Acusación por captación ilegal, el otro riesgo de pertenecer a Telares
Aunque crea en el discurso, y actúe de buena fe, hacer parte de este esquema piramidal y vincular a más personas puede traerle problemas legales: un delito que contempla prisión de 120 a 240 meses, y multa hasta de 50.000 salarios mínimos.
Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092.
Perder dinero podría no ser el único riesgo de pertenecer a Telares de los Sueños y promocionarlo. Un esquema que se define a sí mismo como una red de empoderamiento y de ayuda de mujeres, pero que en los últimos meses ha sido investigada e intervenida por la Superintendencia de Sociedades. Por eso, se le considera como un nuevo caso de pirámides que está proliferando entre mujeres de todo el país. Pero debido a su modus operandi, las víctimas de cualquier contingencia, o escándalo, pueden convertirse en victimarias.
Lee también: Supersociedades toma posesión de pirámides conocidas como "telares de sueños"
¿Qué es y cómo funciona?
Lo primero que hay que saber sobre Telares es que es una estructura que está en todo el mundo y nació hace más de treinta años en Canadá (según sus promotoras). No hay ninguna empresa o sociedad que la dirija: se trata de un sistema atomizado y liderado por mujeres.
Cada telar se compone de 18 mujeres: quince con diferentes categorías con nombres de elementos y tres denominadas hermanas guardianas. Juntas y según sus roles se ciñen bajo la “filosofía del regalo”, como lo llaman las mujeres que hacen parte de los Telares.
De esta manera hay ocho mujeres fuego, que entran a la red dando un “regalo”, es decir un aporte económico de US$1.440 ($4,6 millones) cada una; hay cuatro mujeres viento que se encargan de “soplar”; es decir de promocionar el telar para atraer a más mujeres fuego; dos tierra, que coordinan reuniones y están pendientes de que todas las demás mujeres cumplan su función, y una mujer agua, que está en el centro del telar, tiene un papel de liderazgo y también es la que recibe los “regalos” de las fuego: $36,8 millones en total.
Por su parte, las hermanas guardianas son mujeres que también transitaron el telar; que fueron agua y recibieron regalos de las fuego. Por eso son guardianas: como recibieron regalo, la idea es que acompañen a las demás mujeres y apoyen hasta que ellas también reciban.
Siempre un telar da paso a dos telares nuevos (cuando las dos tierra pasan a ser agua), y así sucesivamente. También existen casos de mujeres que crean una estructura desde cero. Es un sistema que facilita la reproducción de este esquema, casi de forma exponencial. Por eso es difícil determinar qué tan grande es esta estructura.
Los riesgos financieros y legales
Dado que es un sistema dirigido por personas naturales, y que todo se pacta bajo palabra, no hay garantía alguna sobre los recursos invertidos. De hecho, el éxito de los telares depende completamente de la capacidad para atraer nuevas mujeres fuego, y las que entren de últimas son las que más riesgo corren. Cuando las cosas van mal, el sentido de hermandad puede pasar a un segundo plano.
“Durante seis meses ninguna de las cuatro viento logramos invitar a nuestras dos mujeres (fuego). Tratamos de proponer una reunión para hablar sobre qué hacer y si era posible que nos devolvieran parte del dinero. Pero las hermanas guardianas y la mujer agua reaccionaron muy agresivamente: me dijeron que un regalo era un regalo, que yo tenía falta de ética, que no les nacía darme nada. Finalmente dijeron que me devolverían la mitad, pero que lo hacían para limpiarse de esa energía tan maluca mía, pero no porque les naciera”, explicó Catalina Hernández, una víctima que pidió que se le cambiara el nombre por temor a sufrir consecuencias de toda índole.
Lo que ignora Hernández es que su fracaso a la hora de buscar mujeres fuego la pudo haber salvado de un serio problema legal. Aunque se crea en el discurso, y se actúe de buena fe, promocionar y vincular personas en Telares de los Sueños implica captación ilegal, debido a que no cuenta con autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia ni la Superintendencia de la Economía Solidaria (para que se catalogue como cooperativa). Es un delito que según el Código Penal (artículo 316) puede provocar prisión de 120 a 240 meses, y multa hasta de 50.000 salarios mínimos.
De hecho, el pasado 26 de junio un juez de la Supersociedades ordenó “la intervención, bajo la medida de toma de posesión, de los bienes, haberes, negocios y patrimonio de María Fernanda Martínez Portilla, María Nilse González Vásquez y María Consuelo Camelo Pineda, por haberse desempeñado como organizadoras, promotoras y receptoras de dineros en la pirámide Telar de los Sueños.
Los Telares tampoco clasifican como multinivel: según la Supersociedades, para que pueda ejercer esta actividad debe tener una sociedad inscrita en Colombia. Además, el sistema de compensación o beneficio económico debe corresponder a la venta de algún bien o servicio, y no por vincular personas.
Es claro que los Telares representan tanto un riesgo financiero como legal para aquellas que participen en esta estructura. El problema es que se desconoce el alcance que ha tenido este esquema, y debido a su fácil reproducción puede llegar a competirle a casos como el de DMG si no se controla a tiempo. Es clave alertar a las autoridades sobre los Telares que se estén creando en todo el país: se puede denunciar ante la Superfinanciera, la Supersociedades, la Supersolidaria y la Fiscalía.
