“Cifra del PIB 2023 es parte de un proceso de normalización”: directora del DANE

Piedad Urdinola Contreras, directora del Departamento Nacional de Estadística (DANE), explica la polémica cifra del 0,6 % del Producto Interno Bruto del año pasado, los censos en marcha y el avance del catastro multipropósito.

Nelson Fredy  Padilla
18 de febrero de 2024 - 01:00 p. m.
Piedad Urdinola visitó El Espectador y habló de temas demográficos como la baja en los índices de fecundidad, que hace que Colombia tenga cada vez más población de adultos mayores. / Jose Vargas
Piedad Urdinola visitó El Espectador y habló de temas demográficos como la baja en los índices de fecundidad, que hace que Colombia tenga cada vez más población de adultos mayores. / Jose Vargas

Como economista de la Universidad de los Andes y profesora de estadística en la Universidad Nacional, ¿qué tan preocupante es la cifra que reveló el jueves de un crecimiento del Producto Interno Bruto de la economía colombiana de apenas el 0,6 % para 2023?

Estamos reportando una cifra que está por debajo de las expectativas que se tenían de todos los analistas económicos. Estas expectativas iban desde 0,9 hasta 1,2. De tal manera que nos ha desconcertado un poco. Pero para entender mejor, recordemos que venimos de unos períodos inusuales. La pandemia generó un decrecimiento inusual, histórico en el caso colombiano, y luego una recuperación dos años continuos con niveles también inusuales. Y lo que estamos viendo ahora, pues es también parte de una normalización. (Recomendamos: Videoentrevista con figuras del ciclismo español que vinieron a escribir un libro sobre los escarabajos colombianos).

En todo caso se habla de que estamos al borde de la recesión y países potencias económicas, como Alemania y Japón, entraron en esa dinámica. Con ese panorama nacional e internacional, 2024 no parece tan alentador.

Claro. Primero recordemos cuál es la definición de recesión: dos períodos consecutivos en negativo. Ahora tenemos una cifra anual, que es de 0,6. Pero cuando revisamos hacia atrás no tenemos ningún período en negativo, ni siquiera uno, y se necesitan dos. También reportamos la cifra del último trimestre de 2023, que fue 0,3. Entonces también está en positivo, de tal manera que como tal, la definición de recesión no la estamos reportando porque no es lo que estamos viendo, y como bien lo dice, sí tenemos como referencia otros países que ya se han declarado en recesión.

Es decir, ¿para usted no es alarmante?

No, porque se esperaba que el PIB fuera por debajo del 1 %. Realmente las expectativas que tenían los analistas eran muy cercanas, y es lo que estábamos esperando, aunque quedó un poco por debajo, pero tampoco tan debajo. La diferencia no es tan amplia.

¿Qué le sorprendió de los sectores que van bien, por ejemplo el financiero, o de los que les está yendo mal, como la construcción?

Creo que una sorpresa muy importante es lo que ha pasado con el sector primario: agricultura, ganadería, pesca, porque después de varios años en negativo, el último semestre del año ha mostrado unos crecimientos bien interesantes. Esto sí ha sido realmente sorprendente. Es algo que los analistas tampoco esperaban, pero estamos viendo allí un crecimiento de distintas fuentes que son muy importantes.

¿Cuáles, por ejemplo?

La yuca, un producto que no tenía esos crecimientos que ahora vemos. El último semestre muestra que el café también viene en una recuperación. Otros productos como plátano, banano, ganadería, temas porcinos, huevos y leche han tenido un repunte muy interesante.

Hay una aparente contradicción de cifras, porque por un lado la economía parece estancada, la inversión ha bajado, pero por otro lado el índice de desempleo ha mejorado. ¿Cómo explica esto?

Primero recordemos que aquí hay un descalce en la medición. Este 15 de febrero presentamos la cifra del PIB que mide hasta diciembre de 2023 y las cifras de empleo las presentamos mensualmente, en 15 días vamos a estar presentando la del mes de enero. Ahora ya cerramos el año 2023 en ambas y ya podemos ver lo que pasó: tenemos un mercado laboral que mantiene la recuperación después de la pandemia. Cayó en 2020, tuvo una gran recuperación en 2021 con un PIB de más de 10 puntos mientras el mercado laboral todavía estaba rezagado y su recuperación se da realmente en 2022 y 2023.

