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El Banco Central Europeo (BCE) redujo por segunda vez en el año las tasas de interés, en medio de un descenso en la inflación y el aumento de preocupaciones sobre el crecimiento económico. Este jueves, la autoridad monetaria bajó la tasa de depósito en 25 puntos básicos, dejándola en 3,5%, en línea con las expectativas de los analistas. A pesar de esta medida, el BCE no se comprometió a futuros recortes.
En su comunicado, el Emisor señaló que la decisión responde a la evaluación actualizada del Consejo de Gobierno sobre las perspectivas de inflación y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria. “Es apropiado dar un paso más en la moderación del grado de restricción monetaria”, explicó el BCE.
A pesar de la moderación inflacionaria, los operadores de mercado esperan otros 36 puntos básicos de recortes antes de fin de año, lo que sugiere que una nueva reducción de un cuarto de punto está casi descontada. Sin embargo, las probabilidades de más recortes se sitúan por debajo de 50%.
Al igual que otros bancos centrales, la entidad monetaria confía en que la inflación, tras alcanzar niveles históricos, volverá gradualmente a su objetivo de 2%. No obstante, la economía de los 20 países de la eurozona está mostrando señales de desaceleración, con los hogares enfrentando dificultades para sostener el repunte de principios de año y un sector manufacturero afectado por la débil demanda externa.
La debilidad económica llevó al BCE a recortar su proyección de crecimiento para 2024, ahora en 0,8%, frente a 0,9% de las estimaciones anteriores. En cuanto a la inflación, las perspectivas se mantuvieron sin cambios, con una proyección de 2,5% para 2024, de 2,2% para 2025 y de 1,9% para 2026.
La presidenta del banco, Christine Lagarde, señaló que la recuperación económica enfrenta “vientos en contra”, destacando que los riesgos se inclinan hacia la baja. “El efecto atenuado de la política monetaria restrictiva debería apoyar el consumo y la inversión”, afirmó.
Impacto en los salarios y otros sectores
La debilidad económica llevó al Emisor a recortar su proyección de crecimiento para 2024, ahora en 0,8%, frente a 0,9% de las estimaciones anteriores. En cuanto a la inflación, las perspectivas se mantuvieron sin cambios, con una proyección de 2,5% para 2024, de 2,2% para 2025 y de 1,9% para 2026.
Lagarde señaló que la recuperación económica enfrenta “vientos en contra”, destacando que los riesgos se inclinan hacia la baja. “El efecto atenuado de la política monetaria restrictiva debería apoyar el consumo y la inversión”.
Comparación internacional
Este recorte ocurre justo antes de que la Reserva Federal de Estados Unidos comience a relajar su política monetaria, mientras que el Banco de Inglaterra, que ha recortado las tasas una vez en el pasado, tiene programada su próxima reunión para tomar decisiones similares.
El BCE justificó la medida tras la desaceleración de la inflación, que se ubicó en 2,2% en agosto, por debajo del objetivo de 2% en las principales economías de la eurozona, como Alemania y Francia. Los aumentos salariales, que impulsaban los precios, también se han moderado, con una remuneración por empleado que creció 4,3% en el segundo trimestre, comparado con 4,8% del trimestre anterior.
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