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Falleció uno de los ejemplos más tempranos de emprendimiento femenino de Colombia: María Cristina Meira de De la Espriella, fundadora de la cadena de tiendas Cachivaches, murió el pasado 6 de enero por causa del COVID-19. Sus familiares recuerdan su pasión y magia, que llevó a convertir a un pequeño negocio de confección en una de las cadenas minoristas más querida por parte de los colombianos, que ya ha exportado a 11 países.
María Cristina Meira nació en Buenos Aires (Argentina) en 1943. Debido a la carrera diplomática de su padre, vivió en diferentes ciudades del mundo: como Londres (Inglaterra), Estocolmo (Suecia) y llegó por primera vez a Bogotá en 1956 y hasta 1961 (estudiando su bachillerato en el Gimnasio Femenino).
Regresó al país en 1964 y se radicó permanentemente. En 1967 se asoció con una amiga para crear la empresa Camila y Cristina, un negocio que se dedicaba a vender delantales para el hogar con diseños novedosos. Fue tal el éxito de la idea que pronto vieron el potencial para vender otros productos para el hogar.
Esta tienda se convertiría en Cachivaches: sus hijos, Juan y Andrés de la Espriella, destacan la magia que tenía María Cristina para elegir los productos ideales para la tienda. Un don que atribuyen al amor de la empresaria por viajar por el mundo, pues conoció más de 80 países entre los cuales se encuentran más de 30 visitas a China. Toda una trotamundos
Cachivaches son realmente dos empresas: la tienda minorista con diferentes líneas para el hogar como vajillas y cubiertos, delikatessen, artesanías y bisutería. Pero también es una empresa de confección de disfraces que ha llegado a exportar a 11 países y vender en diferentes almacenes de cadena colombianos.
La unidad de negocio de disfraces nació durante la etapa temprana de la empresa. Sus hijos cuentan que surgió con disfraces que su madre confeccionó para ellos, y que luego empezó a ofrecer en la tienda. Ahora la empresa cuenta con licencia de franquicias importantes, como Disney, Warner, Marvel y Netflix (con la serie Casa de Papel), que le permite tener una gran oferta de disfraces.
Una apuesta que la llevó a ganar varios premios: Licenciatario Disney del Año (2009 y 2012), Mejor Desarrollo del Año del Producto Disney (2006), premios Ceremonia Anual Mattel por disfraces Barbie (2007 y 2008), dos veces Premio GIA del Houseware Show de Chicago por haber sido escogido por Fenalco (2007y2018), Premio del Público a la Mejor Mesa en el Concurso de Mesas de Centro Chía.
Sus hijos la recuerdan como “una trabajadora incansable; literal, trabajó hasta el último de sus días. Además, fue un ejemplo temprano del emprendimiento femenino: en las últimas décadas del siglo XX no era fácil que una mujer dejara las labores de ama de casa para emprender un negocio. Y no solo triunfó sino que se quedó en el corazón de muchas personas: familiares, amigos y trabajadores que llevan más de 40 años en la empresa”.
Además, era una militante de las causas sociales: por varios años fue miembro del Consejo Administrativo Asesor del Instituto para Niños Ciegos José Antonio Pardo Ospina.
Tras su muerte, sus hijos asumen con orgullo la misión de seguir su legado. Y reconocen que el principal reto será encontrar esa magia con la que María Cristina Meira de De la Espriella trabajó por más de 50 años en Cachivaches.