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Con cada inicio de año, el salario mínimo en Colombia se convierte en más que una cifra: marca el pulso de la economía cotidiana y define el impacto en millones de hogares. Este 2025 no es la excepción, con un incremento de 9,5 % que, aunque promete mejorar los ingresos de tres millones de trabajadores que devengan este pago mensual, desata una cascada de aumentos en bienes y servicios clave.
Desde cuotas moderadoras de salud hasta el precio del combustible, pasando por trámites legales y tarifas de transporte, la interconexión de estos costos refleja un sistema económico profundamente indexado al salario mínimo. Más allá de los números, estas alzas dibujan un escenario donde los desafíos fiscales y la presión inflacionaria coexisten con las necesidades del ciudadano común.
Cabe aclarar que hay precios de bienes y servicios que subirán a un ritmo diferente al del salario mínimo, pero empecemos por los que sí están asociados.
El aumento, decretado por el Gobierno el pasado 24 de diciembre tras no lograrse un consenso entre empresarios y trabajadores, establece un salario mínimo básico de $1.423.500 y un auxilio de transporte de $200.000. Sin embargo, más allá de los ingresos de los trabajadores, este ajuste desata un efecto dominó que impactará tarifas clave en sectores como salud, transporte, trámites legales y seguros.
En cifras desgranadas, lo que sube con el ajuste salarial (9,54 %) tiene consecuencias inmediatas en varios servicios, regulados por normativas que los vinculan al salario mínimo. Entre los principales rubros afectados se encuentran:
- Cuotas moderadoras de salud: Los afiliados a las EPS enfrentarán aumentos proporcionales al ajuste del salario mínimo en las tarifas (en este caso, salario mínimo diario) que pagan por consultas y procedimientos médicos.
- Multas de tránsito: Las sanciones por infracciones vehiculares también subirán, pues su cálculo está directamente ligado al salario mínimo mensual.
- Pensiones y aportes: Los valores de la pensión mínima, así como los aportes obligatorios y voluntarios a los fondos de pensiones, incrementarán en línea con el nuevo monto.
- Trámites notariales y legales: Derechos notariales y otros servicios legales ajustarán sus tarifas, lo que encarecerá los costos de escrituras y documentos oficiales.
- Subsidios estatales: Beneficios como los subsidios de vivienda aumentarán sus montos, garantizando que mantengan su proporcionalidad con el ingreso mínimo.
- Pasajes de transporte público: En ciudades donde las tarifas están indexadas al salario mínimo, los pasajes verán un incremento, impactando el presupuesto diario de los usuarios. Aunque hay excepciones, como el caso de Transmilenio en Bogotá, que subirá el pasaje en 8,47 %, dejándolo en $3.200 a partir del 18 de enero.
Cuota de administración
La cuota de administración, que cubre gastos comunes en los conjuntos residenciales, tendrá ajustes en 2025. Sin embargo, el incremento no sigue una regla fija como la inflación o el salario mínimo. En su lugar, es la Asamblea de Copropietarios la encargada de definirlo, según las necesidades del conjunto. Este enfoque permite ajustar el presupuesto a gastos específicos como mantenimientos o proyectos de mejora.
Por ejemplo, un conjunto podría basarse en el aumento del salario mínimo (9,5 % para 2025) o en la inflación proyectada (5,1 %). Así, una cuota de $300.000 subiría a $328.500 o $315.600, respectivamente.
Aunque estas cifras son referencias, Fedelonjas recalca que la prioridad debe ser la sostenibilidad financiera de la copropiedad. La participación activa de los propietarios en las asambleas resulta evidente para garantizar incrementos razonables y bien justificados.
SOAT
Las tarifas del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) presentan ajustes significativos. Este seguro, indispensable para transitar legalmente y cubrir daños corporales en caso de accidentes, establece valores específicos según el tipo y la antigüedad del vehículo. La Superintendencia Financiera ya publicó un borrador con las tarifas máximas, aplicables desde el 1 de enero.
- Para las motos, los costos varían desde $76.200 para ciclomotores hasta $497.100 para cilindradas superiores a 200 c.c.
- En el caso de vehículos familiares, los valores oscilan entre $291.400 y $492.600, dependiendo del cilindraje y la antigüedad.
- Los autos de negocios, taxis y microbuses urbanos tendrán tarifas que inician en $174.900 y llegan hasta $329.700.
- Los vehículos de servicio público urbano y buses intermunicipales también tienen montos definidos. Las tarifas para buses y busetas urbanas son de $419.700, mientras que las de vehículos intermunicipales varían entre $414.900 y $602.400, dependiendo de la capacidad de pasajeros.
- Finalmente, para vehículos de carga y ambulancias, los valores van desde $580.400 para camiones pequeños hasta $1.060.800 para los que superan las 15 toneladas.
Peajes: tres ajustes en tres meses
El Gobierno Nacional confirmó que los peajes en Colombia tendrán tres incrementos durante 2025, como parte de un plan para normalizar las tarifas congeladas en 2023. La medida busca reducir el déficit financiero generado por esta decisión, que afectó recursos destinados al mantenimiento y desarrollo vial. Según la resolución del Ministerio de Transporte, los aumentos se distribuirán entre enero y abril, impactando las finanzas de los conductores.
