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Banco de la República eleva a 12% la tasa de interés, ¿Cómo afecta su bolsillo?

El Banco Central incrementó en 100 puntos básicos el costo del dinero, elevando a 12% la tasa de interés. Los analistas recomiendan a los consumidores preferir instrumentos de ahorro o depósitos remunerados, en lugar de adquirir nuevas deudas, ya que el costo de crédito se está incrementando.

16 de diciembre de 2022 - 09:53 p. m.
El Banco de la República sube de nuevo las tasas de interés buscando frenar la espirial inflacionaria.
El Banco de la República sube de nuevo las tasas de interés buscando frenar la espirial inflacionaria.
Foto: Agencia Bloomberg
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Mientras la inflación se mantenga con su espiral alcista es difícil pensar en que el Banco de la República comience a bajar o por lo menos frene el incremento de tasas de interés. Así quedó evidenciado en la última reunión de los miembros de la junta del banco central que elevó el costo del dinero de 11% a 12%. Es decir, que 2023 iniciará con unas tasas de interés de política del Banco de la República en 12%.

“Mientras la inflación no comience a bajar será imposible bajar las tasas de interés”, fue la advertencia del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. En eso lo acompañaron el resto de los miembros de la junta: nadie voto por reducir tasas.

Por su parte, el gerente del Banco Central, Leonardo Villar Gómez, sostuvo que en algún momento se llegó a pensar que el ciclo de alza de tasa podría estar cerca, sin pensarse que podría llegar al fin. Pero aclaró que “cuando dije (En el Congreso de la República) que ya se había acabado ese proceso de ajustes de la tasa de interés conocimos datos nuevos que volvieron a sorprender al alza en materia e inflación”.

Con este nuevo panorama, la reunión de este viernes concluyó que habrá un nuevo incremento de tasas. En enero de 2023 se vuelve a pensar en una modificación de los tipos de interés.

Para leer: Las cuatro peticiones que le hicieron los pensionados al Ministerio del Trabajo

“En noviembre la inflación anual mantuvo una tendencia creciente, superior a la esperada. La inflación total se situó en 12,5% y la inflación básica (sin alimentos ni regulados) alcanzó 8,8%. Las presiones cambiarias acumuladas sobre los precios y la indexación a tasas altas de inflación contribuyeron a este resultado”, explicó el Banco en el comunicado de la Junta.

Con este escenario se llega a un difícil 2023 donde las expectativas de crecimiento de la economía van a ser muy limitadas, después de la sorprendente expansión de PIB que se espera para este año cercano al 8% uno de los más destacados del mundo.

Recuerda el informe del Emisor que “el crecimiento anual del PIB en el tercer trimestre alcanzó 7,1% y superó el pronóstico del equipo técnico (6,4%). A pesar de que en los meses más recientes se observa una desaceleración de la actividad económica, para el año completo se pronostica un crecimiento de 8,0%”.

Según Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, la expansión de la economía observada este año “ha llevado en particular a que el consumo privado se haya expandido de una forma bastante significativa durante este año, hemos visto ese reflejo por ejemplo en el crecimiento de la cartera de los créditos de consumo y en este contexto el Banco considera prudente seguir aumentando su tasa de interés”.

Para el próximo año, a pesar de que la actividad económica va a ser alta, no alcanzará los niveles obtenidos este año. Por ello, el Banco Central espera que la economía crezca 0,5%, mientras el ministerio de Hacienda proyecta un 1,3% en línea con la Cepal que lo sitúa en 1,5% cerca a las estimaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

El incremento de la tasa de interés al 12% era esperado por todo los analistas y actores del mercado, dado que la inflación se mantiene creciendo, contrario a los que sucede en otros países donde el ciclo alcista ha comenzado a suavizarse.

Remarca el informe del Banco de la República que “las expectativas de inflación continúan por encima de la meta en todos los horizontes. En el caso de la encuesta de expectativas del Banco de la República realizada en diciembre, la inflación total sería del 7,5% y la inflación sin alimentos de 7,0% a final de 2023″.

La preocupación por la inflación “hace prever al menos 50 puntos básicos adicionales de incrementos en la tasa a comienzos de 2023, la magnitud final dependerá del comportamiento de la inflación”, comenta María Claudia Llanes economista de BBVA Research para Colombia.

