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La oportunidad para ensanchar el negocio petrolero colombiano nunca fue tan grande como ahora. Pero no es porque se haya puesto un acelerador a nuestra industria petrolera, se debe al desastre del vecino país con su mayor empresa, PDVSA, y a la posibilidad, un poco remota, de que Estados Unidos cierre su grifo al pesado crudo venezolano.
“Esta situación, aunque lamentable para Venezuela, representa una oportunidad para Colombia, pues los barriles que el vecino país deja de producir continuarán siendo demandados. Es decir, alguien tiene que atender este faltante y ahí es donde se abre una oportunidad para el crudo de otros países, incluido Colombia”, señala el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda.
Mientras Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, disminuye su producción, Colombia ve tímidamente elevar el número de barriles producidos. El año pasado, la producción de crudo en Colombia durante el mes de diciembre fue de 889.352 barriles diarios. El promedio anual fue de 865.127 barriles diarios, por encima de la meta del Gobierno de 840.000 barriles diarios, según las cifras del Ministerio de Minas y Energía.
“Los mejores precios observados en 2018 contribuyeron a un mayor dinamismo del sector y el otro punto importante es que generamos toda una agenda de reactivación económica en el sector”, indicó la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez. Para este año, la expectativa de producción es superar los 900.000 barriles, dice la funcionaria.
Colombia tiene en el radar petrolero el desarrollo de fracking para elevar significativamente las reservas petroleras. “Con los yacimientos convencionales es bien difícil llegar a una producción nueva de un millón de barriles, salvo que tengamos un descubrimiento significativo”, dijo la ministra.
“Las importaciones de Estados Unidos de crudo venezolano vienen bajando. En 2017 fueron 525.000 barriles por día, mientras en 2018 bajaron a 420.000 barriles por día”, explica un vocero de Ecopetrol. “Toda perturbación en la oferta del petróleo venezolano se resentirá en el mercado, especialmente para los refinadores estadounidenses del golfo de México que dependen de este crudo más pesado”, apuntan los analistas del ING, citado por la agencia de noticias AFP.
Analistas de Ecopetrol consideran que si sancionan o bloquean a Venezuela se abre una buena oportunidad para los crudos pesados colombianos en Estados Unidos. “Es decir, indirectamente nos podríamos ver beneficiados. Se ‘valorizarían’ los (crudos) pesados que demanda EE. UU.”, dicen.
Gremios nacionales, como Campetrol, consideran que difícilmente se verá una recuperación en la producción de Venezuela luego de tocar los 1,2 millones de barriles promedio al día. “Lo anterior, sumado a las sanciones impuestas por la comunidad internacional, podría disminuir las exportaciones de crudo venezolano dejando un déficit de crudo pesado en el mercado que Colombia, en principio, debería aprovechar”, sostiene Germán Espinosa, presidente de Campetrol.