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La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) anunció este jueves que, aunque la emergencia en Hidroituango no ha cesado, sí hay un ajuste en las alertas que se han emitido para los municipios en la zona de influencia del proyecto sobre el río Cauca.
La entidad asegura que gracias a la llegada a la cota de 410 metros sobre el nivel del mar de la presa el escenario de una posible emergencia ha cambiado: ya no hay riesgo de avalancha, sino de una creciente súbita. “Lo que determina unos niveles de alerta más ajustados a estas nuevas condiciones”, se lee en el documento emitido por la UNGRD.
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La orden de evacuación preventiva permanente continúa para Puerto Valdivia, Puerto Antioquia y “las viviendas y zonas que se encuentran hasta 200 metros de la orilla del río Cauca en el municipio de Cáceres”, aclaró la Unidad.
La alerta naranja se extiende desde Cáceres (para viviendas a más de 200 metros de la orilla con el Cauca), hasta Tarazá. Este nivel de alerta implica tener un nivel de alistamiento para evacuación inmediata, con planes de evacuación activados y la definición de puntos seguros para la población.
Desde esta zona, que inicia en Caucasia, las autoridades mantienen una alerta amarilla para 12 municipios de Antioquia, Bolívar, Sucre y Córdoba (Nechí, San Jacinto del Cauca, Guaranda, Achí, Ayapel, San Marcos, San Benito Abad, Majagual, Magangué, Caimito y Sucre). Este nivel de alerta establece que debe haber un alistamiento para “orden de evacuación y aviso de preparación para evacuación”.
El ajuste en los niveles de alerta no significa, bajo ninguna condición, que la contingencia creada por los problemas en Hidroituango ha terminado, pues los constructores de la presa (labores a cargo de EPM) aún deben terminar varias labores para asegurar la recuperación total del proyecto, como “la continuidad del incremento en la altura de la presa hasta llegar a una cota de 435msnm, tapar los dos túneles de desviación, retirar el agua del embalse, concluir los trabajos de lozas del vertedero”, aclara la UNGRD en un comunicado.
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Las autoridades son enfáticas al afirmar que aún no se debe bajar la guardia, a pesar de las buenas noticias en la continuación de los trabajos en la presa. Esta es una emergencia que por más de una semana ha impactado a más de 26.000 habitantes del norte de Antioquia, que parece estar superando su etapa más crítica en la presa, pero que aún genera incertidumbre con respecto al futuro.