Avanza la recuperación del empleo, pero siguen los desafíos

Ya son varios los meses en los que, en promedio, el panorama del empleo en el país ha mejorado paulatinamente tras el coletazo económico de la pandemia. Ejemplo de esto es que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indicó en su más reciente reporte que, en febrero y en comparación con el mismo mes del año pasado, se recuperaron 1,5 millones de puestos de trabajo.

La actividad que consolidó una mayor recuperación de estos fue comercio y reparación de vehículos, con 335.000 plazas adicionales, seguida de actividades turísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios (282.000) e industria manufacturera (246.000).

Lea también: En febrero, el desempleo en Colombia fue del 12,9 %

“La única actividad que vemos con retroceso es la de administración pública, en donde algunas ramas de educación y de salud se han visto afectadas, particularmente en el sector salud, debido a la misma disminución del covid-19”, explica la directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Rosmery Quintero.

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, resaltó la importancia que tuvo su gremio en estos resultados. “La tasa de desempleo en el país pasó del 15,5 % en febrero de 2021 al 12,3 % en febrero de 2022. Creemos que esto es un avance importante, en donde el comercio, como muestra de su dinamismo, fue el sector que más empleó durante este período. Aportamos cerca de 135.000 puestos de trabajo nuevos. Esto es muestra de la recuperación de la economía en Colombia”, describió.

Junto con la ocupación, y como ya lo mencionó Cabal, la tasa de desempleo es otra de las cifras que ha mejorado. Puntualmente, en febrero, 3,2 millones de personas se encontraban desocupadas, mientras que para el mismo mes del año pasado esta realidad era de 3,7 millones. En suma, en Colombia 496.000 personas salieron del desempleo.

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Otra cifra alentadora es la que muestra a la población por fuera de la fuerza laboral, que es donde se agrupa a quienes no trabajan ni están interesadas en trabajar por motivos de estudio, oficios del hogar no remunerados, porque reciben una renta o pensión, o porque están desalentados y desistieron de su labor de encontrar empleo. En febrero del presente año, 13,9 millones de personas se encontraron en esta condición, lo que se traduce en una disminución de 433.000 en comparación con el mismo mes del año pasado.

Según el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, parte de esta reducción se debe a la presencialidad que se retomó en los jardines y colegios, por lo que muchas mujeres cabeza de familia lograron volver a trabajar.

Muestra de esto es que mientras 30.000 hombres salieron de la categoría de “población por fuera de la fuerza laboral” , 403.000 mujeres lo hicieron, es decir, por cada hombre hubo 13,4 mujeres.

“Lo anterior se debe al retorno a la presencialidad en la cadena integral al sistema educativo, permitiendo que del 1,5 millones de empleos, un millón corresponden a mujeres; esto indica que por cada hombre que recuperó su puesto de trabajo, dos mujeres lo recuperaron”, manifestó Quintero.

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La diferencia es notable, y al entrar a datos más granulares se evidencia que un grueso de la población femenina (529.000 mujeres) no estaba trabajando por dedicarse a labores de cuidado del hogar no remuneradas. En febrero también un considerable número de hombres (215.000) volvió a emplearse, o a buscar trabajo, tras dedicarse exclusivamente a los oficios del hogar. Con esto se puede concluir que el regreso a la presencialidad, de la mano de la paulatina recuperación de la economía nacional, fueron aspectos claves para hacer más atractivo y viable el empleo.

Los retos que persisten

Aunque estas cifras pintan unas positivas proyecciones de lo que sería el panorama del desempleo en 2022 (de hecho, el ministro de Trabajo, Ángel Custodio, cree que en este año se volverán a registrar tasas de un dígito), hay una serie de pendientes que no han mostrado mejoras y que generan preocupación sobre la calidad del trabajo en el país.

La informalidad es un claro ejemplo. De acuerdo con el DANE, en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas de Colombia, en febrero la informalidad fue del 43,5 %, que aunque evidencia una reducción de cuatro puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año pasado, no deja de inquietar que en esa condición, y en estos territorios, laboran 5,7 millones de personas, de las 10,1 millones que registra su población ocupada.

