¿Cómo prepararse para que una máquina no lo reemplace en el trabajo?
Compañías expertas en talento humano y tecnología sostienen que la formación de la actual fuerza laboral en nuevas capacidades es imperativa en tiempos de transformación digital, tanto para las empresas como para los trabajadores.
Alejandra Medina C./@Alejandra_mdn.
La desaparición de empleos es quizá uno de los mayores temores que produce el futuro de la tecnología. Ha pasado antes, en oficios que van desde la operación manual de los teléfonos hasta la acomodación de los pinos en los bolos, y ahora, tecnologías como la inteligencia artificial pueden llevar a pensar que la “masacre” será mucho más severa. El año pasado, por ejemplo, investigadores de la Universidad de Oxford estimaron que 47 % de los empleos están en riesgo de ser reemplazados por la automatización.
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La desaparición de empleos es quizá uno de los mayores temores que produce el futuro de la tecnología. Ha pasado antes, en oficios que van desde la operación manual de los teléfonos hasta la acomodación de los pinos en los bolos, y ahora, tecnologías como la inteligencia artificial pueden llevar a pensar que la “masacre” será mucho más severa. El año pasado, por ejemplo, investigadores de la Universidad de Oxford estimaron que 47 % de los empleos están en riesgo de ser reemplazados por la automatización.
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Hoy, parte de tareas como el servicio al cliente son susceptibles de quedar en manos de las máquinas a través de un chatbot, por mencionar un caso. Sin embargo, también hay relativo consenso en torno a que la tecnología no tiene todas las respuestas y el factor humano seguirá presente. La idea de que las máquinas estén al servicio de las personas, no para superarlas o dominarlas, sino para apoyar la toma de decisiones y permitir migrar a actividades más creativas, es otra de las promesas de los más entusiastas.
Esa fue una de las moralejas de la prueba de fuego por la que atravesó esta semana Project Debater, el sistema de inteligencia artificial de IBM que pretende discutir temas complejos con los humanos. Debater se enfrentó a uno de los mejores argumentadores del mundo y, por decisión de los espectadores del debate, perdió. Según sus creadores, el objetivo no es que Debater les gane a los humanos, sino que les permita obtener distintas perspectivas sobre los asuntos que los preocupan.
En la mentada “cuarta revolución industrial”, la economía y la sociedad demandarán nuevos conocimientos, habilidades y, por tanto, nuevos puestos de trabajo. El último informe de Manpowergroup, presentado en el Foro Económico Mundial de Davos, en enero, da un poco de oxígeno en medio de esta especie de temor colectivo. El 87 % de los empleadores planean mantener o incrementar su nómina como consecuencia de la automatización, según ese informe, titulado Humans Wanted: Robots Need You (Se buscan humanos: los robots los necesitan), para el que fueron consultados 19.000 empleadores en 44 países.
“En vez de reducir oportunidades de empleo, las organizaciones están invirtiendo en digital, pasando tareas a los robots y creando puestos de trabajo”, dice Manpowergroup. ¿En dónde estarán esos puestos? Algunos no se sabe. Hay quienes afirman que los niños y jóvenes de hoy tendrán empleos que ni siquiera han sido inventados. Por lo pronto, según estimaciones de la industria, en los próximos dos años habrá más de tres millones de puestos sin llenar en el área de seguridad digital.
Las empresas de tecnología, como la misma IBM, son las que hoy están haciendo el llamado, no solo por la educación de las futuras generaciones, sino por la gente que está trabajando hoy, la fuerza laboral actual, a través de lo que llaman reskilling, algo así como renovar las habilidades, también de los cargos directivos: en datos, programación, analítica, entre otros. En el informe de Manpower resalta la necesidad a futuro de las quizá mal llamadas habilidades blandas, como la comunicación.
“No se trata de una u otra área única. No. Todos, sean abogados, economistas, ingenieros, tenemos que estar preparados para el cambio. Tenemos que entender cómo cloud (servicios en la nube) y la transformación digital están afectando las economías y lo que hacemos”, afirma Natalia de Greiff, vicepresidenta de servicios de IBM para América del Sur. Ana Paula Assis, gerente de IBM para América Latina, añade que es deber de las empresas también hacer un cambio en la mentalidad. “El entrenamiento debe ser algo transversal”, dice. Esto es: que pase de ser una responsabilidad exclusiva del departamento de recursos humanos a ser algo que ocupe todas las áreas.
“Con la escasez de talentos en un máximo de 12 años y nuevas habilidades que aparecen tan rápido como las antiguas desparecen, más compañías están planeando construir talento como nunca antes, y esto se proyecta que crecerá para 2020. Las compañías se están dando cuenta de que no pueden esperar más por el talento justo en el momento. El 84 % de las organizaciones esperan mejorar las capacidades de su fuerza laboral con miras al próximo año”, añade Manpowergroup.
“Con la escasez de talentos en un máximo de 12 años y nuevas habilidades, más compañías están planeando construir talento como nunca antes, y esto crecerá para 2020”, añade Manpowergroup.
La capacitación y formación de nuevos talentos será tarea también de los gobiernos y políticas de Estado, en tanto que las empresas de tecnología muestran interés por intervenir desde la etapa educativa. Amazon, por ejemplo, como lo contó Jeffrey Kratz, gerente de web services para la región, en entrevista con este diario el pasado 11 de febrero, tiene alianzas con 27 universidades en Colombia para que los estudiantes puedan acceder a servicios en la nube y contenidos para el aprendizaje en negocios y seguridad digital, entre otros.
IBM, por otro lado, llega a la educación secundaria con el programa Ptech, para otorgar títulos técnicos laborales en áreas relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) para estudiantes de entidades públicas. El primer curso —en alianza con la Secretaría de Educación de Bogotá y el Sena— pretende graduar 240 estudiantes de dos instituciones.
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El hecho de que un trabajo esté bajo amenaza de ser automatizado no significa que efectivamente lo será. Para algunos será de interés moverse en áreas que, según expertos como los de Oxford, son difíciles de automatizar —como el trabajo social—, sin perder de vista que la transformación digital podrá tocar de una u otra forma cualquier oficio. A quienes opten por las STEM les espera un futuro aún por descubrir, con tecnologías como la computación cuántica. El reto no parece fácil, pero al menos sí emocionante.
* Artículo posible por invitación de IBM.