Noticias de Como Leer Una Declaracion De Renta Y Que Dice La De Gustavo Petro

Declaración de renta de Gustavo Petro, Elecciones presidenciales 2022.

Cómo leer una declaración de renta y qué dice la de Gustavo Petro

El candidato del Pacto Histórico publicó recientemente su declaración de renta. Pocos documentos pueden ser tan complejos para quien no sea un experto en tributación. Acá le explicamos cómo entender, y qué dice, esta pieza de información.

16 jun 2022 - 12:00 m.

Un formulario de declaración de renta es, para algunos, una de las cosas más misteriosas del mundo. Escrito en tributario, un idioma enteramente distinto del español, puede ser un documento insondable incluso para gente que entiende de impuestos y del sistema fiscal colombiano.

Y, sin embargo, esta pieza de información cobra especial relevancia en tiempos electorales. Aunque no hay una obligación legal para hacerlo, algunos de los aspirantes a altos cargos dentro del Estado publican sus declaraciones de renta en un esfuerzo por ofrecer mayor transparencia sobre sus propias finanzas, ya que algunos de ellos pueden terminar teniendo un impacto en las de todos por cuenta del diseño y aprobación de reformas tributarias, por ejemplo.

Recientemente, Gustavo Petro publicó su declaración de renta del año gravable 2020, la más reciente disponible. Analizamos, con miembros de la Red de Trabajo Fiscal, un grupo de académicos de diversas entidades expertos en temas tributarios y fiscales, el documento publicado por Petro.

Este análisis se realizó con la ayuda de María Fernanda Valdés, Brandon Espinel, Andrés Ordóñez y Sneyder Rivera.

En líneas generales, los expertos de la Red calificaron la declaración de Petro como “normal para un funcionario de alto rango en el Estado”.

Pero para entender con mejor detalle el documento presentado por el candidato del Pacto Histórico, primero hay que entender cómo leer una declaración de renta.

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¿Eso con qué se come?

Una declaración de renta para personas naturales pretende mostrar las rentas y el patrimonio de un ciudadano. Y, a diferencia de las personas jurídicas, como las sociedades, diferencia los tipos de ingresos que percibe cada individuo. Por ejemplo: si son rentas de trabajo, si son rentas de capital (como los arriendos),si son ingresos generados por un negocio personal, por dividendos de acciones en una empresa, etc.

“Esta diferenciación es muy importante porque se considera injusto que todas las personas paguen este impuesto de la misma manera, teniendo en cuenta que no todos ganan de la misma forma: no es comparable el ingreso percibido por un trabajador, que aquel que recibe alguien que vive de las rentas de capital”, opina Brandon Espinel.

Entonces, cuando se revisa una declaración de renta el primer bloque que se encuentra es el patrimonio. El impuesto a la renta no grava directamente el patrimonio, pero especificarlo permite tener un control de qué tanto creció la riqueza de una persona en un año.
De cierta forma, la declaración podemos verla en cinco bloques principales.
El primero es el que corresponde al patrimonio, que comprende los activos y las deudas de una persona. En la declaración se identifican dos reglones que son, el patrimonio bruto (integrado por la totalidad de activos) y el líquido, que es el resultado de restarle las deudas al bruto.

El segundo gran bloque, y quizá el más complejo, es la cédula general. Como ya se dijo, para el caso de personas naturales, el impuesto de renta diferencia los ingresos. Cada diferenciación, cada tipo de ingreso, se conoce como una cédula.

Entonces, en la cédula general se encuentran diferentes canastas para separar los ingresos. Son cuatro en total: rentas de trabajo, rentas por honorarios, rentas de capital y rentas no laborales.
- En líneas generales, las rentas de trabajo son todas las relacionadas con la actividad laboral de una persona, que, generalmente, corresponden a su salario.

- Las rentas de honorarios son, como su nombre lo indica, las recibidas como honorarios por una actividad diferente a un contrato laboral, pero que implica la prestación de un servicio. Por ejemplo, por un servicio de consultoría.

- Las rentas de capital se refieren al arrendamiento de un inmueble, por ejemplo. También pueden ser regalías o rendimientos financieros. En términos técnicos, este renglón hace referencia a los ingresos generados por la explotación del capital.

- Rentas no laborales: son todas las que no sean clasificadas en las anteriores categorías. Pueden ser ingresos por un negocio pequeño (sin la existencia de una sociedad). O el producido de un taxi, por ejemplo. Usualmente aplican para una persona que se reconoce como un comerciante, pero no es un rentista de capital.

Rentas de trabajo
Para el caso de los empleados, la categoría con más información tributaria es la de rentas de trabajo. Todo arranca con la totalidad de los ingresos que recibe una persona, o sea, los ingresos brutos. Y sobre estos comienzan a efectuarse ciertas deducciones o restas, autorizadas por la ley, para llegar al monto sobre el cual se aplica la tarifa del impuesto de renta.

El primero de estos renglones que ejercen deducciones es el de “ingresos no constitutivos de renta”. En él se cuentan los aportes a seguridad y los pagos de parafiscales, entre otros.

Después de esto se tiene un monto llamado renta líquida, que es sobre el que se ejercen otro tipo de deducciones y restas antes de llegar a la cifra final sobre la que se aplica el impuesto a la renta.

Estas “disminuciones” las podemos ver en las secciones de rentas exentas y deducciones imputadas. “Las personas naturales trabajadoras tienen ciertas deducciones autorizadas por el legislador; lo que paga en intereses por vivienda y por sus dependientes (hijos, por ejemplo)”, explica Espinel.

En esa medida, después de calcular las deducciones permitidas por ley, el contribuyente debe definir a cuánto asciende el porcentaje que puede tomar como renta exenta. Es vital tener en cuenta que las deducciones y la renta exenta no pueden superar un límite legal del 40 % de la diferencia entre los ingresos brutos y los ingresos no constitutivos de renta. Ese es un límite.

El otro indica que las rentas exentas no pueden superar las 5.040 UVT (Unidad de Valor Tributario que, en 2020, equivalía cada una a $35.607).

De acuerdo con los expertos de la Red, la ley es clara en decir que el límite al que puede aplicar cada contribuyente debe ser el menos favorable. Con dichos resultados, tendríamos clara la renta de trabajo de una persona. Pero aún es necesario determinar si existen otro tipo de ingresos por los cuales se pagaría el impuesto. Entonces, de la suma de los demás valores de la cédula general obtendríamos la renta líquida: es decir, sumamos las rentas de trabajo, las de honorarios, de capital y no laborales.

Total, total, no va más
Los otros bloques principales de una declaración de renta, después de la cédula general, son las cédulas de pensiones, dividendos y participaciones (si una persona tiene acciones en una empresa, por ejemplo) y las ganancias ocasionales (por ejemplo, herencias, donaciones, loterías).

Ahora bien, sobre la suma de la renta líquida de la cédula general es que se aplica, por fin, la tarifa del impuesto de renta y se produce una cifra, que es lo que el contribuyente tendría que pagar.

Pero a esto hay que restarle aún, al menos, dos ítems: las retenciones en la fuente o cobros anticipados del impuesto que se le aplican a los trabajadores al momento de recibir su salario y los saldos a favor (un dinero que tiene la DIAN, pero que es propiedad del contribuyente, y que puede ser generado por exceso de retenciones frente al impuesto a pagar, por ejemplo).

Después de hacer esta operación es posible, como sucede en el caso de Petro, que el ciudadano quede con un saldo a favor en su declaración del impuesto a la renta.

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