Biden libera stocks de crudo para abatir su precio en EE.UU.
Advirtió a las compañías petroleras no quedarse complacidas con “las ganancias récord” por el aumento de los precios. “Ninguna empresa estadounidense debería aprovecharse de la pandemia o de las acciones de Vladimir Putin para enriquecerse a costa de las familias estadounidenses”, dijo.
El presidente Joe Biden dispuso una inédita liberación de reservas de crudo para aliviar a los hogares estadounidense ante el incremento del precio de los combustibles a consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
La medida también suplirá a un sediento mercado energético global con un millón de barriles diarios de crudo durante seis meses, con el fin de reducir la ola inflacionaria en Estados Unidos.
Biden dijo que su plan de “dos partes” no es solo para “aliviar el dolor que las familias tienen ahora sino para acabar con esta era de dependencia e incertidumbre y colocar las bases de una verdadera y duradera independencia energética de Estados Unidos”.
Puede ser de interés: En febrero, el desempleo en la UE llegó a su menor nivel histórico
También advirtió a las compañías petroleras no quedarse complacidas con “las ganancias récord” por el aumento de los precios. “Ninguna empresa estadounidense debería aprovecharse de la pandemia o de las acciones de Vladimir Putin para enriquecerse a costa de las familias estadounidenses”, dijo.
En cambio, deberían “invertir esas ganancias en producción e innovación”.
Liberación récord
“La magnitud de esta liberación (de reservas) no tiene precedentes”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
“Nunca en el mundo se vertieron (al mercado) reservas a un ritmo de un millón de barriles por día durante tanto tiempo. Esta liberación récord aportará una histórica cantidad para servir de puente hasta fin de año, cuando la producción doméstica aumenta”, añade la nota.
La medida arrojará una cantidad significativa al sobrecalentado mercado mundial del petróleo, que ha generado ondas inflacionarias en la economía estadounidense.
Batallando contra malos datos en las encuestas y con elecciones legislativas en las que la oposición se perfila como favorita para retomar el control del Congreso, la Casa Blanca trata de mostrar que Biden tiene una solución a un problema nacido en la pandemia y extendido por la guerra en Ucrania.
La liberación de reservas equivaldrá a aumentar los suministros mundiales en aproximadamente en 1%.
El petróleo cayó bruscamente tras los informes iniciales del plan estadounidense, que llegaron cuando el grupo de exportadores de crudo OPEP+ decidió aumentar modestamente la producción ignorando los pedidos de aliviar la presión sobre los precios que provoca la guerra en Ucrania.
Biden en la picota
La liberación de crudo estadounidense empequeñecerá los usos anteriores de las reservas estratégicas anunciados por Biden junto a otros países el 1 de marzo después de la invasión rusa, y también el año pasado, en respuesta al aumento de la inflación.
A pesar de una economía en recuperación y el repliegue de la pandemia de covid-19, Biden recibe poco crédito de los votantes, quienes, en cambio, lo culpan por el aumento de los precios en todas partes, desde el supermercado hasta los concesionarios de automóviles.
Los trastornos en la cadena de suministros relacionados con los diferentes ritmos de la recuperación económica en el mundo son parte del fenómeno de la inflación.
Para más información: OPEP+ aumenta levemente su producción de petróleo pese a presión de Occidente
También detrás de esa tendencia políticamente peligrosa subyacen los costos del combustible, que, a su vez, elevan los precios del transporte de casi todos los bienes.
Y para los conductores, el shock de precios en los puestos de gasolina es una constante fuente de irritación.
Los precios de la gasolina están actualmente en un promedio de 4,23 dólares por galón; un 47% por encima de hace un año.
El barril de crudo estadounidense WTI bajó 4,6%, mientras que en los contratos a futuro del barril de Brent, referencia europea, la caída fue de 5,5%, a 107,20 dólares.
Los precios del crudo llegaron en marzo hasta casi 140 dólares debido a la preocupación por Rusia, uno de los mayores productores mundiales, que desató una guerra en Ucrania y fue blanco de múltiples sanciones internacionales.
