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El pasado 19 de junio, a los apostadores de Rushbet.co, el décimo operador de juegos en línea autorizado por Coljuegos, se les cayeron sus previsiones para el partido Colombia -Japón en el Mundial de Rusia 2018. Muchos tenían la fe de que James Rodríguez asistiría el primer gol de la selección. Así lo pronosticaron, pero, una vez se conoció la nómina de José Pékerman y su decisión de no incluir al 10, las cuotas cambiaron.
Así se mueve la industria de los juegos online de apuestas deportivas. “Un juego o una carrera funcionan como la bolsa. A lo que llamamos cuotas es a los favoritos, estas son las que determinan cuánto se está pagando en ese momento. Los favoritos tienen una cuota menor. Por ejemplo, para el partido de Dinamarca-Australia del 21 de junio, el país europeo era el favorito pagando $2 por peso apostado, mientras que si ganaba el país de Oceanía se le retornaría al jugador $4.15”, explica Omar Calvo, director general de Rushbet, empresa del holding estadounidense Rush Street Interactive.
El décimo operador de juegos en línea de Colombia se inauguró en el mercado el 13 de junio de 2018, un día antes de que comenzara el Mundial de Rusia, el evento futbolístico más importante del mundo. Su irrupción llegó casi un año después de que existieran en el país las plataformas legales para apostar.
Wplay.co, una empresa de Medellín fue la primera en operar en julio de 2017, nueve meses después de que Colombia se convirtiera en el primer país de América en regular el tema de las apuestas en línea, un asunto que está en auge. Además de los operadores colombianos, también ha llegado inversión extranjera desde España, Estados Unidos e Italia, que vieron en la legalización la oportunidad de expandir sus negocios.
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El tema de la regularización de los juegos en línea respondió a la necesidad del Estado, a través de Coljuegos, de controlar las páginas que ofrecen el servicio para mayor transparencia en sus actividades, como la garantía del pago de los premios y el manejo de la información de los usuarios, promover el juego responsable y generar mayores ingresos.
“A nivel de Coljuegos tenemos unos objetivos que son los que hemos venido trabajando. El primero es aumentar el recaudo para la salud, que en estos últimos dos años ha aumentado 35%. El segundo es el control de la ilegalidad. Desde la creación de la entidad se han decomisado cerca de 19.000 elementos, entre máquinas electrónicas, computadores y elementos que estaban operando de manera ilegal en todo el país. Además, hemos bloqueado cerca de 300 páginas web ilícitas en coordinación con la Policía Nacional y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones”, dice Juan B. Pérez Hidalgo, presidente de Coljuegos.
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En la línea de atacar a ilegalidad, la entidad pública pide unos requisitos técnicos, financieros y jurídicos a los operadores para garantizar la transparencia. Entre ellos está que el dominio de la página web termine en .co, compartir teléfono y dirección de contacto, número y fecha del contrato de concesión, política de juego responsable, como la opción para establecer un monto máximo de apuestas.
A nivel financiero lo principal es que los operadores tengan capacidad de pagar los premios. “Esto implica unas inversiones en tecnología, puntos de venta, verificación de la información, bases de datos, aleatoriedad del resultado y que estén conectadas en línea con Coljuegos”, afirmó Pérez.
Cumplir las especificaciones y obtener el contrato de concesión les permite a los operadores trabajar hasta por cinco años, según lo estipula la ley. Entre las determinaciones que establece Coljuegos, el retorno a los jugadores es de 83%, los derechos de explotación para el Estado son de 15%, dejando un 2% de ingresos a las empresas, adicional de los juegos perdidos que resultan en sus ganancias.
En este sentido, desde julio de 2017 hasta abril de 2018, los juegos en línea han aportado $14.000 millones, de los cuales, más de $6.000 millones han llegado al sistema de salud, beneficiando a más de 6.000 pacientes.
Estas ganancias demuestran que la industria de los juegos en línea es muy prometedora. España, por ejemplo, percibe 300.000 millones de euros de este negocio (más de un billón de pesos). Por otro lado, la demanda de los jugadores de apuestas deportivas está en crecimiento.
En menos de un año se tienen registrados 870.000 usuarios, de los cuales 577.004 se clasifican como activos (una métrica que usualmente suele tener en cuenta la actividad en los últimos 30 días).
Estos jugadores cuentan con las páginas autorizadas wplay.co, betplay.com.co, colbet.co, zamba.co, codere.com.co, mijugada.co, masgol.co, luckia.co, sportium.com.co, rushbet.co, aquijuego.co y apuestalo.co, de las cuales diez son de apuestas deportivas, que incluyen modalidades para apostar desde en fútbol, ciclismo y tenis, hasta los e-sports, ajedrez y dardos.
Las otras dos opciones de juego son las no deportivas, como prever el clima o los certámenes de belleza, además de las de casino. En todas estas, el usuario tiene que registrarse proporcionando datos como nombre completo, cédula de ciudadanía o extranjería, dirección de residencia. Esta información es verificada por cada operador.
“Una vez registrado, hay otras herramientas que son las que están relacionadas al juego responsable. Sabemos que las apuestas pueden generar algunas enfermedades como la ludopatía y tenemos herramientas para que las personas se autorregulen. Ellas pueden configurar los montos que quieren apostar dentro de la plataforma, a nivel diario, semanal y mensual. Cambiarlos pasa por un proceso de aprobación y no es inmediato. El proceso se demora para que el afán o la urgencia por este cambio no sean derivados de una acción de ludopatía. También tenemos sistemas de detección de comportamientos no lógicos o irracionales, unos para prevención de lavado de activos. La plataforma no permite que alguien la use para una acción ilegal”, cuenta Omar Calvo, director general de Rushbet.
Cuando ya se cumple con el proceso de registro, el jugador podrá cargar con créditos su cuenta con una tarjeta de crédito, débito o puntos de venta físicos como Baloto y Efecty. E, igualmente, los premios se podrán retirar por estos mismos medios. “Eso nos permite un poco más de capilaridad a nivel nacional para llegar a todos los municipios del país y permitirle a la gente acceder a la plataforma”, comenta Calvo.
Los planes de Rushbet es que, de aquí a dos años, en vez de ocho empleados, sean 100 personas en total. Ellos están motivados porque las cifras que vienen desde Coljuegos dan la plena seguridad de que es un negocio rentable y en auge, pues seis de cada 10 colombianos apuestan. Aunque el chance y el Baloto son la opción preferida por estos usuarios, el gran reto es hacerlos migrar hacia las plataformas en línea.