Los técnicos del banco han considerado que 2023 debe terminar con una inflación de alrededor del 7%, y para el siguiente año esperan que el IPC se encauce de nuevo hacia la meta histórica del 3%, para estar cercana a la inflación objetivo del 2% los siguientes años.

La economista del Scotiabank Colpatria advierte que  “vamos a seguir viendo cómo este incremento de las tasas de interés se transmite a las tasas activas de la economía tanto para los préstamos como para los depósitos, y en ese sentido el mensaje hacia los consumidores sigue siendo preferir instrumentos de ahorro o depósitos remunerados, en lugar de adquirir nuevas deudas, ya que el costo de crédito se está incrementando, vemos que la tasa de usura supera el 40 % y las señales del Banco de la República nos sugieren ser un poco más prudentes con esas decisiones de gasto”.

La tasa de usura y el salario mínimo

Durante la mesa de concertación laboral que concluyó con un acuerdo para elevar el salario mínimo de 2023 en 16%, los sindicatos se quejaron por el nivel de usura que se ha visto en los últimos meses. Solicitaron entre otras peticiones que se revisara ese incremento por las autoridades de control del sistema financiero.

El ministro de Hacienda les recordó que “la tasa de usura está determinada por una regla que está en una ley, entonces cualquier cambio habría que cambiar esa ley”. Recordó que el nivel de usura se calcula como 1,5 veces el promedio de tasas de crédito del sistema financiero. Explicó que ese nivel de usura es el resultado de las altas tasas de interés del mercado. Sobre ese tema recordó que hay una recomendación al gobierno de bajarla, pero no hay una decisión.

Señaló que hay varias recomendaciones al gobierno, conocidas en la mesa de concertación laboral, la única ya aceptada, pero que requiere un cambio en la norma legal, es la baja en la contribución a salud de los pensionados de entre dos y tres salarios mínimos. Esa contribución bajaría del 12 al 10%, recordó el funcionario.

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Por su parte, el gerente del Banco Central aclaró que la tasa de usura no es un instrumento que esté pensado para bajar la inflación. Es un mecanismo diseñado para evitar el llamado “gota a gota” y evitar abusos de los prestamistas con tasas de interés exageradamente altas. Villas Gómez explicó que si se establece una tasa de usura baja puede terminar excluyendo del sistema financiero a muchos usuarios del crédito y llevándolos hacia la informalidad. Mientras tanto, Ocampo aclaró que la tasa de usura no está cerrando las puertas del crédito a los microempresarios.

Indicó que el gobierno del presidente Petro está adelantando una política de inclusión financiera que va a permitir a un millón de empresarios pequeños acceder al crédito formal.

Sobre el incremento del salario mínimo de 16% para 2023, el gerente del Banco de la República sostuvo que “nos impone un reto particularmente grande en garantizar que se convierta en un aumento real en la capacidad adquisitiva de los trabajadores”. Para lograr ese objetivo se hace necesario iniciar una senda de reducción de la inflación que va a llevar a que los precios al final del año entrante aumenten a un 7%.

Cumplir ese propósito llevará a que los trabajadores tengan un aumento en la capacidad de compra. Considera que la espiral alcista de los alimentos puede frenar o revertir en 2023 con ayuda de las políticas que está implementado el gobierno para favorecer la producción agropecuaria.

También destacó que en los dos últimos años se ha presentado una depreciación del peso que alcanzó a corregir algo “en los últimos 20 días”. El comportamiento del dólar de los últimos días indica que la tasa de cambio está por encima 40% de los que estaba hace dos años y 20% de un año atrás. “Ese tipo de presiones no se prevén que se mantengan hacia el futuro”, más bien se espera una tendencia en una dirección contraria que ayudaría a aliviar las presiones inflacionarias.

Ocampo, por su parte, anotó que el salario real bajó este año, debido a que la inflación fue superior al aumento decretado por la administración anterior. Este efecto se da al contrario el año entrante. Los salarios reales van a aumentar si se logra moderar los precios con la política monetaria y la oferta de alimentos.

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