Colombia pierde de nuevo estatus sanitario por reaparición de la fiebre aftosa
La Organización Mundial de Sanidad Animal retiró al país de la lista de los que están libres de esa enfermedad. Hace más de un año había ocurrido algo similar, con consecuencias para el mercado exportador bovino.
Redacción Economía.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) suspendió el estatus de Colombia como país libre de la fiebre aftosa con vacunación, luego de que el pasado 1° de octubre esa entidad fuera notificada de un nuevo foco de la enfermedad –que afecta a los animales de pezuña hendida, como el ganado bovino– registrado en Sogamoso, Boyacá.
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En diciembre pasado, el Instituto Colombiano Agropecuario había celebrado que el país, después de casi seis meses, había recuperado el estatus, salvo en una zona de contención. Si bien, según el Ministerio de Agricultura, el virus fue detectado en esa zona (un área de la que, por ejemplo, no pueden salir animales vivos), la OIE retiró el estatus a nivel nacional.
Según las autoridades, “se fortalecerán las acciones de vigilancia que permitan controlar y evitar la propagación de la enfermedad que se presentó esta semana en Sogamoso, Boyacá”.
El ministro de Agricultura, Andrés Valencia, afirmó: “Iniciamos una estrategia de diplomacia sanitaria con los exportadores para conversar con los embajadores de los países de destino de carne y animales en pie para mantener los mercados abiertos”.
La reaparición de la enfermedad por primera vez en ocho años se dio en junio de 2017, cuando se empezaron a detectar varios focos de aftosa en diferentes zonas del país. Eso trajo como consecuencias la pérdida del estatus, el cierre de mercados, entre otras.
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Pasados seis meses del primer hallazgo, Colombia pudo recuperar el estatus libre de aftosa con vacunación (que se realiza en dos ciclos anuales). En abril de 2018, en plena zona de contención, reapareció la fiebre, pero en esa ocasión Colombia mantuvo su estatus.
Luego, en agosto y después de varios meses de no haber registrado nuevos casos, el país había solicitado levantar la zona de contención en Cundinamarca, Boyacá, Arauca y Casanare. Sin embargo, el 27 de septiembre se supo que la existencia de la zona se había extendido (hasta el 31 de octubre), y, días después, el 1° de octubre se confirmó el hallazgo, del que se tenía sospecha realmente desde el día 17 del mes pasado.
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La Federación de Ganaderos de Colombia, Fedegán, lamentó la situación y manifestó su apoyo para combatir la enfermedad. El gremio resaltó su preocupación respecto a “desde 2017 hay situaciones atípicas en cuanto al incremento del hato y la cantidad de cabezas vacunadas, cuya variación –en comparación con el Censo Agropecuario del DANE– es del 22,7 %”.
“Esa es una realidad que el país tiene que verificar y debe hacerlo de manera exhaustiva, no solo para identificar zonas y predios donde eventualmente hay mucho más ganado del que venía existiendo en los inventarios que regularmente vacunó Fedegán durante más de 20 años, sino al mismo tiempo para poder tener una evaluación epidemiológica que le dé seguridad al Estado, tranquilidad a los ganaderos y permita de mejor forma avanzar a nivel internacional en los escenarios la admisibilidad pasa por la sanidad del hato”, dijo José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán.
En Colombia hay cerca de medio millón de familias que viven de la ganadería, y el país exporta a unos 18 mercados. De la última crisis, uno de los que más costaron reabrir fue el chileno, que anunció luz verde a las importaciones de carne colombiana en julio de este año.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) suspendió el estatus de Colombia como país libre de la fiebre aftosa con vacunación, luego de que el pasado 1° de octubre esa entidad fuera notificada de un nuevo foco de la enfermedad –que afecta a los animales de pezuña hendida, como el ganado bovino– registrado en Sogamoso, Boyacá.
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En diciembre pasado, el Instituto Colombiano Agropecuario había celebrado que el país, después de casi seis meses, había recuperado el estatus, salvo en una zona de contención. Si bien, según el Ministerio de Agricultura, el virus fue detectado en esa zona (un área de la que, por ejemplo, no pueden salir animales vivos), la OIE retiró el estatus a nivel nacional.
Según las autoridades, “se fortalecerán las acciones de vigilancia que permitan controlar y evitar la propagación de la enfermedad que se presentó esta semana en Sogamoso, Boyacá”.
El ministro de Agricultura, Andrés Valencia, afirmó: “Iniciamos una estrategia de diplomacia sanitaria con los exportadores para conversar con los embajadores de los países de destino de carne y animales en pie para mantener los mercados abiertos”.
La reaparición de la enfermedad por primera vez en ocho años se dio en junio de 2017, cuando se empezaron a detectar varios focos de aftosa en diferentes zonas del país. Eso trajo como consecuencias la pérdida del estatus, el cierre de mercados, entre otras.
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Pasados seis meses del primer hallazgo, Colombia pudo recuperar el estatus libre de aftosa con vacunación (que se realiza en dos ciclos anuales). En abril de 2018, en plena zona de contención, reapareció la fiebre, pero en esa ocasión Colombia mantuvo su estatus.
Luego, en agosto y después de varios meses de no haber registrado nuevos casos, el país había solicitado levantar la zona de contención en Cundinamarca, Boyacá, Arauca y Casanare. Sin embargo, el 27 de septiembre se supo que la existencia de la zona se había extendido (hasta el 31 de octubre), y, días después, el 1° de octubre se confirmó el hallazgo, del que se tenía sospecha realmente desde el día 17 del mes pasado.
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La Federación de Ganaderos de Colombia, Fedegán, lamentó la situación y manifestó su apoyo para combatir la enfermedad. El gremio resaltó su preocupación respecto a “desde 2017 hay situaciones atípicas en cuanto al incremento del hato y la cantidad de cabezas vacunadas, cuya variación –en comparación con el Censo Agropecuario del DANE– es del 22,7 %”.
“Esa es una realidad que el país tiene que verificar y debe hacerlo de manera exhaustiva, no solo para identificar zonas y predios donde eventualmente hay mucho más ganado del que venía existiendo en los inventarios que regularmente vacunó Fedegán durante más de 20 años, sino al mismo tiempo para poder tener una evaluación epidemiológica que le dé seguridad al Estado, tranquilidad a los ganaderos y permita de mejor forma avanzar a nivel internacional en los escenarios la admisibilidad pasa por la sanidad del hato”, dijo José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán.
En Colombia hay cerca de medio millón de familias que viven de la ganadería, y el país exporta a unos 18 mercados. De la última crisis, uno de los que más costaron reabrir fue el chileno, que anunció luz verde a las importaciones de carne colombiana en julio de este año.