Calificadoras, inquietas con resultado de la economía
Si se mantiene la tendencia, las dudas comenzarán a aflorar. La regla fiscal cumple su papel, pero empieza a generar inquietud.
Jorge Sáenz V. / @jorges_v
La expansión de la economía del primer trimestre de 2017, de 1,1 %, deja un sabor amargo a pesar de que se conocía la razón para ese estado gustativo. Muchos analistas señalan que ese crecimiento estaba dentro de lo previsto para una economía con efectos de reforma tributaria y con bajos precios del petróleo. Sin embargo, hay preocupación en el mercado financiero porque las calificadoras de riesgo empiezan a mostrarse inquietas. Hay quienes opinan que nos han dado un campanazo de alerta que podría terminar con una desmejora en el grado de inversión de la economía colombiana.
“Tenemos que reconocer que el dato del primer trimestre (de la economía) no fue muy bueno, a pesar de que estaba dentro de las expectativas”, señaló Daniel Velandia, director de estudios económicos de Credicorp Capital.
Si se mantiene el enfriamiento de la economía, las dudas comienzan a aflorar. La regla fiscal cumple su papel, pero empieza a generar inquietud. La Anif, el centro de estudios académicos del sistema financiero, considera: “Las manos de las autoridades fiscales no están realmente atadas”. Es probable que, si este enfriamiento de la economía se mantiene, los recaudos de los próximos años comienzan a generar dudas; pero es muy temprano para anticipar resultados.
“La regla fiscal es un cinturón que impone una disciplina fiscal al Gobierno y suaviza el efecto de las finanzas públicas sobre la economía ante los ciclos económicos”, afirma María Claudia Llanes, economista del BBVA. La repetida ampliación de la meta de déficit fiscal del Gobierno central para 2016 y el siguiente año “está drenando la credibilidad de la disciplina”, dice la Anif.
Wilson Tovar gerente de Investigaciones Económicas de Acciones y Valores, advierte que el reciente pronunciamiento de la firma calificadora Moody's, sobre que Colombia genera poca credibilidad, sobre todo una vez conocido el dato de reducción en las estimaciones de crecimiento del PIB a 1,8 %, hechas por el Banco de la República. “La regla fiscal cumple su papel, pero genera algunas dudas”, sostiene.
Velandia reconoce que el pronunciamiento de Moody´s es “bastante extraño”. Recordó que esta firma ha sido la más optimista con el comportamiento económico del país. Fue la única que el año pasado dejó estable la perspectiva, pero ahora le empieza a preocupar el menor crecimiento de los tres primeros meses del año. “El riesgo del crecimiento económico implicaría que el recaudo no alcanzará para suplir las necesidades de gasto; entonces se pone presiones adicionales sobre la deuda”, señala Daniel Velandia.
Sin embargo, aclara que unas cifras malas de uno o dos semestres “no necesariamente debe llevar a ninguna revisión de calificación”, pero, si la situación de menor crecimiento se vuelve estructural, la situación se enrarece.
Política expansiva
“La regla fiscal ha afrontado un reto importante con la caída del precio del petróleo y el debilitamiento de la actividad que, en suma, han brindado espacio para una política fiscal más expansiva, la cual ha ayudado a compensar la desaceleración del sector externo y el consumo privado”, sostiene Carolina Monzón Urrego, economista del Banco Itaú. Y agrega: “El déficit fiscal no debe presionar el desbalance de las cuentas externas, en particular el déficit en cuenta corriente, por lo cual lo más apropiado es adoptar una senda de reducción en el déficit fiscal para evitar que se presenten en simultánea los denominados “déficits gemelos”. Para ese año, el déficit esperado es del 3,6 % del PIB, el cual deberá ser ratificado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, en el mes de junio, y, aunque supone un ajuste a la baja frente al déficit del 4 % de 2016, todavía se encuentra en una senda de ajuste lento”.
Comportamiento de la deuda
Pese a que hay alarma sobre el crecimiento de la deuda, no es tanto para entrar en pánico. La deuda como proporción del PIBha ido al alza; eso es lógico porque el crecimiento del PIB ha sido menor y la tasa de cambio (dólar) también ha estado en alza.
“Por tamaño de la deuda como porcentaje del PIB, Colombia no está entre los peores, está en el promedio. No es una deuda que alarme o que dé una señal de alerta que Colombia va a entrar en algún default (suspensión de pagos) en un momento determinado”, explica Tovar, al indicar que a esto no se refiere el reciente comentario de Moody’s. Pero es una señal clara de alerta.
Mientras la regla fiscal se cumpla y el déficit fiscal disminuya, como se presume para los próximos años, la deuda permanecerá contenida. “El asunto del crecimiento económico es más a largo plazo”, dice Velandia.
Recuerda la economista del BBVA: “En los últimos años en que los ingresos petroleros del Gobierno cayeron considerablemente, este tuvo que hacer un ajuste de gasto para cumplir con la regla fiscal. El gasto del Gobierno, sin intereses, cayó en 0,8 puntos porcentuales del PIB, entre 2014 y 2016. Esto es una prueba de la disciplina fiscal impuesta por la regla fiscal”.
Los analistas consideran que el grado de inversión, por ahora, no está en riesgo, debido al resultado de la economía del primer trimestre. Eso teniendo en cuenta que el incremento del IVA con la reforma tributaria deprimiría el consumo. Esto sucede normalmente.