¿Cómo entender que al tiempo es constante la disminución de la inflación, lo que ha beneficiado los precios de los alimentos básicos?

Lo que venimos viendo es eso. Esta caída en la inflación viene desde 2022 y los sectores que jalonaron fueron alimentos, comidas y bebidas no alcohólicas. El año pasado ya se evidenció en transportes, bienes y combustible para vehículos. Estamos viendo una recomposición.

Ustedes miden también los índices de calidad de vida a partir de factores como la canasta familiar. ¿Colombia ha mejorado en calidad de vida o no ceden la inseguridad alimentaria y el hambre?

Han crecido bien, pero nosotros tenemos nuestro IPM, que es nuestro Índice de Pobreza Multidimensional, que nos ayuda a dar una medida de esta pobreza desde muchas miradas, no solamente la monetaria. Lo que hemos visto es que Colombia tiene una tendencia de reducción de la pobreza de IPM muy cercana al 30 %. Cuando comenzó a medirse, en 2011 y 2012, había niveles cercanos al 12 %. Es decir, cada vez hay menos pobres. Sin embargo, todavía tenemos unos problemas muy serios. El año pasado, por primera vez, produjimos el indicador FIES de seguridad alimentaria, que nos dice que cerca del 30 % de los colombianos sufren de inseguridad alimentaria media, es decir, que al menos una vez al año se acostaron un día sin comer. Hay cinco componentes estructurales de este índice, entre ellos educación, trabajo, calidad de vida y vivienda.

Como doctora en demografía de la Universidad de California, uno de los retos que asumió en 2022 fue hacer el censo económico urbano. ¿En qué va el proceso?

El censo económico nacional no se hace en el país hace más de 30 años. El último fue en 1990. De allí que en este momento no tengamos nada de información actualizada sobre ese tejido empresarial colombiano, vital para el Plan Nacional de Desarrollo que nos está rigiendo, por lo que ya quedó articulado allí y lo vamos a realizar este año. La entidad lleva cuatro años preparándose.

Y en 2025 hay previsto un censo basado en conteo y en 2030 otro que ya es el de población y vivienda.

Sí. Aquí es muy importante recordar que el año pasado se aprobó la Ley 2335, que llamamos Ley de Estadísticas. Allí se han implementado los ciclos censales por buenas prácticas y normas internacionales por los manuales de Naciones Unidas. Se sugiere que los censos principales se hagan en los años terminados en cero, y el censo de población y vivienda está planeado para 2030 dentro de este gran ciclo. El DANE está preparando, pero ya dependemos de los recursos de la nación.

También me parece interesante el registro multidimensional indígena. ¿Por qué se hace dirigido a la población wayuu?

Es una respuesta a lo que también se conoce como la sentencia wayuu desde 2017 (Corte Constitucional). Al DANE se le exigió crear este registro multidimensional wayuu, tuvimos una fuertísima preparación y se hizo todo en un solo año, en un tiempo récord y bajo las guías de la cosmogonía wayuu y la organización de sus famosas rancherías. Recogimos por primera vez un censo de población y vivienda para un grupo particular, y eso lo hace completamente innovador.

También estaba pendiente el ajuste poblacional afrocolombiano. ¿Esa corrección en qué quedó?

Recordemos que el Censo Nacional de Población y Vivienda 2018 registró un número muy inferior de la población afrodescendiente en Colombia, cuando se contrastaba con lo que se había recolectado en 2005, y en ese momento lo que se ofreció como respuesta es que allí hubo muchos problemas en la recolección de información. También llegó otra sentencia judicial pidiendo al DANE precisar y verificar qué fue lo que pasó. Y eso es lo que hemos hecho durante este año y medio en defensa de la población afrodescendiente, negra, raizal y palenquera del país. Le puedo decir que hemos llegado a la conclusión y que estamos a punto de presentar ese documento al país, explicando muchas de las causas que llevaron a este problema, desde fallas en los diseños de las preguntas, en la manera en que se recolectaron datos y en el trabajo de campo, hasta en la preparación de los censistas.

¿Habrá cifras reales de cuántos afrodescendientes hay en el país?

