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Desde el 5 de enero, el bitcoin ha registrado una caída persistente en la que, este lunes 10 de enero, alcanzó su punto más bajo al consolidar los US$39.943. No obstante, en las últimas horas ha demostrado una leve mejora, rondando entre los US$40.000 y US$41.000. La racha negativa del bitcoin ya se veía desde el 28 de diciembre del año pasado, cuando, tras varios días al alza, su valor estaba por los US$48.000.
Hay quienes interpretan este comportamiento como algo positivo pues, aludiendo a la volatilidad de la criptodivisa, argumentan que es un buen momento para invertir en la misma, esperando a que retorne a su senda de crecimiento. No obstante, hay quienes ven esto con preocupación, especialmente aquellos que ven al bitcoin como un resguardo de valor.
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Ampliando un poco más la ventana de tiempo, se evidencia que el bitcoin cayó por debajo de los US$40.000 por primera vez desde septiembre, lo que lo encamina a su peor comienzo de año desde los primeros días de la alternativa digital al dinero.
La criptomoneda original cayó hasta un 6% a $39,774 en el comercio de Nueva York, lo que elevó su pérdida este año a alrededor del 14%. La caída es la más grande para un comienzo de año desde al menos 2012. Ether bajó, mientras que el índice Bloomberg Galaxy Crypto cayó por cuarto día.
“Es probable que las criptomonedas permanezcan bajo presión a medida que la Fed reduzca sus inyecciones de liquidez”, dijo Jay Hatfield, director ejecutivo de Infrastructure Capital Advisors. “Bitcoin podría terminar el 2022 por debajo de los $20,000″.
Bitcoin fue creado a raíz de la crisis financiera mundial de 2008 por un individuo o grupo anónimo llamado Satoshi Nakamoto. Comenzó a cotizar por primera vez en 2009 y la información de precios de los primeros días es limitada.
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Mike McGlone de Bloomberg Intelligence dijo que us$40.000 es un nivel de soporte técnico importante para el token digital. Las criptomonedas son un buen barómetro para la reducción actual del apetito por el riesgo. Pero él proyecta que Bitcoin eventualmente saldrá adelante a medida que el mundo se vuelva cada vez más digital y la moneda se convierta en la garantía de referencia.
La pandemia de Covid-19 ayudó a Bitcoin a irrumpir aún más en la corriente principal a medida que las instituciones y los inversores minoristas se involucraron en el criptomercado y sus proyectos auxiliares. Ahora que la Reserva Federal se ha vuelto más agresiva, los activos más riesgosos como las acciones y los activos digitales han sufrido.
“La política más estricta de la Fed afecta no solo a las tasas de interés, sino también a la prima de riesgo de las acciones, ya que la Fed retira fondos de los mercados de capital. Las inversiones más riesgosas, como la tecnología no rentable, las acciones de memes y las criptomonedas, se ven afectadas de manera desproporcionada en relación con el resto del mercado, ya que esas inversiones son aproximadamente el doble de volátiles que el mercado general, por lo que tienen el doble de la prima de riesgo que la acción promedio”, dijo Hatfield.
Noelle Acheson, jefa de análisis de mercado de Genesis Global Trading, dijo que la caída de Bitcoin parece ser impulsada más por los comerciantes a corto plazo de la moneda que por los tenedores a largo plazo.