Aerolíneas británicas dicen que brexit empezó a afectar reservas
Virgin Atlantic Airways y Jet2 han dicho que la demanda está siendo afectada por la debilidad de la libra esterlina, tendencia que podría profundizarse si la oposición política descarrila el acuerdo negociado por la primera ministra Theresa May.
Bloomberg.
Después de dos años de insistir en que el brexit no ha tenido ningún impacto en las reservas de vuelos, las aerolíneas del Reino Unido empiezan a ver las primeras evidencias que sugieren lo contrario.
Virgin Atlantic Airways Ltd. y la aerolínea de bajo costo Jet2 han dicho que la demanda está siendo afectada por la debilidad de la libra esterlina, una tendencia que podría profundizarse a medida que la oposición política del Reino Unido amenaza con descarrilar el acuerdo de salida que la primera ministra Theresa May ha negociado con la Unión Europea.
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Ryanair Holdings Plc también señaló que prevé que las aerolíneas se verán afectadas, dado que la perspectiva persistente de un brexit sin acuerdo hace tambalear a la libra esterlina, aunque el gigante irlandés de bajo costo calcula que los clientes que han sufrido una reducción en su poder adquisitivo podrían comenzar a preferir sus servicios.
Las aerolíneas están empezando a hablar sobre el impacto de una libra más débil incluso cuando disminuye la probabilidad de interrupción de los vuelos, y tanto el Reino Unido como la UE han dicho en las últimas semanas que existen mecanismos para garantizar que los aviones continúen operando en un escenario de "no acuerdo".
Los británicos tradicionalmente reservan las vacaciones de verano en pleno invierno, por lo que la debilidad de la libra podría hacer que las ventas para las vacaciones de Semana Santa sean una de las primeras víctimas. Ese feriado comienza el 19 de abril, tres semanas después del plazo final para que el Reino Unido abandone la UE.
El máximo ejecutivo de Virgin Atlantic, Craig Kreeger, escribió el miércoles a la comisión de transporte de la Cámara de los Comunes que la caída de la libra esterlina desde el referéndum del brexit de 2016 "ya ha tenido un impacto demostrable en la demanda de ocio en el Reino Unido, ya que el costo por vacacionar ha aumentado".
Kreeger advirtió que un nuevo golpe a la divisa a partir de un escenario de "no acuerdo", ejercería "más presión sobre las aerolíneas" que pagan las facturas de combustible y de arrendamiento de aviones en dólares, al tiempo que infligiría un daño significativo a los clientes y a la economía británica.
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En medio del pesimismo, EasyJet Plc señaló que las reservas para su segundo semestre, que comienza el 1 de abril, están en realidad por delante del año pasado. La semana pasada, el CEO, Johan Lundgren, dijo a Bloomberg Television que no está preocupado por la libra en este momento, dado que la compañía con sede en Luton, Inglaterra, está parcialmente aislada por las coberturas de divisas.
Los operadores turísticos TUI AG y Thomas Cook Group Plc también estiman que las reservas en el Reino Unido para el próximo verano son más altas. Esto sugiere que "la demanda no está disminuyendo a pesar del telón de fondo del brexit", indicó TUI en un correo electrónico.
La evaluación de Thomas Cook de la demanda post-brexit fue casi el único punto positivo en una actualización de ganancias poco entusiasta dada a conocer el martes, ya que la compañía con sede en Londres informó que la ola de calor del verano en el norte de Europa había llevado a millones de personas a vacacionar en casa, lo que ilustra lo frágiles que pueden ser los mercados de viajes.
TUI y Cook se pueden beneficiar ya que la gente busca congelar el costo de un viaje de vacaciones reservando un paquete turístico en anticipación a tiempos más difíciles. Stuart Gordon, analista de Berenberg, dijo que aún podrían sufrir si la caída de la moneda hace que los británicos hagan visitas al extranjero más breves, se alojen en hoteles de calidad inferior y gasten menos.
Una reducción sostenida del poder adquisitivo también podría llevar a algunos a evitar las vacaciones en el extranjero y optar por una "vacaciones en casa", una tendencia que afectó la demanda de líneas aéreas y compañías turísticas tras la crisis financiera de 2008, cuando los británicos tomaron 10 millones menos de vacaciones en el extranjero. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, los niveles previos a la crisis recién lograron alcanzarse nuevamente en 2016.