Los censos no se pueden rehacer. Esto es algo que hay que empezar otra vez. Corrigiendo los errores, habría que hacer otro censo para poder saber. Solamente podemos medir en el tiempo presente. Lo importante ahora es que tenemos mejores políticas para una mejor aproximación y estamos haciendo esfuerzos enormes para incluir toda esta dimensión en todos los operativos del DANE. Por ejemplo, el Censo Económico Nacional Urbano será el segundo en el mundo con una dimensión étnico-racial. Les preguntaremos por primera vez a los dueños de las empresas y hasta a los trabajadores de la calle con cuál pertenencia étnico-racial se identifican.

¿De qué sirvió el Censo Voluntario de Género y Sexualidad?

Eso se consolidó como un registro de poblaciones, que llamamos técnicamente especiales. Un primer paso que se hizo fue este autollenado voluntario de las personas que se identifican como personas cisgénero o con otras identidades sexuales LGBT. El año pasado ya tuvimos un primer plan piloto de lo que sería esta nueva forma de recolección de información para esta población, que estuvimos trabajando con comunidades de base en el Caribe colombiano y en Bogotá. Esperamos tener una metodología que sea mucho más robusta y con la que podamos realmente tener unas cifras más confiables.

Un proceso clave que lidera el DANE, junto con el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, es la actualización del catastro multipropósito. ¿Cómo va ese trabajo, que será la base para materializar una reforma agraria?

El catastro multipropósito es clave para muchísimas cosas. Creo que esto es algo que el país probablemente desconoce, pero es toda la información que podemos tener de lo que sucede en cada uno de los predios del país. Es un censo de predios, para que la gente pueda hacer una analogía. En equivalencia, es como cuando vamos a los hogares a hacer un censo de población y preguntamos cuántos viven acá, de qué edades, qué sexo, qué hacen, qué estudian, en qué trabajan, en fin, esto mismo hace el catastro multipropósito: va y cuenta qué hay en esos predios y cuáles son sus potencialidades: está dedicado a extensión urbana, rural, es productivo, no es productivo, pertenece a un parque natural. En fin, nos dará todo el marco de la tierra, la distribución de ella y sus usos. Es una deuda enorme que tiene el país, porque hay un retraso en promedio de 16 años del levantamiento de la información catastral. Imaginará usted que hay sitios donde nunca se recogió, sitios donde el rezago es de 30 años o más. Es un esfuerzo enorme y es uno de los puntos principales del Plan Nacional de Desarrollo y trabajamos en avanzar lo que más podamos.

Todo un proceso de paz, porque los expertos coinciden en que el gran origen de los problemas de violencia de Colombia tienen que ver con la propiedad y el uso de la tierra.

Se sabe que la tierra es uno de los ejes centrales de los conflictos en el país, y por eso es tan importante tener claro sus datos. Con esta información habrá una claridad en las reglas del juego para que la economía pueda seguir trabajando, para decirle a un campesino hasta aquí llega el páramo y usted no puede sembrar papas de aquí para arriba, pero de aquí para abajo sí puede hacer la gran diferencia en el uso de la tierra.

Ha sido profesora en la Universidad de Stanford, en el Departamento de Biología Humana, y en la Universidad Nacional investigó sobre fecundidad adolescente. Uno oye a muchos jóvenes diciendo que no quieren ser padres de familia. ¿Los índices de fecundidad aquí en Colombia se mantienen a la baja?

Llevamos ya dos ruedas de estadísticas vitales presentando el mínimo histórico. Entonces sí estamos viendo sin duda alguna un decrecimiento en la fecundidad, que tampoco es sorprendente para los demógrafos, pues los que somos expertos en estos temas sabemos que es resultado de la transición demográfica que en Colombia se marcó desde 2015. Son niveles por debajo de alrededor de dos para el caso colombiano. Lo que pasa es que en el imaginario de los colombianos todavía se cree que somos un país donde la gente tiene muchos hijos y que pronto de la noche a la mañana esto empezó a caer. Pues en realidad no es así, ya vamos para una década en ese proceso que aceleró la pandemia.

También dirigió el Observatorio Demográfico en la Nacional. ¿Colombia aún es un país de jóvenes o será de viejos?

