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La discusión gira en torno al incentivo que otorga el Gobierno Nacional a los arroceros que guarden el excedente de su producción del segundo semestre del año para sacarla al año siguiente, cuando hay menor oferta.
Frente a esto, la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica Flórez, le envió un mensaje a los productores arroceros y señaló que es un sector fundamental en la estrategia de convertir al país en potencia agroalimentaria. Hablar de arroz es hablar de soberanía alimentaria, dijo, por lo que es clave un plan de ordenamiento alrededor de la siembra, cosecha y postcosecha del grano.
Y añadió que toda la discusión alrededor del arroz no debe centrarse en el incentivo al almacenamiento. “Limitarlo a ese tema es quitarle alas al arroz para convertirlo en un potencial enorme que asegure la alimentación del país, para hacerlo crecer”, anotó.
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Ese incentivo para este año tiene recursos destinados por cerca de 20.000 millones de pesos, los cuales serán ejecutados de acuerdo a lo convenido en su momento. “El Gobierno dice que era un incentivo temporal, pero eso nunca se habló y lo sé porque estuve en esa mesa en el año 96″, dijo Rafael Hernández Lozano gerente general de Fedearroz.
Mientras que, para la cabeza de la cartera de Agricultura, el tema ya está sobrediagnosticado y eso fue lo que llevó a que se construyera el plan de ordenamiento. “Lo único efectivo para lograr bajar esas pérdidas para los productores arroceros cada vez que hay sobrecosecha es planificar la agricultura, generar un límite máximo de siembra del arroz, en donde todo el sector arrocero se puso de acuerdo, en dónde se debe sembrar, en dónde no”.
En cambio, lo que se extendió en el tiempo fue esa medida del incentivo que además no responde a un criterio nacional, sino a una “pugna” por incrementar el valor. “Aquí siempre frente a las soluciones profundas, se buscan paños de agua tibia. Aquí se estableció un paño de agua tibia hace años que es el incentivo del almacenamiento”.
Desde Fedearroz consideran que se “necesitan pequeñas plantas para que sea el agricultor el que guarde su excedente para sacar del mercado el arroz que sobre y que se utilice con un incentivo al almacenamiento. No renunciamos a esto hasta que haya una solución definitiva a la estacionalidad de las cosechas con distritos de riego”, según Hernández.
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Por eso, la ministra hizo un llamado al sector. “Quiero hablarles a los arroceros: a todos, medianos, pequeños, grandes, artesanales, industriales, orgánicos. En este Gobierno del Cambio la producción de alimentos es el jalonador de la economía y el crecimiento del país; les pido que dejemos de pensar en pobreza”.
Insistió en que se deben buscar mecanismos para que el sector crezca “con inversiones productivas y con fomento” que permita que los arroceros tengan su propio molino, secadora e infraestructura para que sean ellos mismos los que lo almacenen.
Y en este punto está de acuerdo Fedearroz, pero reconocen que no se puede hacer a corto plazo, sino que se debe proyectar a 10 años. “Para que tengan músculo financiero deberán hacerlo es asociación de pequeños productores. Y no puede ser solo para ellos, también se deben financiar los grandes a largo plazo y con interés anual menos al 5 %”, añadió Hernández.
“Hay un compromiso nacional de hacer las inversiones que tenemos que hacer para lograr que el arroz crezca. Nos interesa y nos solidarizamos con los arroceros, pero también con los consumidores. No podemos permitir que el arroz se vuelva un problema nacional ni para los productores ni para consumidores”, puntualizó.
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