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Las perspectivas de crecimiento económico e inflación de Colombia son positivas, pero el país enfrenta aún problemas estructurales como la necesidad de diversificar su economía, según la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El organismo que rige el comercio mundial publicó hoy el quinto Examen de Políticas Comerciales de Colombia, una evaluación a la que deben someterse periódicamente todos los Estados miembros de la entidad.
El escrutinio de los expertos de la OMC ha evaluado lo sucedido en el país sudamericano entre 2012 y 2017, donde si bien en los dos primeros años el PIB creció un 4%, este aumento se desaceleró a partir de 2015 y se estima que sólo alcanzó un 1,8 % en 2017.
"La desaceleración en el crecimiento ha sido el resultado de una disminución de las exportaciones, especialmente de petróleo y otras materias primas, y de una menor expansión de la demanda interna", se explica en el informe.
Si bien se menciona que las autoridades pusieron en marcha un programa de reformas, que incluyó incentivos fiscales, reducciones arancelarias y de otros impuestos, cambios en el régimen de inversión y más infraestructuras, el texto subraya retos por solventar.
"Aunque las perspectivas en materia de crecimiento económico e inflación son positivas, algunos problemas estructurales plantean aún retos importantes, incluyendo la necesidad de continuar fomentando la diversificación de la economía y de reducir los niveles de pobreza", señala.
Aunque Colombia exporta más de 4.800 productos diferentes, aún depende considerablemente de las ventas de petróleo y sus derivados, las cuales representaron aproximadamente el 40% de las exportaciones totales en 2017, seguidas del carbón, productos químicos, el café y las flores.
Además la evaluación de la OMC reconoce que el país "está implementando una estrategia para diversificar su base exportadora con el fin de alejarse de su dependencia de las materias primas". Para ello se está tratando de promover la exportación de servicios y de productos manufacturados no tradicionales. Los principales socios comerciales de Colombia son Estados Unidos, la Unión Europea, China, México y el Brasil.
Otro punto criticado en el texto es la complejidad de las normas y la dificultad de implementarlas. Si bien se reconoce que Colombia llevó a cabo un proceso de simplificación y unificación de reglamentos, todavía queda trabajo por hacer.
El texto señala que a pesar de los esfuerzos realizados, la implementación del régimen jurídico y regulatorio continúa siendo compleja a causa de las frecuentes modificaciones que se introducen. Además, debido a ciertas particularidades del sistema colombiano, el proceso de implementación de cambios jurídicos resulta, en ocasiones, prolongado.
No obstante las críticas, los economistas de la OMC reconocen que Colombia mantiene un régimen comercial orientado hacia la apertura y que los cambios legislativos han servido para modernizar el marco jurídico comercial.
Destacan el fortalecimiento de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE) y la implementación del sistema de administración de riesgos que ha reducido la frecuencia de las inspecciones y los tiempos de desaduanamiento. Además se reconoce la adopción de una nueva Regulación Aduanera, aunque su implementación es escalonada y algunas medidas aún no entran en vigor.