Somos un país joven. Nos encontramos precisamente en pleno bono demográfico, que se entiende si pensamos que la población es una pirámide con forma de diamante y la mayoría estamos en el gordito en las edades productivas, es decir, entre los 20 y los 60 años. Sin embargo, toda esta transición demográfica nos va a llevar al envejecimiento. Pero estamos lejos de Japón y Alemania, que son líderes en esos índices y nos llevan décadas en ese proceso. A la vuelta de unos años, o algo más de una década, seremos ya un país envejecido. En este momento la población de adultos mayores alcanzará cerca del 14 % en el país.

¿Y en cuanto a los índices de mortalidad, ya que usted también es experta en ese tema?

Allí vamos viendo una mejora. Somos diferentes de otros países, incluso en la región, y es que tenemos un exceso de mortalidad masculina. Cuando estudiamos a los hombres entre los 15 años y casi hasta los 35, vemos una joroba a la que llamamos exceso de mortalidad, y esas defunciones sin duda son por homicidios. Tenemos también muchos accidentes viales, pero el grueso en Colombia son los homicidios.

Toda esta información que recolecta el DANE sobre los colombianos depende de una muy buena tecnología y de gran seguridad informática. ¿Están al día en esa materia?

Tenemos una excelente noticia. El año pasado logramos los recursos necesarios para destinarlos a todo el tema seguridad en la entidad y para hacer una renovación tecnológica. Están llegando físicamente todos los aparatos desde noviembre del año pasado. Los colombianos pueden tener toda la tranquilidad de que tenemos la mejor tecnología disponible para la seguridad de los datos. Obvio, nada nos hace infalibles, porque cada semana oímos de un hackeo de alguna entidad. Pero ahora podemos hacer un monitoreo en tiempo real las 24 horas del día, los siete días de la semana. También vamos a trabajar con máquinas virtuales que aumentarán nuestra productividad para el procesamiento de grandes bases de datos, que cada vez son más grandes. Hoy en día tenemos censos, encuestas y registros administrativos, y estos registros son cada vez más voluminosos. Por ejemplo, lo que pagamos los colombianos en seguridad social. Eso nunca va a decrecer, todo lo contrario, será cada vez más grande en la medida en que tengamos más trabajadores. Por eso estamos ampliando la capacidad de procesamiento.

El DANE cumplió 70 años, ¿cómo lo imagina cuando cumpla 100?

Bueno, me imagino un DANE completamente tecnificado, haciendo muchos procesos automatizados, generando la información con una oportunidad mucho más eficiente para que la gente entienda muy rápido. Espero que en 30 años el país sea más educado y la gente tenga esta cultura estadística que nos permita recoger la información de manera mucho más rápida. Con este entendimiento de que las cifras son un bien público que nos ayuda a todos y todas a tomar mejores decisiones.

Nelson Fredy  Padilla

Por Nelson Fredy Padilla

Periodista desde 1989, magíster en escrituras creativas, autor de cinco libros, catedrático de periodismo y literatura desde 1995, y profesor de la maestría de escrituras creativas de la Universidad Nacional, del Instituto de Prensa de la SIP y de la Escuela Global de Dejusticia.@NelsonFredyPadinpadilla@elespectador.com

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Dion Casio(66071)19 de febrero de 2024 - 03:55 p. m.
Siempre se mide el PIB como si fuera una medida impoluta y abstracta que mide la actividad económica de un país en un aña, pero que decir sobre que proporción de ese producto es generado por el pueblo raso? qué el indicador no se deja, mentira se debe hacer el trabajo de que se deje, y que se refuerce con otros indicadores y también de que refleje en la medición cosas ciertas y no simples tranasacciones. Al menos que se desgloce en forma de remuneración a factores y se
Rafael(tkc0y)18 de febrero de 2024 - 05:57 p. m.
Muy buen artículo y se muestras unas cifras interesantes, así como el análisis presentado por la doctora Piedad Urdinola. Gremios como el bancario cuando les va bien, no dicen nada, pero si les va mal montan la campaña de desprestigio más grande. Hay una pregunta sobre la construcción que quedó sin resolver y fue desviada hacia el sector primario. Cómo va la construcción y cómo el sector inmobiliario?
José(70717)18 de febrero de 2024 - 04:30 p. m.
Con razón estamos como estamos: con un catastro multipropósito retrasado en 16 años, antes no se ha acabado este país.
Pablo(75453)18 de febrero de 2024 - 03:10 p. m.
Excelente, se nota y se agradece la capacidad y la experiencia de un funcionario que sabe del tema y de la empresa que lidera
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