Después de dos años de insistir en que el brexit no ha tenido ningún impacto en las reservas de vuelos, las aerolíneas del Reino Unido empiezan a ver las primeras evidencias que sugieren lo contrario.
Virgin Atlantic Airways Ltd. y la aerolínea de bajo costo Jet2 han dicho que la demanda está siendo afectada por la debilidad de la libra esterlina, una tendencia que podría profundizarse a medida que la oposición política del Reino Unido amenaza con descarrilar el acuerdo de salida que la primera ministra Theresa May ha negociado con la Unión Europea.
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Ryanair Holdings Plc también señaló que prevé que las aerolíneas se verán afectadas, dado que la perspectiva persistente de un brexit sin acuerdo hace tambalear a la libra esterlina, aunque el gigante irlandés de bajo costo calcula que los clientes que han sufrido una reducción en su poder adquisitivo podrían comenzar a preferir sus servicios.
Las aerolíneas están empezando a hablar sobre el impacto de una libra más débil incluso cuando disminuye la probabilidad de interrupción de los vuelos, y tanto el Reino Unido como la UE han dicho en las últimas semanas que existen mecanismos para garantizar que los aviones continúen operando en un escenario de "no acuerdo".
Los británicos tradicionalmente reservan las vacaciones de verano en pleno invierno, por lo que la debilidad de la libra podría hacer que las ventas para las vacaciones de Semana Santa sean una de las primeras víctimas. Ese feriado comienza el 19 de abril, tres semanas después del plazo final para que el Reino Unido abandone la UE.
El máximo ejecutivo de Virgin Atlantic, Craig Kreeger, escribió el miércoles a la comisión de transporte de la Cámara de los Comunes que la caída de la libra esterlina desde el referéndum del brexit de 2016 "ya ha tenido un impacto demostrable en la demanda de ocio en el Reino Unido, ya que el costo por vacacionar ha aumentado".
Kreeger advirtió que un nuevo golpe a la divisa a partir de un escenario de "no acuerdo", ejercería "más presión sobre las aerolíneas" que pagan las facturas de combustible y de arrendamiento de aviones en dólares, al tiempo que infligiría un daño significativo a los clientes y a la economía británica.
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En medio del pesimismo, EasyJet Plc señaló que las reservas para su segundo semestre, que comienza el 1 de abril, están en realidad por delante del año pasado. La semana pasada, el CEO, Johan Lundgren, dijo a Bloomberg Television que no está preocupado por la libra en este momento, dado que la compañía con sede en Luton, Inglaterra, está parcialmente aislada por las coberturas de divisas.
Los operadores turísticos TUI AG y Thomas Cook Group Plc también estiman que las reservas en el Reino Unido para el próximo verano son más altas. Esto sugiere que "la demanda no está disminuyendo a pesar del telón de fondo del brexit", indicó TUI en un correo electrónico.
La evaluación de Thomas Cook de la demanda post-brexit fue casi el único punto positivo en una actualización de ganancias poco entusiasta dada a conocer el martes, ya que la compañía con sede en Londres informó que la ola de calor del verano en el norte de Europa había llevado a millones de personas a vacacionar en casa, lo que ilustra lo frágiles que pueden ser los mercados de viajes.
TUI y Cook se pueden beneficiar ya que la gente busca congelar el costo de un viaje de vacaciones reservando un paquete turístico en anticipación a tiempos más difíciles. Stuart Gordon, analista de Berenberg, dijo que aún podrían sufrir si la caída de la moneda hace que los británicos hagan visitas al extranjero más breves, se alojen en hoteles de calidad inferior y gasten menos.
Una reducción sostenida del poder adquisitivo también podría llevar a algunos a evitar las vacaciones en el extranjero y optar por una "vacaciones en casa", una tendencia que afectó la demanda de líneas aéreas y compañías turísticas tras la crisis financiera de 2008, cuando los británicos tomaron 10 millones menos de vacaciones en el extranjero. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, los niveles previos a la crisis recién lograron alcanzarse nuevamente en 2016.