¿Cómo reiniciar el sistema global de alimentos? Estos expertos buscan la respuesta
Roma, Italia, abrió este lunes una cumbre de tres días organizada por Naciones Unidas para modificar un sistema alimentario mundial “roto”, en el que millones de personas padecen hambre.
El número de personas que sufren hambre ha aumentado en 122 millones en los últimos tres años, a pesar de los esfuerzos desplegados a nivel mundial para erradicar este flagelo, advirtió la ONU en un informe publicado a mediados de junio.
La situación, además, no tiene visos de mejorar después de que Rusia decidiera la semana pasada suspender el acuerdo que permitía exportar millones de toneladas de cereales ucranianos por el mar Negro.
Lea también: Un mundo con hambre: así está el panorama de la alimentación en el mundo
El pacto, sellado en julio de 2022 bajo auspicios de la ONU y Turquía, alivió los temores a una crisis alimentaria mundial en pleno conflicto entre Moscú y Kiev.
“En un mundo de abundancia, es escandaloso que haya personas que sigan sufriendo y muriendo de hambre”, denunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres al inicio de la cumbre, que tiene lugar en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Guterres instó a Rusia a reactivar el acuerdo, cuya suspensión provocó un aumento de los precios alimenticios y afectó especialmente a los “países vulnerables que luchan por alimentar a su población”.
“Cuanto más suben los precios de los alimentos, menores son las esperanzas de los países en desarrollo”, lamentó.
“Los sistemas alimentarios mundiales están rotos y miles de millones de personas están pagando el precio”, añadió.
“Transformación radical”
Guterres denunció el hecho de que se desperdicia cerca de un tercio de los alimentos en el mundo, pese a que más de 780 millones de personas padecen hambre.
También subrayó que 462 millones de personas tienen un peso inferior a lo normal mientras 2.000 millones padecen sobrepeso u obesidad.
La cumbre, en la que participan jefes de Estado, delegados y representantes de gobierno, busca encontrar nuevos fondos para invertir en sistemas alimentarios más productivos y duraderos.
Lea también: Hambre, sociedad y economía: los retos de la alimentación en Latinoamérica
Guterres pidió al menos US$500.000 millones por año para ayudar a los países en desarrollo a realizar inversiones a largo plazo.
“Si esta transición no se financia, será una sentencia de muerte para el planeta”, advirtió a su vez Nadine Gbossa, directora de la cumbre.
A la reunión han sido invitados representantes de las tres agencias alimentarias de la ONU con sede en Roma: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La FAO advirtió que es necesario llevar a cabo una “transformación radical de los modos de producción, de transformación, de comercialización y de consumo de alimentos” para alimentar una población que crece cada vez más.
Según el FIDA, el “coste de la inacción” asciende a US$12 billones anuales.
La reunión se produce antes de una cumbre sobre los objetivos de desarrollo sostenible que tendrá lugar en Nueva York en septiembre.
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El número de personas que sufren hambre ha aumentado en 122 millones en los últimos tres años, a pesar de los esfuerzos desplegados a nivel mundial para erradicar este flagelo, advirtió la ONU en un informe publicado a mediados de junio.
La situación, además, no tiene visos de mejorar después de que Rusia decidiera la semana pasada suspender el acuerdo que permitía exportar millones de toneladas de cereales ucranianos por el mar Negro.
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El pacto, sellado en julio de 2022 bajo auspicios de la ONU y Turquía, alivió los temores a una crisis alimentaria mundial en pleno conflicto entre Moscú y Kiev.
“En un mundo de abundancia, es escandaloso que haya personas que sigan sufriendo y muriendo de hambre”, denunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres al inicio de la cumbre, que tiene lugar en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Guterres instó a Rusia a reactivar el acuerdo, cuya suspensión provocó un aumento de los precios alimenticios y afectó especialmente a los “países vulnerables que luchan por alimentar a su población”.
“Cuanto más suben los precios de los alimentos, menores son las esperanzas de los países en desarrollo”, lamentó.
“Los sistemas alimentarios mundiales están rotos y miles de millones de personas están pagando el precio”, añadió.
“Transformación radical”
Guterres denunció el hecho de que se desperdicia cerca de un tercio de los alimentos en el mundo, pese a que más de 780 millones de personas padecen hambre.
También subrayó que 462 millones de personas tienen un peso inferior a lo normal mientras 2.000 millones padecen sobrepeso u obesidad.
La cumbre, en la que participan jefes de Estado, delegados y representantes de gobierno, busca encontrar nuevos fondos para invertir en sistemas alimentarios más productivos y duraderos.
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Guterres pidió al menos US$500.000 millones por año para ayudar a los países en desarrollo a realizar inversiones a largo plazo.
“Si esta transición no se financia, será una sentencia de muerte para el planeta”, advirtió a su vez Nadine Gbossa, directora de la cumbre.
A la reunión han sido invitados representantes de las tres agencias alimentarias de la ONU con sede en Roma: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La FAO advirtió que es necesario llevar a cabo una “transformación radical de los modos de producción, de transformación, de comercialización y de consumo de alimentos” para alimentar una población que crece cada vez más.
Según el FIDA, el “coste de la inacción” asciende a US$12 billones anuales.
La reunión se produce antes de una cumbre sobre los objetivos de desarrollo sostenible que tendrá lugar en Nueva York en septiembre.
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