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La iniciativa de Coca-Cola Co. de ofrecer más bebidas bajas en calorías está dando señales de rendir frutos, aun cuando la amplia modernización del gigante de bebidas afecta los resultados.
La compañía registró ventas operativas que superaron fácilmente las estimaciones de los analistas en el tercer trimestre, ayudadas por el reciente lanzamiento de una reformulada Coca‑Cola Zero en Estados Unidos. El beneficio también superó las proyecciones en un centavo por acción, dado que los precios más altos de las bebidas dieron un impulso a las ganancias. Pero los ingresos generales disminuyeron en el periodo, afectados por una medida para escindir las operaciones de embotellado.
Con la empresa en constante cambio, los inversores se han quedado en compás de espera. Las acciones cayeron menos de un 1 %, hasta los US$45,90, en las primeras operaciones de la sesión tras los resultados.
Por ahora, Coca-Cola enfrenta una costosa transición. Su máximo ejecutivo, James Quincey, ha estado trabajando para reducir la compañía, una campaña que se centra en vender las operaciones de embotellado alrededor del mundo. El ejecutivo de 52 años de edad, que tomó el mando de la compañía en mayo, se ha comprometido a reducir los costos en otros US$800 millones, expandiendo una iniciativa de productividad que inició su predecesor, Muhtar Kent.
"Estoy animado con nuestros avances", dijo Quincey en un comunicado. La compañía está "concentrada en cumplir sus compromisos financieros a la vez que realiza importantes cambios estructurales y culturales".
Los ingresos netos cayeron un 15 % el trimestre pasado, afectados por el llamado esfuerzo de refranquiciamiento: su iniciativa para escindir las operaciones de embotellado. Las ventas orgánicas, que excluyen algunas partidas, crecieron un 4 % en el periodo. Coca‑Cola espera que el crecimiento sobre esa base sea del 3 % este año.
Coca-Cola registró una ganancia de 50 centavos por acción en el tercer trimestre, lo que se compara con la estimación promedio de 49 centavos por acción de los analistas. Los ingresos operativos llegaron a US$9.060 millones, superando la proyección de US$8.720 millones.
Renovación de productos
El aumento de las ventas despierta el optimismo de que Coca-Cola pueda hacer frente a un rápido cambio en los hábitos de los consumidores, quienes evitan las bebidas azucaradas. Quincey está revisando la cartera de la compañía y poniendo más énfasis en bebidas que no forman parte de su herencia: tés, jugos y otros productos que se perciben como más saludables.
La compañía planea reformular más de 500 productos este año. Y está agregando rápidamente bebidas a su cartera. Coca-Cola adquirió Topo Chico, una marca de agua con gas, y lanzó un café listo para beber con Dunkin’ Donuts.
El esfuerzo está destinado a catapultar a Coca-Cola a productos de mayor margen, un área en la que ganó participación de mercado en el trimestre pasado, dijo la compañía.