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Este lunes el Congreso de la República aprobó en su totalidad el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2021 sin mayores modificaciones y por un monto de $313,9 billones, tras más de 10 horas de debate. La votación en el Senado cerró con 66 congresistas a favor y 11 en contra, mientras que en la Cámara de Representantes el proyecto tuvo respaldo de 134 miembros.
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El proyecto aprobado en el Congreso no creció en el monto total, pero sí tuvo modificaciones en la forma como se destinan los recursos. Por ejemplo, al llegar al legislativo a mediados de este año, la iniciativa contemplaba un servicio a la deuda por $74,9 billones y en los debates se redujo a $70,5 billones; cabe aclarar que este es uno de los puntos más criticados de todo el proyecto.
El servicio a la deuda es uno de los ítems que más crece en el presupuesto, incluso con la corrección al monto total que se le hizo al proyecto en su trámite legislativo. Frente a lo registrado en la vigencia anterior, este rubro experimenta un aumento de cerca de 40 % (originalmente este crecimiento era de 41,6 %).
La inversión pasó en total de $53 billones a $56,8 billones. Los gastos de funcionamiento prácticamente se mantuvieron iguales en todo el trámite legislativo, con una cifra final de $184,9 billones.
“Llevamos un presupuesto de inversión de $53 billones. Con mucho esfuerzo llegamos a uno de $58. Hay un primer mensaje y es que lo que hemos venido aprobando va a ser gasto real y no se va a quedar en el papel como una congelación del presupuesto. ¿Por qué digo esto? Porque es muy importante decir que al número que llegamos es al máximo que podemos llegar. Si seguimos incluyendo más gasto lo que vamos a tener es un problema en el momento de ejecutar porque no vamos a tener con qué. El llamado que hacemos es no generemos más gastos porque no va a estar financiado. La inversión está creciendo 40 %. Es el esfuerzo más grande que ha hecho un gobierno, y más en esta situación, en la que tenemos una caída de ingresos tan grande. Por eso decimos, ninguna proposición de gasto adicional tiene aval”, dijo Juan Alberto Londoño, viceministro de Hacienda, durante su intervención ante la plenaria de la Cámara de Representantes este lunes.
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Tras la votación, el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Luis Alberto Rodríguez, dijo que el presupuesto será la cuota inicial del compromiso por Colombia que hizo el presidente Iván Duque porque, entre otras cosas, “garantiza los recursos de tres millones de colombianos que nunca antes habían recibido una transferencia y que la necesitan en pandemia”.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el próximo año los recursos administrados por el Gobierno se focalizarán en contribuir al crecimiento económico, el apoyo a las empresas afectadas por la emergencia, la reducción de la pobreza y la generación de empleo. “Este es el presupuesto de la recuperación y vamos a ver una mejor Colombia el otro año”, aseguró el titular de la cartera, Alberto Carrasquilla.
“Es un presupuesto para la reactivación económica, que va a beneficiar a los más vulnerables porque se fortalecen programas como ingreso solidario, familias en acción, jóvenes en acción, adulto mayor, etc., que van a ayudar de manera importante a palear muchos de los efectos adversos que ha tenido esta población”, destacó la senadora del Centro Democrático María del Rosario Guerra, quien además fue una de las ponentes.
Desde la introducción del documento en el Congreso, el proyecto ha sido duramente criticado. “El debate, que debería ser un ejercicio de control del Legislativo al Ejecutivo, a menudo termina siendo un cheque en blanco para el ministro de Hacienda”, dijo en su momento el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, que examinó juiciosamente el proyecto que diseñó el Gobierno.
Una opinión que se mantuvo hasta la jornada de este lunes. “El Senado de la República acaba de aprobar el Presupuesto General de la Nación para el 2021 en una sola jornada de ‘debate’ de 10 horas y sin algún cambio. Sí, entre comillas porque no fue un debate real y sólo tuvo cambios con ‘visto bueno’ del Ministerio de Hacienda”, comentó en Twitter Juan Oviedo, miembro del Observatorio.
Los críticos del proyecto han señalado puntos preocupantes, como la gran dedicación al servicio de la deuda que el Gobierno inscribió en el documento. “Yo no creo que este es el presupuesto que necesitamos para enfrentar el mundo pospandemia y entrar en la recuperación económica. En términos generales, es un presupuesto muy conservador. Se entiende que no puede ser infinito porque el Gobierno tiene unas restricciones. Los recursos tienen límites, claramente. Pero si se pensara con menos ortodoxia, mucho más audazmente, uno ve que se necesitan entre $50 y $60 billones para compensar las pérdidas que va a tener la economía este año. Y, sin embargo, lo que de verdad crece en el presupuesto es el servicio de la deuda”, dijo en su momento Mario Valencia, director de Cedetrabajo y columnista de este diario.
Una opinión que comparte Luis Carlos Reyes, director del Observatorio: “Es un presupuesto más grande, pero la mayor parte de ese crecimiento se explica porque el Gobierno está diciendo que va a pagar más deudas de lo usual: es una refinanciación de deuda, más que otras cosas. Lo que vemos es un presupuesto muy parecido al que teníamos para este año”.
En su paso por las comisiones económicas de Cámara y Senado, el rubro de inversión creció de $53,08 billones (como venía en la propuesta del Gobierno) a $56,78 billones, por ejemplo. Y los recursos destinados para funcionamiento fueron recortados en $363.000 millones bajando de $185 billones a $184,6 billones.
Otro de los cambios notables en el camino legislativo de la iniciativa fue el incremento en la financiación para el sector agro, que pasó de $1,7 billones a $2,2 billones. Esto luego de un duro debate en la comisión quinta del Senado en el que senadores de corrientes políticas totalmente opuestas lograron ponerse de acuerdo en que los recursos para este renglón eran insuficientes, por decirlo de una forma.
Con todo y el aumento, el sector continúa desfinanciado pues requirió para 2021 poco más de $3 billones para funcionamiento e inversión.