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Las medidas anunciadas a última hora del lunes luego de una reunión del Consejo de Estado en Pekín, que incluyen desde una rebaja de impuestos destinada a fomentar el gasto en investigación hasta bonos especiales para inversiones en infraestructura, se proponen conformar una respuesta más flexible a la “incertidumbre externa” que lo que implicaba el ajuste presupuestario ya implementado para este año.
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La política fiscal debe ser ahora “más proactiva” y estar mejor coordinada con la política financiera, según el comunicado -señal de que el Ministerio de Finanzas intensificará su contribución para sostener el crecimiento a la par del banco central-. Este año el Banco Popular de China rebajó tres veces los coeficientes de reservas obligatorias y presentó una serie de medidas para el sector privado y las pequeñas empresas.
Dado que aún no está claro el impacto económico que tendrán los aranceles recíprocos en el comercio con EE.UU. y el fin de la disputa comercial no está a la vista, los funcionarios están accionando múltiples mecanismos para estabilizar la economía. Por ahora, esto se lleva a cabo sin recurrir a un estímulo a gran escala o a una flexibilización monetaria amplia, en la medida que los funcionarios siguen empeñados en una campaña plurianual destinada a frenar el crecimiento de la deuda.
“No creo que haya una flexibilización significativa o un giro de 180° en las políticas; se trata más bien de una sintonía fina”, dijo Larry Hu, responsable de economía de China en Macquarie Securities en Hong Kong. “Los funcionarios están haciendo remiendos, compensando la ofensiva de desapalancamiento que fue demasiado rápida y violenta”.
El yuan se depreció en el mercado interno 0,65 % a 6,8295 por dólar, el nivel más bajo desde junio de 2017. Las acciones avanzaron en Shanghái y Hong Kong.
Para Nomura Holdings Inc., el comunicado marca “el inicio del estímulo fiscal”. Guotai Junan Securities Co. dijo que “confirmó la tendencia a la flexibilización en la política monetaria”, y Deutsche Bank AG la considera “una confirmación de que la postura de la política se desplaza hacia la flexibilización”. Standard Chartered Bank Plc dijo que las políticas serán levemente más flexibles para sostener la demanda interna pero que no hay intenciones de introducir un estímulo amplio.
La reunión reiteró el discurso de que China alcanzará un equilibrio entre flexibilización y ajuste y mantendrá una liquidez “razonable y suficiente”. También prometió mejorar la transmisión de la política monetaria, expresión que el Banco Popular de China había abandonado desde una campaña para reducir el crecimiento del crédito iniciada a finales de 2016.
No ha habido un cambio oficial respecto de la política “prudente y neutral” del banco central, pero las medidas anunciadas en los últimos días indican que los funcionarios están adoptando una postura de apoyo en medio de la disputa comercial con EE.UU. Aquellas comprenden la inyección récord de este lunes de fondos para los bancos y la publicación de nuevas pautas para el sector de gestión de activos.
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La economía creció 6,7 % en el segundo trimestre, la expansión más lenta desde 2016. Se pronostica que el crecimiento se desacelerará este año a 6,5 %, en consonancia con la meta oficial.