La expansión de la economía del primer trimestre de 2017, de 1,1 %, deja un sabor amargo a pesar de que se conocía la razón para ese estado gustativo. Muchos analistas señalan que ese crecimiento estaba dentro de lo previsto para una economía con efectos de reforma tributaria y con bajos precios del petróleo. Sin embargo, hay preocupación en el mercado financiero porque las calificadoras de riesgo empiezan a mostrarse inquietas. Hay quienes opinan que nos han dado un campanazo de alerta que podría terminar con una desmejora en el grado de inversión de la economía colombiana.
“Tenemos que reconocer que el dato del primer trimestre (de la economía) no fue muy bueno, a pesar de que estaba dentro de las expectativas”, señaló Daniel Velandia, director de estudios económicos de Credicorp Capital.
Si se mantiene el enfriamiento de la economía, las dudas comienzan a aflorar. La regla fiscal cumple su papel, pero empieza a generar inquietud. La Anif, el centro de estudios académicos del sistema financiero, considera: “Las manos de las autoridades fiscales no están realmente atadas”. Es probable que, si este enfriamiento de la economía se mantiene, los recaudos de los próximos años comienzan a generar dudas; pero es muy temprano para anticipar resultados.
“La regla fiscal es un cinturón que impone una disciplina fiscal al Gobierno y suaviza el efecto de las finanzas públicas sobre la economía ante los ciclos económicos”, afirma María Claudia Llanes, economista del BBVA. La repetida ampliación de la meta de déficit fiscal del Gobierno central para 2016 y el siguiente año “está drenando la credibilidad de la disciplina”, dice la Anif.
Wilson Tovar gerente de Investigaciones Económicas de Acciones y Valores, advierte que el reciente pronunciamiento de la firma calificadora Moody's, sobre que Colombia genera poca credibilidad, sobre todo una vez conocido el dato de reducción en las estimaciones de crecimiento del PIB a 1,8 %, hechas por el Banco de la República. “La regla fiscal cumple su papel, pero genera algunas dudas”, sostiene.
Velandia reconoce que el pronunciamiento de Moody´s es “bastante extraño”. Recordó que esta firma ha sido la más optimista con el comportamiento económico del país. Fue la única que el año pasado dejó estable la perspectiva, pero ahora le empieza a preocupar el menor crecimiento de los tres primeros meses del año. “El riesgo del crecimiento económico implicaría que el recaudo no alcanzará para suplir las necesidades de gasto; entonces se pone presiones adicionales sobre la deuda”, señala Daniel Velandia.
Sin embargo, aclara que unas cifras malas de uno o dos semestres “no necesariamente debe llevar a ninguna revisión de calificación”, pero, si la situación de menor crecimiento se vuelve estructural, la situación se enrarece.
Política expansiva
“La regla fiscal ha afrontado un reto importante con la caída del precio del petróleo y el debilitamiento de la actividad que, en suma, han brindado espacio para una política fiscal más expansiva, la cual ha ayudado a compensar la desaceleración del sector externo y el consumo privado”, sostiene Carolina Monzón Urrego, economista del Banco Itaú. Y agrega: “El déficit fiscal no debe presionar el desbalance de las cuentas externas, en particular el déficit en cuenta corriente, por lo cual lo más apropiado es adoptar una senda de reducción en el déficit fiscal para evitar que se presenten en simultánea los denominados “déficits gemelos”. Para ese año, el déficit esperado es del 3,6 % del PIB, el cual deberá ser ratificado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, en el mes de junio, y, aunque supone un ajuste a la baja frente al déficit del 4 % de 2016, todavía se encuentra en una senda de ajuste lento”.
Comportamiento de la deuda
Pese a que hay alarma sobre el crecimiento de la deuda, no es tanto para entrar en pánico. La deuda como proporción del PIBha ido al alza; eso es lógico porque el crecimiento del PIB ha sido menor y la tasa de cambio (dólar) también ha estado en alza.
“Por tamaño de la deuda como porcentaje del PIB, Colombia no está entre los peores, está en el promedio. No es una deuda que alarme o que dé una señal de alerta que Colombia va a entrar en algún default (suspensión de pagos) en un momento determinado”, explica Tovar, al indicar que a esto no se refiere el reciente comentario de Moody’s. Pero es una señal clara de alerta.
Mientras la regla fiscal se cumpla y el déficit fiscal disminuya, como se presume para los próximos años, la deuda permanecerá contenida. “El asunto del crecimiento económico es más a largo plazo”, dice Velandia.
Recuerda la economista del BBVA: “En los últimos años en que los ingresos petroleros del Gobierno cayeron considerablemente, este tuvo que hacer un ajuste de gasto para cumplir con la regla fiscal. El gasto del Gobierno, sin intereses, cayó en 0,8 puntos porcentuales del PIB, entre 2014 y 2016. Esto es una prueba de la disciplina fiscal impuesta por la regla fiscal”.
Los analistas consideran que el grado de inversión, por ahora, no está en riesgo, debido al resultado de la economía del primer trimestre. Eso teniendo en cuenta que el incremento del IVA con la reforma tributaria deprimiría el consumo. Esto sucede normalmente.