¿Cómo le fue al café en la pandemia y qué viene para 2021?
Los retos del sector, al igual que los del resto del país, pasan por la aplicación de vacunas contra el COVID-19 y el impacto de la próxima reforma tributaria en el consumo y en el renglón del agro, en general.
Para Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, los principales retos de los cafeteros están alineados en buena medida con los del resto de la economía y el país en general: avanzar en la vacunación de quienes más están en riesgo y las perspectivas de la venidera reforma tributaria, que bien podría impactar al renglón del agro en general, pero también generaría golpes por el lado del consumo.
“En la tributaria hay gente que está hablando de un impuesto sobre los insumos y eso sería gravísimo para nosotros, pero también para todo el sector agropecuario. Estamos a la expectativa de conocer el texto final de la reforma”, dijo Vélez durante un encuentro con medios realizado este jueves.
Lea también: Arrancó programa de renovación de cafetales 2021
En una mirada más específica del sector, Vélez tiene el ojo encima de la producción de la cosecha de principios de año, pues el clima “no ha favorecido al café y más bien ha estado del lado de disminuirla”.
En el primer semestre, la Federación espera que se recojan seis millones de sacos, con el empleo de cerca de 138.000 recolectores en regiones como Boyacá, Cundinamarca, el norte del Huila, Cauca, Nariño y el centro y sur de Tolima, que estarán en la cosecha principal. Sitios como Antioquia, Caldas, Risaralda, el sur del Huila, Valle del Cauca y una porción de Santander estarán en traviesa. Para el caso de Quindío, la mitad de los municipios estará en la cosecha principal y la otra mitad, en traviesa. Para el acumulado del año, las expectativas de producción rondan los 14 millones de sacos.
Para Vélez, los factores están dados en el equilibrio de oferta y demanda para que los precios en bolsa se mantengan estables, a pesar de que la demanda cayó 1,5 % el año pasado en mercados como Estados Unidos.
Internamente, 2020 también implicó una baja en el consumo en Colombia, específicamente en el sector institucional por cuenta de las oficinas que migraron sus empleados al trabajo remoto; este renglón representa un tercio de la canasta nacional de consumo, según la Federación.
Sin embargo, esta migración al trabajo remoto también incrementó el apetito de los compradores por café de mejor calidad, lo que ha impulsado estos segmentos de la producción.
En materia del impacto de la pandemia en el país cafetero, las cifras de la Federación dan cuenta de que 12 % de las veredas cafeteras tienen hoy presencia de COVID-19 y hay identificadas más de 21.300 personas de este sector económico con más de 80 años, por ejemplo. Pero para nadie es un secreto que la vacunación en la ruralidad es un mundo aparte de lo que se hace en las ciudades, pues trae sus propios retos logísticos en transporte y comunicación. “Tenemos que mirar muy bien cómo hacemos esa unión entre cafeteros y vacunas”, puntualizó Vélez.
A pesar del impacto económico de la pandemia, 2020 fue un buen año para el café nacional, pues la producción llegó a 13,9 millones de sacos (60 kilos), con un valor de $9 billones, la cifra más alta en 20 años, según datos de la Federación.
En el frente de las tiendas Juan Valdez, Vélez ofreció un parte de tranquilidad al indicar que 87 % de éstas (289 locales) ya se encuentra abiertas y funcionando en medio de las restricciones y medidas propias de la pandemia. “Soy optimista en que la situación se pueda normalizar prontamente”, indicó el dirigente.
Cifras del café en Colombia
En el país hay 844.743 hectáreas de café (de las cuales 83% están en etapa productiva), con una edad promedio de 6,89 años, una densidad de 5.261 árboles por hectárea y 84 % del área sembrada en variedades resistentes, todo ello gracias al esfuerzo por lograr cafetales tecnificados, jóvenes y altamente productivos con ayuda de las renovaciones.
La productividad media alcanza los 19,8 sacos de café verde por hectárea, lo que ha contribuido a que en los últimos seis años (2015-2020) el promedio de cosecha supere los 14,1 millones de sacos, de acuerdo con la Federación.
