¿Cómo avanza la transición energética en América Latina?
A nivel mundial, Colombia se ubicó en el puesto 35, mientras que en la región ocupó el quinto lugar. Le contamos el panorama según el reporte del Foro Económico Mundial.
La transición energética va por buen camino a nivel mundial. En 2023, se invirtieron US$1,8 billones invertidos en energía limpia y desde 2020 las inversiones en eficiencia energética han aumentado 45 %, según el reporte ‘Fomento de una transición energética eficaz’ del Foro Económico Mundial (FEM).
Ahora, si bien los puntajes promedio globales del Índice de Transición Energética (ETI) alcanzaron sus niveles más altos, con 107 de 120 países progresando durante la última década (cerca de 6 %), este avance se ha desacelerado en los últimos tres años, principalmente por tensiones geopolíticas y cambios tecnológicos. Este puntaje se mide desde 46 indicadores basados en tres pilares, equidad, seguridad y sostenibilidad.
Los 10 primeros países a nivel mundial representan solo 1% de las emisiones de CO₂ relacionadas con la energía, 3% del suministro total de energía, 3% de la demanda de energía y 2% de la población mundial.
En el caso de América Latina y el Caribe, el crecimiento ha sido más lento, con puntajes ETI de solo 3 % en la última década. Incluso, la región experimentó un desplome de 70 % en la inversión en energías renovables en este mismo periodo.
A pesar de esto, la agencia internacional destacó a Colombia en el quinto puesto a nivel regional, después de Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay. En cambio, a nivel mundial se ubicó en el puesto 35, con un ranking liderado por Suecia, Dinamarca, Finlandia, Suiza y Francia.
Según el reporte, Colombia ha mejorado la seguridad energética con fuentes renovables como la energía hidroeléctrica y bioenergía.
“Colombia se ha convertido en un líder en la formulación de políticas de transición a energías limpias y es un ejemplo inspirador de un país productor de combustibles fósiles, comprometido con la acción climática, basado en una vía de descarbonización a largo plazo, una política de diversificación energética y económica y una transición justa”, apuntó la Agencia Internacional de la Energía (EIA).
Además, EIA agregó que “en 2023, la política de transición energética de Colombia se encuentra en otro punto de inflexión crucial, ya que el Gobierno apunta al cambio gradual hacia cero emisiones netas, alejándose de un modelo de industria extractivista fuertemente dependiente de las exportaciones de petróleo y carbón”.
Sin embargo, el progreso a nivel mundial ha sido desigual. Muqsit Ashraf, director ejecutivo del grupo, estrategia de Accenture, mencionó que “aparte de una mayor adopción de la energía eólica y solar, no ha seguido el ritmo necesario para alcanzar el cero neto para 2050″.
Por su lado, el FEM señaló en el reporte que las inversiones en países en desarrollo continúan siendo insuficientes, y persisten los desafíos dentro y entre los países, especialmente en la asequibilidad y el acceso a la energía.
La transición energética avanza a nivel mundial, aunque no al ritmo esperado de manera promedio. A pesar de esto, Colombia avanzó en la capacidad instalada solar, un logro que le acerca a la meta de seis gigas renovables para 2026.
💡 Un logro en la capacidad instalada solar
De acuerdo con la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), ayer, lunes 24 de junio, el país superó la giga de capacidad instalada solar en el sistema eléctrico. La meta es incorporar seis gigas renovables para 2026.
Este logro, que permitió completa 1.193 MW, de los cuales 952 MW han sido instalados desde el 1 de enero de 2023, se deberían a la reciente entrada de los parques solares La Loma (150 MW) y Fundación (90 MW). Ambos proyectos, el primero ubicado en el Cesar y el segundo en Magdalena, permitirán que poblaciones cercanas al tamaño de Bucaramanga puedan tener energía eléctrica continua por primera vez.
La UPME informó que pronto entrarán 637,08 MW de proyectos solares y eólicos, que sumarán 1.830 MW renovables.
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La transición energética va por buen camino a nivel mundial. En 2023, se invirtieron US$1,8 billones invertidos en energía limpia y desde 2020 las inversiones en eficiencia energética han aumentado 45 %, según el reporte ‘Fomento de una transición energética eficaz’ del Foro Económico Mundial (FEM).
Ahora, si bien los puntajes promedio globales del Índice de Transición Energética (ETI) alcanzaron sus niveles más altos, con 107 de 120 países progresando durante la última década (cerca de 6 %), este avance se ha desacelerado en los últimos tres años, principalmente por tensiones geopolíticas y cambios tecnológicos. Este puntaje se mide desde 46 indicadores basados en tres pilares, equidad, seguridad y sostenibilidad.
Los 10 primeros países a nivel mundial representan solo 1% de las emisiones de CO₂ relacionadas con la energía, 3% del suministro total de energía, 3% de la demanda de energía y 2% de la población mundial.
En el caso de América Latina y el Caribe, el crecimiento ha sido más lento, con puntajes ETI de solo 3 % en la última década. Incluso, la región experimentó un desplome de 70 % en la inversión en energías renovables en este mismo periodo.
A pesar de esto, la agencia internacional destacó a Colombia en el quinto puesto a nivel regional, después de Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay. En cambio, a nivel mundial se ubicó en el puesto 35, con un ranking liderado por Suecia, Dinamarca, Finlandia, Suiza y Francia.
Según el reporte, Colombia ha mejorado la seguridad energética con fuentes renovables como la energía hidroeléctrica y bioenergía.
“Colombia se ha convertido en un líder en la formulación de políticas de transición a energías limpias y es un ejemplo inspirador de un país productor de combustibles fósiles, comprometido con la acción climática, basado en una vía de descarbonización a largo plazo, una política de diversificación energética y económica y una transición justa”, apuntó la Agencia Internacional de la Energía (EIA).
Además, EIA agregó que “en 2023, la política de transición energética de Colombia se encuentra en otro punto de inflexión crucial, ya que el Gobierno apunta al cambio gradual hacia cero emisiones netas, alejándose de un modelo de industria extractivista fuertemente dependiente de las exportaciones de petróleo y carbón”.
Sin embargo, el progreso a nivel mundial ha sido desigual. Muqsit Ashraf, director ejecutivo del grupo, estrategia de Accenture, mencionó que “aparte de una mayor adopción de la energía eólica y solar, no ha seguido el ritmo necesario para alcanzar el cero neto para 2050″.
Por su lado, el FEM señaló en el reporte que las inversiones en países en desarrollo continúan siendo insuficientes, y persisten los desafíos dentro y entre los países, especialmente en la asequibilidad y el acceso a la energía.
La transición energética avanza a nivel mundial, aunque no al ritmo esperado de manera promedio. A pesar de esto, Colombia avanzó en la capacidad instalada solar, un logro que le acerca a la meta de seis gigas renovables para 2026.
💡 Un logro en la capacidad instalada solar
De acuerdo con la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), ayer, lunes 24 de junio, el país superó la giga de capacidad instalada solar en el sistema eléctrico. La meta es incorporar seis gigas renovables para 2026.
Este logro, que permitió completa 1.193 MW, de los cuales 952 MW han sido instalados desde el 1 de enero de 2023, se deberían a la reciente entrada de los parques solares La Loma (150 MW) y Fundación (90 MW). Ambos proyectos, el primero ubicado en el Cesar y el segundo en Magdalena, permitirán que poblaciones cercanas al tamaño de Bucaramanga puedan tener energía eléctrica continua por primera vez.
La UPME informó que pronto entrarán 637,08 MW de proyectos solares y eólicos, que sumarán 1.830 MW renovables.
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