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Argentina está volviendo a caer en el tipo de crisis financiera que supuestamente había dejado atrás su gobierno favorable al mercado. El banco central elevó las tasas a un máximo mundial del 60 % el jueves, un día después de que el presidente Mauricio Macri sorprendiera al país con una solicitud al FMI de acelerar los desembolsos.
No está claro si alguna de esas medidas será suficiente para detener una corrida del peso, que caía más de 15 % a las 12:20 en Buenos Aires. Ha bajado más del 50 % este año, la moneda de mercado emergente con peor desempeño en el mundo.
Los inversores están perdiendo la fe de que Macri, quien llegó al poder en diciembre de 2015 después de más de una década de populismo que afectó el presupuesto del país, pueda apuntalar la economía y llevar los déficits fiscales y comerciales de Argentina, y su tasa de inflación, a niveles manejables. El presidente había prometido una solución suave y gradual. Esa opción puede estar desapareciendo.
“El mercado no les está dando una opción. Los está obligando a ponerle término de una vez”, dijo Edwin Gutiérrez, jefe de deuda soberana de mercados emergentes con sede en Londres de Aberdeen Standard Investments.
La crisis en Argentina generó repercusiones en otros mercados emergentes, ya sacudido el mes pasado por un colapso similar, y que persiste, en Turquía. La lira cayó 4,7 % el jueves, mientras que las monedas desde Brasil y México a Sudáfrica también registraban pérdidas.
Argentina había establecido algunas defensas después de obtener el mayor préstamo del FMI en la historia, un paquete de crédito de US$50.000 millones acordado en junio. El país también tiene niveles relativamente bajos de deuda en moneda extranjera, después de soportar más de una década de estar prácticamente excluido de las finanzas globales.
Pero está regresando a los mercados a un ritmo rápido bajo Macri, agregando más de US$50.000 millones en deuda en dos años. La inflación se ha mantenido sobre el 30 % y se espera que aumente tras la caída del peso. El gobierno había apuntado a reducir su déficit presupuestario general al 5,1 % del PIB este año, desde el 6,5 %.
El FMI dice que está considerando la solicitud sorpresiva de Macri, hecha en un discurso televisado al país el miércoles, para que los desembolsos se aceleren.
“Dijeron que este acuerdo del FMI estará listo en unas pocas semanas ¿Tienen algunas semanas? No estoy seguro de que las tengan”, dijo Gutiérrez, de Aberdeen.