Atentado contra oleoducto Cira Infantas refinería de Barrancabermeja
Ecopetrol anunció que activó el plan de contingencia y cuadrillas de atención. El evento afectó suelos y vegetación de la zona donde se presentó el derrame de crudo.
El oleoducto que transporta crudo desde las centenarias estaciones de La Cira-Infantas a la refinería de Barrancabermeja fue afectado por acciones terroristas afectando el medio ambiente.
En un comunicado de prensa, Ecopetrol rechazó “las acciones violentas cometidas por terceros contra el oleoducto Cira Infantas-Refinería de Barrancabermeja en el sector Paquistán”.
Para leer más información económica en El Espectador
Dice el informe de la estatal petrolera que el oleoducto transporta crudo desde las estaciones de La Cira-Infantas a la refinería.
Una vez se produjo el acto terrorista, la petrolera colombiana anunció que activó el plan de contingencia con dos brigadas contraincendio, cinco cuadrillas de atención ambiental y el apoyo de bomberos de Barrancabermeja, los cuales están a la espera del aseguramiento del área por parte de la Fuerza Pública que ya se encuentra en el lugar haciendo la inspección.
Ecopetrol solicitó a las comunidades aledañas que se abstengan de acercarse al lugar de la emergencia. La empresa hizo un llamado para que cesen estos delitos contra la infraestructura que ponen en riesgo la integridad de las personas, generan graves consecuencias al medio ambiente y afectan las actividades de las comunidades y de la industria petrolera.
Un informe pasado de Ecopetrol, registra que en los últimos 30 años el oleoducto Caño Limón-Coveñas (OCC) ha sido víctima de 1.500 atentados. Desde 1986 el tubo ha estado fuera de servicio el equivalente a 10 años, por atentados, y entre 1986 y 2017 se han contabilizado 3,7 millones de barriles derramados. En 2017 el costo de las reparaciones del oleoducto fue de $47 mil millones, en 17 incidentes ambientales.
De contexto: Oleoducto Caño Limón-Coveñas ha sufrido 1.500 atentados
Los daños ambientales y la contaminación de las fuentes hídricas son incalculables siempre que se presentan atentados contra la infraestructura petrolera. Igualmente, los costos en que debe incurrir la empresa petrolera son millonarios para desarrollar los planes de contingencia con miras a minimizar esos daños irreparables en el ambiente.
El oleoducto que transporta crudo desde las centenarias estaciones de La Cira-Infantas a la refinería de Barrancabermeja fue afectado por acciones terroristas afectando el medio ambiente.
En un comunicado de prensa, Ecopetrol rechazó “las acciones violentas cometidas por terceros contra el oleoducto Cira Infantas-Refinería de Barrancabermeja en el sector Paquistán”.
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Dice el informe de la estatal petrolera que el oleoducto transporta crudo desde las estaciones de La Cira-Infantas a la refinería.
Una vez se produjo el acto terrorista, la petrolera colombiana anunció que activó el plan de contingencia con dos brigadas contraincendio, cinco cuadrillas de atención ambiental y el apoyo de bomberos de Barrancabermeja, los cuales están a la espera del aseguramiento del área por parte de la Fuerza Pública que ya se encuentra en el lugar haciendo la inspección.
Ecopetrol solicitó a las comunidades aledañas que se abstengan de acercarse al lugar de la emergencia. La empresa hizo un llamado para que cesen estos delitos contra la infraestructura que ponen en riesgo la integridad de las personas, generan graves consecuencias al medio ambiente y afectan las actividades de las comunidades y de la industria petrolera.
Un informe pasado de Ecopetrol, registra que en los últimos 30 años el oleoducto Caño Limón-Coveñas (OCC) ha sido víctima de 1.500 atentados. Desde 1986 el tubo ha estado fuera de servicio el equivalente a 10 años, por atentados, y entre 1986 y 2017 se han contabilizado 3,7 millones de barriles derramados. En 2017 el costo de las reparaciones del oleoducto fue de $47 mil millones, en 17 incidentes ambientales.
De contexto: Oleoducto Caño Limón-Coveñas ha sufrido 1.500 atentados
Los daños ambientales y la contaminación de las fuentes hídricas son incalculables siempre que se presentan atentados contra la infraestructura petrolera. Igualmente, los costos en que debe incurrir la empresa petrolera son millonarios para desarrollar los planes de contingencia con miras a minimizar esos daños irreparables en el ambiente.