Los porcentajes de roya (5%, debido a la mayor humedad) y broca (2%) se mantienen, respectivamente, en el límite y por debajo del umbral de daño económico (5%).
Para Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, los principales retos de los cafeteros están alineados en buena medida con los del resto de la economía y el país en general: avanzar en la vacunación de quienes más están en riesgo y las perspectivas de la venidera reforma tributaria, que bien podría impactar al renglón del agro en general, pero también generaría golpes por el lado del consumo.
“En la tributaria hay gente que está hablando de un impuesto sobre los insumos y eso sería gravísimo para nosotros, pero también para todo el sector agropecuario. Estamos a la expectativa de conocer el texto final de la reforma”, dijo Vélez durante un encuentro con medios realizado este jueves.
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En una mirada más específica del sector, Vélez tiene el ojo encima de la producción de la cosecha de principios de año, pues el clima “no ha favorecido al café y más bien ha estado del lado de disminuirla”.
En el primer semestre, la Federación espera que se recojan seis millones de sacos, con el empleo de cerca de 138.000 recolectores en regiones como Boyacá, Cundinamarca, el norte del Huila, Cauca, Nariño y el centro y sur de Tolima, que estarán en la cosecha principal. Sitios como Antioquia, Caldas, Risaralda, el sur del Huila, Valle del Cauca y una porción de Santander estarán en traviesa. Para el caso de Quindío, la mitad de los municipios estará en la cosecha principal y la otra mitad, en traviesa. Para el acumulado del año, las expectativas de producción rondan los 14 millones de sacos.
Para Vélez, los factores están dados en el equilibrio de oferta y demanda para que los precios en bolsa se mantengan estables, a pesar de que la demanda cayó 1,5 % el año pasado en mercados como Estados Unidos.
Internamente, 2020 también implicó una baja en el consumo en Colombia, específicamente en el sector institucional por cuenta de las oficinas que migraron sus empleados al trabajo remoto; este renglón representa un tercio de la canasta nacional de consumo, según la Federación.
Sin embargo, esta migración al trabajo remoto también incrementó el apetito de los compradores por café de mejor calidad, lo que ha impulsado estos segmentos de la producción.
En materia del impacto de la pandemia en el país cafetero, las cifras de la Federación dan cuenta de que 12 % de las veredas cafeteras tienen hoy presencia de COVID-19 y hay identificadas más de 21.300 personas de este sector económico con más de 80 años, por ejemplo. Pero para nadie es un secreto que la vacunación en la ruralidad es un mundo aparte de lo que se hace en las ciudades, pues trae sus propios retos logísticos en transporte y comunicación. “Tenemos que mirar muy bien cómo hacemos esa unión entre cafeteros y vacunas”, puntualizó Vélez.
A pesar del impacto económico de la pandemia, 2020 fue un buen año para el café nacional, pues la producción llegó a 13,9 millones de sacos (60 kilos), con un valor de $9 billones, la cifra más alta en 20 años, según datos de la Federación.
En el frente de las tiendas Juan Valdez, Vélez ofreció un parte de tranquilidad al indicar que 87 % de éstas (289 locales) ya se encuentra abiertas y funcionando en medio de las restricciones y medidas propias de la pandemia. “Soy optimista en que la situación se pueda normalizar prontamente”, indicó el dirigente.
Cifras del café en Colombia
En el país hay 844.743 hectáreas de café (de las cuales 83% están en etapa productiva), con una edad promedio de 6,89 años, una densidad de 5.261 árboles por hectárea y 84 % del área sembrada en variedades resistentes, todo ello gracias al esfuerzo por lograr cafetales tecnificados, jóvenes y altamente productivos con ayuda de las renovaciones.
La productividad media alcanza los 19,8 sacos de café verde por hectárea, lo que ha contribuido a que en los últimos seis años (2015-2020) el promedio de cosecha supere los 14,1 millones de sacos, de acuerdo con la Federación.
Los porcentajes de roya (5%, debido a la mayor humedad) y broca (2%) se mantienen, respectivamente, en el límite y por debajo del umbral de daño económico (5%).