¿Casa u oficina?: el trabajo en un escenario pospandemia
El trabajo en casa ha dejado beneficios como el ahorro de tiempo en desplazamientos. Sin embargo, también ha habido consecuencias para la creatividad, la colaboración y la salud mental. Un esquema híbrido, en parte presencial, en parte remoto, parece cada vez más probable para el futuro.
María Alejandra Medina
A raíz de la pandemia, entre dos y tres millones de personas adoptaron el trabajo en casa en Colombia. Esa es la estimación que ha manejado el Gobierno y la que tuvo en cuenta el Congreso de la República para regular esta modalidad laboral. Muchas personas —no se sabe cuántas, pues no es obligatorio reportarlo— han regresado a sus oficinas; sin embargo, como muestra un estudio de la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip), publicado este mes, nueve de cada 10 empresas en el país siguen bajo la modalidad de trabajo remoto en alguna medida.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
A raíz de la pandemia, entre dos y tres millones de personas adoptaron el trabajo en casa en Colombia. Esa es la estimación que ha manejado el Gobierno y la que tuvo en cuenta el Congreso de la República para regular esta modalidad laboral. Muchas personas —no se sabe cuántas, pues no es obligatorio reportarlo— han regresado a sus oficinas; sin embargo, como muestra un estudio de la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip), publicado este mes, nueve de cada 10 empresas en el país siguen bajo la modalidad de trabajo remoto en alguna medida.
Aunque podría pensarse que superada la pandemia las oficinas volverán a la normalidad, cada vez más la tendencia parece ir hacia lo híbrido: una mezcla entre lo remoto y lo presencial. Una de las principales razones, quizás, es que tanto las empresas como los trabajadores han notado las ventajas y desventajas del trabajo en casa. Según el estudio de Acrip (que tuvo en cuenta a 200 empresas de todos los tamaños en las principales ciudades), más del 70 % de las organizaciones pudieron recortar costos y más del 50 % creen que, trabajando desde casa, es más fácil conciliar la vida laboral con la vida familiar, al tiempo que se reduce el ausentismo.
Le puede interesar: Así quedó la ley de trabajo en casa tras su conciliación en el Congreso
Sin embargo, “en más de la mitad de las empresas, el trabajo remoto ha generado en sus colaboradores situaciones de estrés, ansiedad, sensación de soledad, depresión, claustrofobia y pánico, y solo siete de cada 10 empresas implementan acciones de seguimiento para estas afecciones”, afirma Mónica García Espinel, directora ejecutiva de Acrip. Algo similar estima la firma especialista en bienes raíces JLL: si bien ha habido ahorros como el del tiempo de los desplazamientos, por ejemplo, también hay que tener en cuenta los efectos de productividad de largo plazo, la salud mental y los costos de ajustarse a la regulación.
Según un informe de JLL sobre el mercado de oficinas en Bogotá, en 2020, con una tasa del 13,7 % de vacancia de oficinas se alcanzó un nivel que no se veía desde 2017. “A partir de 2021, el mercado (de oficinas) retornará paulatinamente a la normalidad, alcanzando una tasa de vacancia del 18,5 % en 2022 y cerca del 15,5 % en 2023. El leve descenso de la tasa de vacancia obedecerá a la recuperación económica y a la reconfiguración de la demanda”, dice el documento.
Una de las grandes conclusiones de JLL es que en un “escenario posvacuna” el sector de espacios flexibles, también llamado coworking, cobrará relevancia. Por su parte, la firma Cushman & Wakefield observa que actualmente “nos encontramos en un mercado de inquilinos en el cual los ocupantes tienen un mayor poder de negociación dadas las actuales condiciones de mercado”. Sobre nuevos proyectos inmobiliarios, “dada la fuerte ola de construcción que se tuvo en los últimos años y la nueva coyuntura, en este instante la iniciación de obras es moderada, lo que contribuirá a equilibrar la oferta con las nuevas condiciones de demanda”.
¿Cómo se regularía un modelo “híbrido”?
Hace 10 días, el Congreso de la República logró conciliar la denominada ley de trabajo en casa. Este marco normativo servirá para lo que reste de la emergencia por la pandemia o cuando ocurra algo excepcional que impida que las personas desarrollen sus labores en las oficinas de su empleador. La ley contempla principios como el de desconexión laboral y establece, por ejemplo, que es posible llegar a acuerdos para que el trabajador o la trabajadora provea los equipos y demás implementos necesarios para su labor. Sin embargo, “en todo caso el empleador es el primer responsable de suministrar los equipos necesarios para el desarrollo de las actividades, cumplimiento de funciones y prestación del servicio bajo la habilitación de trabajo en casa”, dice el articulado.
El Ministerio de Trabajo ha sido enfático en que el trabajo en casa es una medida “temporal”. Una vez terminada la pandemia, si la decisión es continuar 100 % en trabajo remoto, debería adoptarse el esquema de teletrabajo, que en Colombia está regulado desde 2008. En caso de continuar con el trabajo en casa solo algunos días de la semana, lo más probable es que sea necesario llegar a un “acuerdo de voluntades” entre las partes o esperar a que el Congreso de la República legisle particularmente sobre eso.
De acuerdo con el estudio de Acrip, una vez termine la pandemia, todas las empresas que siguen en la modalidad de trabajo remoto manifestaron querer mantenerla por lo menos un día a la semana para el 50 % del total de la nómina.