ecopetrol.
En cualquier caso, el ministro de Minas y Energía insistió en que la estrategia del Gobierno es la transición energética y que el gas es un combustible no renovable, de ahí que haya que trabajar en una mayor independencia hacia los no renovables, mientras se garantiza un balance entre la demanda y la transición energética.
El panorama de la producción gasífera
A principios de octubre, Ecopetrol y Petrobras anunciaron que el pozo Sirius (antes conocido como Uchuva-2) tiene un potencial cercano a los 6 terapiés cúbicos. Para entender la importancia de esta cifra hay que decir que, con corte a diciembre de 2023, las reservas probadas de gas en el país eran de 2,3 terapiés cúbicos, pero con Sirius estas reservas se triplicarían, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
Este anuncio, que es una buena noticia, debe leerse con dos asteriscos: hay importantes retos que se deben superar para que ese gas esté disponible. Segundo, Sirius no resolverá el déficit de gas del país en el corto plazo. Inicialmente, se espera que el gas del pozo Sirius entre al mercado entre 2029 y 2030, pero la ANH aseguró que se hará todo lo posible para que sea en el segundo semestre de 2028.
Así las cosas, el panorama del abastecimiento del gas en Colombia a corto plazo es gris. Según Naturgas, Colombia enfrentará un déficit de gas local en los próximos años: el faltante es de 12 % de la demanda para 2025 y en 2026 se incrementará al 30 % de la demanda. Además, de acuerdo con XM, se estima un déficit del orden del 8,2 % de la demanda total en el 2025 y, en 2026, éste llegaría a un 20,6 %.
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