El primer ajuste, de 4,64 %, se aplicará desde el 1 de enero, seguido por un aumento basado en la inflación de 2024, proyectada en 5,1 %, que entrará en vigor el 16 de enero. Por último, el 1 de abril se completará el reajuste pendiente de 2023, con un alza de 3,71 %.
En términos prácticos, un peaje de $10.000 alcanzará una tarifa aproximada de $11.408 tras los tres incrementos. Estos ajustes no aplicarán a peajes administrados por el INVÍAS y la ANI que ya hayan actualizado sus tarifas con base en el IPC de 2023.
Diésel y gasolina
A partir del 1° de enero de 2025, el galón de diésel alcanzará los $10.725, con un incremento de $169, mientras que la gasolina subirá $91, llegando a $16.085 en Bogotá. Estos ajustes reflejan factores técnicos, fiscales y económicos que impactan los costos de los combustibles.
Según los Ministerios de Minas y Energía, Transporte y Hacienda, los incrementos incluyen componentes como la sobretasa al diésel, el transporte por poliductos y los biocombustibles.
El precio del diésel, además, se encarece por la mezcla de biodiésel, que vuelve a 10 % tras una reducción temporal. Para mitigar el impacto en los consumidores, el Gobierno disminuyó en $179 por galón el ingreso al productor, destinando un subsidio adicional de $387.000 millones.
Aun así, los ajustes revelan desafíos fiscales que buscan reducir gradualmente los subsidios y sanear las finanzas públicas, especialmente por el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), la política de subsidios al diésel que le ha costado al país aproximadamente $10,6 billones en 2024, y esperan, con ansias, eliminar cuanto antes.
Pagos tributarios
La Unidad de Valor Tributario (UVT) se incrementará en 5,81 %, alcanzando los $49.799. Este ajuste, establecido por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), redefine los montos de las obligaciones tributarias que los colombianos deberán cumplir este año, desde impuestos hasta multas y topes de declaración de renta.
La UVT, cuyo cálculo anual se basa en la inflación reportada por el DANE para la clase media a octubre, es una herramienta clave para mantener actualizado el sistema tributario. En comparación con los $47.065 fijados para 2024, este incremento refleja el impacto de la inflación acumulada y será determinante en las finanzas de quienes deben cumplir con sus responsabilidades fiscales.
Esta medida toma en cuenta, por ejemplo, los topes que determinan si debe declarar o no la renta, y los valores que corresponden en caso de que deba pagar impuestos (como el de renta). En caso de incumplir, las multas también se expresan en UVT, con un mínimo de 10 UVT por cualquier sanción.
Otros sectores afectados
Adicionalmente, algunos costos que no siempre se consideran directamente vinculados al salario mínimo también registrarán aumentos:
- Servicios veterinarios: Tarifas relacionadas con atención y cuidado animal podrían incrementarse.
- Honorarios de trabajadores independientes: Profesionales cuyos ingresos están basados en el cálculo del salario mínimo, como cuidadores o trabajadores por horas, ajustarán sus tarifas.
Lo que se mantendrá sin cambios
No todos los productos y servicios de la economía están sujetos al salario mínimo. Algunos rubros, cuya indexación se realiza al Índice de Precios al Consumidor (IPC), no tendrán ajustes inmediatos:
- Arriendos y vivienda: las tarifas de alquileres y viviendas ocupadas por propietarios permanecerán estables, reguladas por el IPC.
- Servicios de comunicación: internet, telefonía móvil, televisión por suscripción y otros servicios similares no experimentarán cambios ligados al ajuste salarial.
- Paquetes turísticos y transporte aéreo: los precios de vuelos y paquetes de viaje no están directamente relacionados con el salario mínimo.
- Servicios domésticos y alimentación: la mayoría de los costos en restaurantes y servicios domésticos se mantienen, aunque pueden variar por el IPC.
Desde hace varios años, el Gobierno trabaja en desindexar ciertos costos del salario mínimo para evitar que los incrementos afecten desproporcionadamente a los hogares. Aunque ya se han desvinculado más de 100 cobros, quedan pendientes 88, entre ellos multas de tránsito y algunos trámites notariales. Según expertos, este proceso es esencial para desacoplar servicios y tarifas del ingreso mínimo y reducir el impacto económico en los consumidores.
Es muy probable que la tasa de usura siga disminuyendo, lo que impulsaría el consumo interno de los hogares. Actualmente, se encuentra en 24,89 %, la más baja en 14 años. La tasa de interés del Banco de la República, que es de 9,25 %, también podría bajar si la política macroeconómica sigue en la dirección correcta.
Con este panorama, 2025 se perfila como un año de ajustes significativos, donde el desafío será equilibrar las alzas con la capacidad adquisitiva de los colombianos, especialmente en un contexto de inflación y presiones económicas globales.
El ajuste del salario mínimo para 2025 no solo redefine los ingresos de los trabajadores, sino que proyecta un efecto dominó en el costo de vida, planteando retos para millones de familias. Aunque algunos sectores han logrado desvincularse del salario mínimo, otros siguen atrapados en esta dependencia, amplificando el impacto de cada aumento.
En un año marcado por alzas escalonadas en peajes, combustibles y tarifas básicas, el equilibrio entre los ingresos y los gastos será determinante para la estabilidad económica de los hogares.
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