En las 23 principales ciudades y áreas metropolitanas la situación es ligeramente más grave. Allí la informalidad es del 44,8 % (3,9 puntos porcentuales menos que en febrero de 2021), lo que se traduce en que de los 11,2 millones de ocupados que registran, 6,2 millones laboran bajo la informalidad.

La brecha de género también se suma a estos pendientes históricos. En febrero la tasa de desempleo para los hombres fue del 10,3 %, mientras que para las mujeres fue del 16,5 %, por lo que se evidencia una brecha de 6,2 puntos porcentuales, y aunque hay que señalar que esta se traduce en una disminución de 1,8 puntos porcentuales (si se compara con la anterior), no deja de ser cierto que la diferencia sigue siendo grande.

De nuevo la responsabilidad por quién asume las labores del hogar no remuneradas parece ser una de las principales causas. Muestra de esto es que mientras 6,9 millones de mujeres no trabajan por dedicarse de lleno a esta labor, un millón de hombres se encontraban en la misma condición. Y aun con trabajo, a muchas mujeres les toca dedicar gran parte de su tiempo en oficios del hogar. El DANE estima que en Colombia el 48 % de las jefas de hogar destinan más tiempo en este tipo de actividades que en sus trabajos.

Por otra parte, el país sigue sin cantar victoria al coletazo económico de la pandemia, pues al comparar las cifras de febrero del presente año con las de febrero de 2020, se evidencia que en Colombia todavía hace falta recuperar 335.000 puestos de trabajo y sacar del desempleo a 157.000 personas.

Si bien el panorama actual es mucho mejor que el registrado el año pasado, el país todavía está distante de alcanzar las cifras prepandémicas. Y aun si se lograran, todavía quedarían grandes deudas, como la mitigación de la brecha de género y la aparente normalizada informalidad. No se trata de sacar pecho con cifras que crecen a paso de paquidermo, y muchos coinciden (entre ellos la Misión de Empleo) que se debería tratar de avanzar hacia mejorar la calidad del empleo en el país.

Ya son varios los meses en los que, en promedio, el panorama del empleo en el país ha mejorado paulatinamente tras el coletazo económico de la pandemia. Ejemplo de esto es que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indicó en su más reciente reporte que, en febrero y en comparación con el mismo mes del año pasado, se recuperaron 1,5 millones de puestos de trabajo.

La actividad que consolidó una mayor recuperación de estos fue comercio y reparación de vehículos, con 335.000 plazas adicionales, seguida de actividades turísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios (282.000) e industria manufacturera (246.000).

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“La única actividad que vemos con retroceso es la de administración pública, en donde algunas ramas de educación y de salud se han visto afectadas, particularmente en el sector salud, debido a la misma disminución del covid-19”, explica la directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Rosmery Quintero.

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, resaltó la importancia que tuvo su gremio en estos resultados. “La tasa de desempleo en el país pasó del 15,5 % en febrero de 2021 al 12,3 % en febrero de 2022. Creemos que esto es un avance importante, en donde el comercio, como muestra de su dinamismo, fue el sector que más empleó durante este período. Aportamos cerca de 135.000 puestos de trabajo nuevos. Esto es muestra de la recuperación de la economía en Colombia”, describió.

Junto con la ocupación, y como ya lo mencionó Cabal, la tasa de desempleo es otra de las cifras que ha mejorado. Puntualmente, en febrero, 3,2 millones de personas se encontraban desocupadas, mientras que para el mismo mes del año pasado esta realidad era de 3,7 millones. En suma, en Colombia 496.000 personas salieron del desempleo.

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Otra cifra alentadora es la que muestra a la población por fuera de la fuerza laboral, que es donde se agrupa a quienes no trabajan ni están interesadas en trabajar por motivos de estudio, oficios del hogar no remunerados, porque reciben una renta o pensión, o porque están desalentados y desistieron de su labor de encontrar empleo. En febrero del presente año, 13,9 millones de personas se encontraron en esta condición, lo que se traduce en una disminución de 433.000 en comparación con el mismo mes del año pasado.

