Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La inflación no solo sigue generando preocupación en los colombianos, sino que también la necesidad de implementar medidas que ayuden a contenerla. Los expertos aseguran que en medio de este panorama se pueden generar ideas que, en aras ayudar, pueden mitigarla, pero también agravarla.
Este lunes el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, le propuso al presidente de la Nación, Iván Duque, convocar a la Comisión Nacional de Concertación de Políticas Salariales y Laborales para renegociar el salario mínimo definido para este año que, hay que recordar, se fijó en $1.000.000 el mes de diciembre pasado.
Lea también: Amenaza de estanflación dispara indicadores de riesgo crediticio
“No hay bolsillo ni salario que aguante la inflación. Le hemos solicitado al gobierno del presidente Duque alza general de salarios y para ello debe convocar la Comisión Nacional de Concertación de Políticas Salariales y Laborales. Estamos a la espera, presidente Duque”, comunicó la central.
¿Qué es esta figura de la comisión? es una mesa tripartita de concertación en la que tienen asiento representantes del gobierno (principalmente el Ministerio del Trabajo, quien a su vez hace las veces de mediador), trabajadores (organizaciones sindicales como la CUT, la CGT y la CTC) y empresarios (la Andi). Lo que propone Maltés es algo extraordinario, pues esta discusión se hace tradicionalmente en el mes de diciembre, cuando se tiene la mayor parte de la fotografía macroeconómica del año, para así ajustar los salarios con base en esa realidad.
¿Una buena idea?
La premisa que han mantenido por años las centrales obreras es que el salario mínimo no es suficiente si este no alcanza para satisfacer la canasta básica familiar. Es por esto que muchos aseguran que más que de salario mínimo se debería hablar de salario integral.
Le puede interesar: Políticas antiinflacionarias
Otra de sus históricas premisas es que un aumento significativo en los salarios se traduce en un fuerte jalonamiento al crecimiento de la economía, pues los hogares tienen más capacidad adquisitiva, lo que se traduce en una mayor demanda y, por consiguiente, mayores ventas para las empresas. Una especie de ‘todos ganan’.
Y aunque puede parecer un planteamiento razonable, si no se tienen en cuenta ciertas variables macroeconómicas, la cura puede resultar más grave que la enfermedad. Por ejemplo, de nada serviría que se aumenten los salarios si persisten los problemas en la producción de alimentos, pues los costos de cara al consumidor podrían seguir subiendo y, con más capacidad de gasto en los bolsillos, también se podría seguir generando más inflación.
De hecho, el incremento en los salarios hace parte de las malas ideas que expone el profesor de economía y columnista de este medio, Marc Hofstetter, en los intentos que puedan surgir como acciones para mitigar la inflación.
Le puede interesar: Malas ideas
“Esa medida aceleraría la espiral inflacionaria y sería regresiva, porque la mitad de los trabajadores del país, justo aquellos con menos ingresos, no recibe salarios formales. Esos incrementos se irían a la otra mitad, la más privilegiada”, señala el economista.
En su lista de malas ideas, Hoftstetter también incluye otras como poner aranceles a los alimentos para que aumente la oferta local y bajen los precios, o que se prohíban ciertas exportaciones.
Hasta el momento el presidente Iván Duque no ha respondido a esta propuesta de la CUT, quien no es la única que por estos días busca soluciones al panorama inflacionario por el que atraviesa el país.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.