Perder dinero podría no ser el único riesgo de pertenecer a Telares de los Sueños y promocionarlo. Un esquema que se define a sí mismo como una red de empoderamiento y de ayuda de mujeres, pero que en los últimos meses ha sido investigada e intervenida por la Superintendencia de Sociedades. Por eso, se le considera como un nuevo caso de pirámides que está proliferando entre mujeres de todo el país. Pero debido a su modus operandi, las víctimas de cualquier contingencia, o escándalo, pueden convertirse en victimarias.
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¿Qué es y cómo funciona?
Lo primero que hay que saber sobre Telares es que es una estructura que está en todo el mundo y nació hace más de treinta años en Canadá (según sus promotoras). No hay ninguna empresa o sociedad que la dirija: se trata de un sistema atomizado y liderado por mujeres.
Cada telar se compone de 18 mujeres: quince con diferentes categorías con nombres de elementos y tres denominadas hermanas guardianas. Juntas y según sus roles se ciñen bajo la “filosofía del regalo”, como lo llaman las mujeres que hacen parte de los Telares.
De esta manera hay ocho mujeres fuego, que entran a la red dando un “regalo”, es decir un aporte económico de US$1.440 ($4,6 millones) cada una; hay cuatro mujeres viento que se encargan de “soplar”; es decir de promocionar el telar para atraer a más mujeres fuego; dos tierra, que coordinan reuniones y están pendientes de que todas las demás mujeres cumplan su función, y una mujer agua, que está en el centro del telar, tiene un papel de liderazgo y también es la que recibe los “regalos” de las fuego: $36,8 millones en total.
Por su parte, las hermanas guardianas son mujeres que también transitaron el telar; que fueron agua y recibieron regalos de las fuego. Por eso son guardianas: como recibieron regalo, la idea es que acompañen a las demás mujeres y apoyen hasta que ellas también reciban.
Siempre un telar da paso a dos telares nuevos (cuando las dos tierra pasan a ser agua), y así sucesivamente. También existen casos de mujeres que crean una estructura desde cero. Es un sistema que facilita la reproducción de este esquema, casi de forma exponencial. Por eso es difícil determinar qué tan grande es esta estructura.
Los riesgos financieros y legales
Dado que es un sistema dirigido por personas naturales, y que todo se pacta bajo palabra, no hay garantía alguna sobre los recursos invertidos. De hecho, el éxito de los telares depende completamente de la capacidad para atraer nuevas mujeres fuego, y las que entren de últimas son las que más riesgo corren. Cuando las cosas van mal, el sentido de hermandad puede pasar a un segundo plano.
“Durante seis meses ninguna de las cuatro viento logramos invitar a nuestras dos mujeres (fuego). Tratamos de proponer una reunión para hablar sobre qué hacer y si era posible que nos devolvieran parte del dinero. Pero las hermanas guardianas y la mujer agua reaccionaron muy agresivamente: me dijeron que un regalo era un regalo, que yo tenía falta de ética, que no les nacía darme nada. Finalmente dijeron que me devolverían la mitad, pero que lo hacían para limpiarse de esa energía tan maluca mía, pero no porque les naciera”, explicó Catalina Hernández, una víctima que pidió que se le cambiara el nombre por temor a sufrir consecuencias de toda índole.
Lo que ignora Hernández es que su fracaso a la hora de buscar mujeres fuego la pudo haber salvado de un serio problema legal. Aunque se crea en el discurso, y se actúe de buena fe, promocionar y vincular personas en Telares de los Sueños implica captación ilegal, debido a que no cuenta con autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia ni la Superintendencia de la Economía Solidaria (para que se catalogue como cooperativa). Es un delito que según el Código Penal (artículo 316) puede provocar prisión de 120 a 240 meses, y multa hasta de 50.000 salarios mínimos.
De hecho, el pasado 26 de junio un juez de la Supersociedades ordenó “la intervención, bajo la medida de toma de posesión, de los bienes, haberes, negocios y patrimonio de María Fernanda Martínez Portilla, María Nilse González Vásquez y María Consuelo Camelo Pineda, por haberse desempeñado como organizadoras, promotoras y receptoras de dineros en la pirámide Telar de los Sueños.
Los Telares tampoco clasifican como multinivel: según la Supersociedades, para que pueda ejercer esta actividad debe tener una sociedad inscrita en Colombia. Además, el sistema de compensación o beneficio económico debe corresponder a la venta de algún bien o servicio, y no por vincular personas.
Es claro que los Telares representan tanto un riesgo financiero como legal para aquellas que participen en esta estructura. El problema es que se desconoce el alcance que ha tenido este esquema, y debido a su fácil reproducción puede llegar a competirle a casos como el de DMG si no se controla a tiempo. Es clave alertar a las autoridades sobre los Telares que se estén creando en todo el país: se puede denunciar ante la Superfinanciera, la Supersociedades, la Supersolidaria y la Fiscalía.