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Al parecer, Coviandes ya tiene listo su informe sobre lo que sucedió en el viaducto de Chirajara, parte del cual se desplomó en enero de este año, y sobre lo que se hará con la estructura que quedó en pie.
Aunque el documento no ha sido presentado oficialmente, según confirmó la Agencia Nacional de Infraestructura, todo parece indicar que la estructura será demolida por Coviandes, el concesionario de la vía. La empresa no se pronunció al respecto.
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El Ministerio de Transporte tampoco ha recibido el documento, aunque lo que sí se sabe es que en conversaciones informales se han conocido detalles verbales del informe y todo parece indicar, sin confirmación oficial, que la demolición será el camino que tomará el concesionario de la vía, que tiene el control total sobre el viaducto.
El desplome parcial del puente de Chirajara dejó a nueves personas muertas, por lo que, además de los exámenes de ingeniería de varias empresas, también hay una investigación de la Fiscalía en curso, cuyos resultados o avances no se conocen.
La opción de demoler ha sido recomendada por dos comisiones de expertos. La primera, del Instituto Americano del Concreto (ACI, por sus siglas en inglés), cuyo reporte preliminar fue presentado a finales de enero. En él, los ingenieros aseguran que la parte que quedó en pie presenta grietas y está en “riesgo inminente de desplome”.
La segunda, de la propia interventoría, que contrató a una firma mexicana (Mexpresa) para analizar el desplome, concluyó que éste se dio por fallas de diseño y sugirió que la torre que quedó en pie debe ser demolida pues, al ser una estructura gemela a la que se cayó, presenta los mismos problemas y está en riesgo de desplome.
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El mismo día en que Mexpresa presentó su informe, Coviandes anunció que había contratado a la firma Modjeski and Masters, con sede en Estados Unidos, para hacer sus propios análisis sobre lo que sucedió y decidir el camino a seguir. El concesionario aseguró que se acogería totalmente a las recomendaciones de esta empresa, que entró a trabajar en el terreno desde el pasado 1 de febrero.
La presentación del informe incluiría un plan para la demolición controlada de la estructura, cuyos puntos primordiales son la implosión de la torre que quedó en pie, así como el manejo del tráfico sobre la vía Bogotá-Villavicencio. El diseño de esta suerte de coreografía puede demorar unos 15 días y la limpieza de la zona después de demoler puede llevarse hasta mes y medio, según varios expertos consultados por este diario.
El viaducto de Chirajara se encuentra en construcción desde enero de 2014 y estaba a punto de ser terminado, con la unión del tablero por el que circularían los carros, cuando una de las dos torres que lo componen se desplomó, llevándose a nueve personas al abismo.