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La economía colombiana enfrenta una contracción en sus cifras fiscales y de crecimiento económico, impulsada por una disminución en el recaudo tributario y una baja ejecución del gasto público en sectores clave.
Según los últimos datos económicos proporcionados por Corficolombiana y el Banco de Bogotá, el país ve descender sus ingresos tributarios mientras intenta cumplir con los objetivos de gasto del Presupuesto General de la Nación (PGN), todo en el contexto de un crecimiento moderado del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,2 % en el tercer trimestre.
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Bajo recaudo tributario: impacto en el gasto público
En los primeros nueve meses de 2024, el recaudo tributario acumulado totalizó $206 billones, registrando una baja de 8,2 % en comparación con el mismo período del año anterior. Esta caída responde principalmente a una menor actividad económica que afecta la recaudación en varias categorías de impuestos:
- Impuesto de renta: $99,6 billones.
- IVA: $56,3 billones.
- Impuestos externos: $28,6 billones.
- Otros impuestos: $21,4 billones.
Para septiembre, sin embargo, el recaudo mostró una leve recuperación, alcanzando $28,1 billones, un aumento de 2,8% en comparación con el mismo mes en 2023.
Según Corficolombiana, este crecimiento puntual se atribuye a la temporalidad en el pago del impuesto sobre la renta de personas naturales, lo cual podría no representar una recuperación sostenida.
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Ejecución del presupuesto, en mínimos históricos
La ejecución del PGN (excluyendo el servicio de la deuda) ha sido notoriamente baja hasta octubre de 2024, alcanzando apenas 60 %, el segundo nivel más bajo desde 2001.
La baja ejecución significa que el Gobierno no ha utilizado completamente los fondos disponibles para impulsar sectores clave de la economía. En comparación, el promedio histórico de ejecución ha sido de 67%.
La ejecución de la inversión pública, incluyendo sectores como infraestructura y agricultura, se sitúa en 39,2 %, el menor desde 2005. Este porcentaje contrasta con el promedio histórico de 49,1%, mostrando un rezago de 9,9 puntos porcentuales.
Entre los sectores del PGN, diez muestran una subejecución de 10 puntos porcentuales en comparación con el promedio de los últimos cinco años, incluyendo Agricultura, Desarrollo Social, TIC y Cultura. Esto significa que una parte del presupuesto asignado no se utiliza, lo que puede retrasar proyectos y servicios esenciales, reflejar ineficiencia en la gestión pública y afectar negativamente la economía, además de generar desconfianza en la capacidad del gobierno para administrar los recursos públicos.
En contraste, solo dos sectores, Ciencia, Tecnología e Innovación y Empleo Público, presentan una sobre ejecución del presupuesto de 10 puntos porcentuales. Esto ocurre cuando se gasta más de lo presupuestado, lo que puede llevar a un déficit presupuestario, aumentar el endeudamiento, generar inflación y causar desconfianza en la gestión financiera del gobierno.
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Crecimiento económico moderado
Según el Banco de Bogotá, la economía colombiana habría crecido 2,2 % en el tercer trimestre de 2024. Aunque el crecimiento fue positivo, está lejos de los niveles que el país necesita para sostener sus niveles de gasto público, especialmente bajo la Regla Fiscal, que limita el endeudamiento del país.
La moderada recuperación de sectores como la agricultura ha tenido un impacto en el crecimiento, aunque la manufactura sigue rezagada.
En general, la actividad económica en septiembre mostró el nivel más bajo en los últimos tres meses, con un crecimiento anual estimado de solo 0,7 %, afectado por los menores días laborales y una demanda interna moderada.
Este desempeño deja al país en una situación de crecimiento frágil, en la que el gasto público debe ajustarse para no comprometer las metas de la Regla Fiscal.
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¿Qué implican estos datos para el futuro?
La baja en el recaudo y la ejecución limitada de los recursos pueden menguar la capacidad del Gobierno para cumplir sus metas en educación, infraestructura, salud y otros servicios esenciales. Además, la menor disponibilidad de recursos también podría repercutir en la capacidad de financiar la inversión en sectores estratégicos para el desarrollo económico y social.
Las cifras indican una baja actividad económica del sector público en comparación con el primer semestre del año. En el primer semestre, el gasto público contribuyó positivamente al PIB; sin embargo, en el segundo semestre, se espera que esta contribución disminuya conforme el ajuste fiscal se intensifique para cumplir con la Regla Fiscal.
Los analistas del Banco de Bogotá prevén que el cumplimiento del gasto público bajo el marco de la Regla Fiscal seguirá afectando el crecimiento en el cuarto trimestre.
La situación fiscal demanda medidas de ajuste y de mejora en la ejecución para evitar que la baja inversión y el débil crecimiento económico afecten el bienestar social en el mediano y largo plazo.
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