Los precios se replegaron un poco desde que Estados Unidos prohibió las importaciones rusas el 8 de marzo, pero oscilaron desde entonces en los 100 dólares.
El presidente Joe Biden dispuso una inédita liberación de reservas de crudo para aliviar a los hogares estadounidense ante el incremento del precio de los combustibles a consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
La medida también suplirá a un sediento mercado energético global con un millón de barriles diarios de crudo durante seis meses, con el fin de reducir la ola inflacionaria en Estados Unidos.
Biden dijo que su plan de “dos partes” no es solo para “aliviar el dolor que las familias tienen ahora sino para acabar con esta era de dependencia e incertidumbre y colocar las bases de una verdadera y duradera independencia energética de Estados Unidos”.
Puede ser de interés: En febrero, el desempleo en la UE llegó a su menor nivel histórico
También advirtió a las compañías petroleras no quedarse complacidas con “las ganancias récord” por el aumento de los precios. “Ninguna empresa estadounidense debería aprovecharse de la pandemia o de las acciones de Vladimir Putin para enriquecerse a costa de las familias estadounidenses”, dijo.
En cambio, deberían “invertir esas ganancias en producción e innovación”.
Liberación récord
“La magnitud de esta liberación (de reservas) no tiene precedentes”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
“Nunca en el mundo se vertieron (al mercado) reservas a un ritmo de un millón de barriles por día durante tanto tiempo. Esta liberación récord aportará una histórica cantidad para servir de puente hasta fin de año, cuando la producción doméstica aumenta”, añade la nota.
La medida arrojará una cantidad significativa al sobrecalentado mercado mundial del petróleo, que ha generado ondas inflacionarias en la economía estadounidense.
Batallando contra malos datos en las encuestas y con elecciones legislativas en las que la oposición se perfila como favorita para retomar el control del Congreso, la Casa Blanca trata de mostrar que Biden tiene una solución a un problema nacido en la pandemia y extendido por la guerra en Ucrania.
La liberación de reservas equivaldrá a aumentar los suministros mundiales en aproximadamente en 1%.
El petróleo cayó bruscamente tras los informes iniciales del plan estadounidense, que llegaron cuando el grupo de exportadores de crudo OPEP+ decidió aumentar modestamente la producción ignorando los pedidos de aliviar la presión sobre los precios que provoca la guerra en Ucrania.
Biden en la picota
La liberación de crudo estadounidense empequeñecerá los usos anteriores de las reservas estratégicas anunciados por Biden junto a otros países el 1 de marzo después de la invasión rusa, y también el año pasado, en respuesta al aumento de la inflación.
A pesar de una economía en recuperación y el repliegue de la pandemia de covid-19, Biden recibe poco crédito de los votantes, quienes, en cambio, lo culpan por el aumento de los precios en todas partes, desde el supermercado hasta los concesionarios de automóviles.
Los trastornos en la cadena de suministros relacionados con los diferentes ritmos de la recuperación económica en el mundo son parte del fenómeno de la inflación.
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También detrás de esa tendencia políticamente peligrosa subyacen los costos del combustible, que, a su vez, elevan los precios del transporte de casi todos los bienes.
Y para los conductores, el shock de precios en los puestos de gasolina es una constante fuente de irritación.
Los precios de la gasolina están actualmente en un promedio de 4,23 dólares por galón; un 47% por encima de hace un año.
El barril de crudo estadounidense WTI bajó 4,6%, mientras que en los contratos a futuro del barril de Brent, referencia europea, la caída fue de 5,5%, a 107,20 dólares.
Los precios del crudo llegaron en marzo hasta casi 140 dólares debido a la preocupación por Rusia, uno de los mayores productores mundiales, que desató una guerra en Ucrania y fue blanco de múltiples sanciones internacionales.
Los precios se replegaron un poco desde que Estados Unidos prohibió las importaciones rusas el 8 de marzo, pero oscilaron desde entonces en los 100 dólares.