Según el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, parte de esta reducción se debe a la presencialidad que se retomó en los jardines y colegios, por lo que muchas mujeres cabeza de familia lograron volver a trabajar.

Muestra de esto es que mientras 30.000 hombres salieron de la categoría de “población por fuera de la fuerza laboral” , 403.000 mujeres lo hicieron, es decir, por cada hombre hubo 13,4 mujeres.

“Lo anterior se debe al retorno a la presencialidad en la cadena integral al sistema educativo, permitiendo que del 1,5 millones de empleos, un millón corresponden a mujeres; esto indica que por cada hombre que recuperó su puesto de trabajo, dos mujeres lo recuperaron”, manifestó Quintero.

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La diferencia es notable, y al entrar a datos más granulares se evidencia que un grueso de la población femenina (529.000 mujeres) no estaba trabajando por dedicarse a labores de cuidado del hogar no remuneradas. En febrero también un considerable número de hombres (215.000) volvió a emplearse, o a buscar trabajo, tras dedicarse exclusivamente a los oficios del hogar. Con esto se puede concluir que el regreso a la presencialidad, de la mano de la paulatina recuperación de la economía nacional, fueron aspectos claves para hacer más atractivo y viable el empleo.

Los retos que persisten

Aunque estas cifras pintan unas positivas proyecciones de lo que sería el panorama del desempleo en 2022 (de hecho, el ministro de Trabajo, Ángel Custodio, cree que en este año se volverán a registrar tasas de un dígito), hay una serie de pendientes que no han mostrado mejoras y que generan preocupación sobre la calidad del trabajo en el país.

La informalidad es un claro ejemplo. De acuerdo con el DANE, en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas de Colombia, en febrero la informalidad fue del 43,5 %, que aunque evidencia una reducción de cuatro puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año pasado, no deja de inquietar que en esa condición, y en estos territorios, laboran 5,7 millones de personas, de las 10,1 millones que registra su población ocupada.

En las 23 principales ciudades y áreas metropolitanas la situación es ligeramente más grave. Allí la informalidad es del 44,8 % (3,9 puntos porcentuales menos que en febrero de 2021), lo que se traduce en que de los 11,2 millones de ocupados que registran, 6,2 millones laboran bajo la informalidad.

La brecha de género también se suma a estos pendientes históricos. En febrero la tasa de desempleo para los hombres fue del 10,3 %, mientras que para las mujeres fue del 16,5 %, por lo que se evidencia una brecha de 6,2 puntos porcentuales, y aunque hay que señalar que esta se traduce en una disminución de 1,8 puntos porcentuales (si se compara con la anterior), no deja de ser cierto que la diferencia sigue siendo grande.

De nuevo la responsabilidad por quién asume las labores del hogar no remuneradas parece ser una de las principales causas. Muestra de esto es que mientras 6,9 millones de mujeres no trabajan por dedicarse de lleno a esta labor, un millón de hombres se encontraban en la misma condición. Y aun con trabajo, a muchas mujeres les toca dedicar gran parte de su tiempo en oficios del hogar. El DANE estima que en Colombia el 48 % de las jefas de hogar destinan más tiempo en este tipo de actividades que en sus trabajos.

Por otra parte, el país sigue sin cantar victoria al coletazo económico de la pandemia, pues al comparar las cifras de febrero del presente año con las de febrero de 2020, se evidencia que en Colombia todavía hace falta recuperar 335.000 puestos de trabajo y sacar del desempleo a 157.000 personas.

Si bien el panorama actual es mucho mejor que el registrado el año pasado, el país todavía está distante de alcanzar las cifras prepandémicas. Y aun si se lograran, todavía quedarían grandes deudas, como la mitigación de la brecha de género y la aparente normalizada informalidad. No se trata de sacar pecho con cifras que crecen a paso de paquidermo, y muchos coinciden (entre ellos la Misión de Empleo) que se debería tratar de avanzar hacia mejorar la calidad del empleo en el país.