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La industria automotriz norteamericana enfrenta una crisis "que hará que 2009 parezca un paseo por el parque" si Estados Unidos impone aranceles sobre vehículos y partes, dice Linda Hasenfratz, máxima ejecutiva del proveedor canadiense Linamar Corp.
El presidente Donald Trump ordenó el mes pasado una investigación para determinar si las importaciones de automóviles representan una amenaza a la seguridad nacional, que podría tener como resultado la imposición de aranceles de hasta el 25 por ciento. Los aranceles serían "insoportables" si se agregan a los gravámenes existentes sobre el acero y el aluminio, dijo Hasenfratz en un correo electrónico el miércoles.
"Los precios tendrán que aumentar drásticamente para los consumidores, los consumidores dejarán de comprar y tendremos un colapso en el mercado automotor" que será peor que la crisis financiera de 2009, dijo la CEO de Linamar, con sede en Guelph, Ontario, que cuenta con instalaciones en 11 países, entre ellos EE.UU. y México. "Claramente, esto dará lugar a despidos a gran escala, disminuyendo aún más la demanda de absolutamente todo y llevando a EE.UU. a una recesión muy profunda y arrastrando al resto de nosotros con ellos".
La reciente incertidumbre comercial ha golpeado el precio de las acciones de Linamar, cayendo un 22 por ciento desde mediados de mayo.
Harley-Davidson Inc. anunció el lunes que planea trasladar parte de la producción hacia fuera de EE.UU. en respuesta a los aranceles compensatorios de la Unión Europea, provocando una airada respuesta de Trump en Twitter, quien dijo que la medida será el "principio del fin" para el fabricante de motocicletas.
Hasenfratz señaló que no apoya las cuotas y aranceles sobre las importaciones de acero de países aparte de EE.UU, los que Canadá se prepara para evitar una avalancha de bienes de productores externos que buscan evitar los aranceles de EE.UU. Personas familiarizadas con los planes dijeron que los nuevos aranceles podrían anunciarse a partir de la próxima semana, y que serían adicionales a los aranceles canadienses que entrarán en vigencia el 1 de julio sobre importaciones estadounidenses que van desde el acero y barcos hasta el jarabe de arce.
"Los aranceles nunca son buenos, agregan costos que finalmente afectan al consumidor y, por lo tanto, afectan a la economía en un sentido amplio", señaló, y agregó que los aranceles de EE.UU. a los metales ya están elevando los costos para la industria automotriz que en última instancia causarán despidos.
Si los aranceles automotrices se imponen además de los aranceles del metal, será el "próximo y último paso para el desastre económico", dijo, y agregó que no sabe de un solo fabricante de automóviles o proveedor que los haya solicitado.
Linamar es la segunda compañía de componentes automotrices de Canadá después de Magna International Inc. en Aurora, Ontario.