Ahora nos duele más el dólar

Tras el cambio que sufrió la canasta familiar en febrero de 2019, el porcentaje de bienes importados que consumen los hogares colombianos subió de 11 a 15 %. Y debido a que podrían darse nuevos récords históricos en la divisa este semestre, las presiones inflacionarias son de considerar.

Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092.
09 de agosto de 2019 - 02:00 a. m.
En febrero se incluyeron 441 nuevos bienes en la canasta familiar. / Archivo
En febrero se incluyeron 441 nuevos bienes en la canasta familiar. / Archivo
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Volvieron los períodos de fuertes incrementos en la tasa de cambio. Esta semana, el dólar rompió su récord histórico de $3.440 y cerró el lunes en $3.456. De hecho, tan solo en las últimas semanas la divisa ha subido $200, y en las sesiones alcistas sube al menos $20. Es una situación que produce incertidumbre, pues la historia reciente, como la de 2016, ha mostrado que si se mantiene esta volatilidad habrá efectos en el bolsillo de los hogares colombianos. De hecho, el país es más sensible a los efectos cambiarios que hace tres años, debido a la nueva forma de calcular el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

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En febrero de 2019 el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que incluiría 441 nuevos bienes en la canasta familiar que se usa para calcular los cambios en el IPC. Entre los más llamativos se encuentran las plataformas de streaming (como Netflix), los cascos para motos y las jaulas para mascotas. Además, algunos productos, como el arroz para sopa, la impresión de fotografías y la cera de pisos, salieron de la medición. Si bien este cambio se dio con el objetivo de actualizar el patrón de consumo local, también incrementó el porcentaje de artículos que se importan y que los hogares colombianos adquieren.

Camilo Herrera, presidente del Grupo Raddar, explica que “el porcentaje de bienes importados que se encuentran en la canasta familiar pasó de 11 % a cerca del 15 %. Pero no es solo tecnología. También hay alimentos que se importan y por ende se ven afectados por los cambios del dólar en Colombia. Por esto, esperamos una presión inflacionaria en los próximos meses”.

En efecto, al analizar los datos de importación del DANE se encuentran varios alimentos que entran en la canasta familiar. Tan solo en bienes agropecuarios se han importado US$2.911 millones en lo corrido del año (enero-mayo, el último período reportado). Por ejemplo, de frutas y legumbres se han comprado en el exterior US$221 millones, US$185 millones de pescado y más de US$173 millones de carnes y preparados.

Enrique Gilles, profesor de economía de la Universidad EAN, explica que “los colombianos consumen más bienes importados que hace 10 años. En el caso de que se reafirme un dólar a $3.400, o incluso más, los precios se estarían afectando por dos caminos: uno directo, que es por la vía de los bienes y servicios importados que los consumidores compran, por ejemplo Netflix, electrodomésticos, celulares y computadores, y el efecto indirecto, a través de la estructura de costos de las empresas colombianas que utilizan insumos intermedios importados, lo cual puede traducirse en un incremento en los precios de los productos y servicios finales”.

Esta semana, gremios como la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato) y la Federación Nacional de Avicultores emitieron alertas sobre los efectos nocivos de un dólar así de caro. En el caso de Fenavi, alerta de que el sector importa cerca de 7 millones de toneladas de alimento para aves al año, el equivalente a unos US$1.800 millones. Por su parte, Anato advierte de una posible afectación del turismo internacional, sobre todo en la semana de receso.

Tampoco se puede ignorar que los efectos inflacionarios tienen asimismo sus importantes consecuencias sociales, que afectan a la población más vulnerable. El economista Roberto Ángulo explica que “si se transmite el efecto del dólar al IPC, se inflaría la línea de pobreza aún más. Exigiendo una recuperación económica mayor para que la pobreza no se dispare: en el último dato se ve que está estancada la pobreza monetaria”.

Por el momento, el Gobierno parece tranquilo frente a la subida de la tasa de cambio, pues el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, indicó este martes que no cree que el dólar pueda afectar la inflación. Según el funcionario, venimos de un proceso de devaluación que se acentuó y, tal como ha pasado en otras oportunidades, no se ha trasladado al IPC.

Desde la fuerte alza del lunes, la tasa de cambio ha venido cayendo y cerró este jueves en $3.369: un proceso natural, pues la divisa suele estabilizarse después de esos períodos de gran volatilidad. Sin embargo, el consenso de los analistas es que el dólar seguirá dependiendo de los efectos y de los nuevos ataques en la guerra comercial que libran Estados Unidos y China. Además, luego de que el dólar superara los $3.440, una barrera que había permanecido inquebrantable por más de tres años, se deja abierta la puerta a nuevos récords en lo que resta de 2019.

Por Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092.

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