Congreso aprobó la ampliación del cupo de endeudamiento que solicitó el Gobierno
Las plenarias de Cámara y Senado le dieron el visto bueno al proyecto del Ministerio de Hacienda. El Gobierno insistió en que sin la ampliación del cupo por US$17.607 millones el país podría caer en default.
Este jueves, en el último día de la legislatura, el Congreso le dio el sí al proyecto para ampliar el cupo de endeudamiento por US$17.607 millones.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó que del límite actual de deuda, US$70.000 millones, solo quedaban disponibles US$2.180 millones. “Este año, si no se amplía el cupo de endeudamiento, terminaríamos en negativo dado que en las obligaciones del Gobierno hay pagos previstos por US$3.546 millones, faltan US$1.366 millones”.
El cupo se usará para pagar exclusivamente la deuda
El Senado negó la proposición que buscaba el aplazamiento del cupo de deuda hasta que se radicara el presupuesto general de la nación 2025. Por su parte, el senador Carlos Abraham Jiménez argumentó que la medida buscaba garantizar que antes de ampliar el techo de deuda, el Gobierno garantizara que ajustaría sus gastos para tener un buen manejo de las finanzas públicas. C
Por otro lado, la plenaria también negó la ponencia de archivo presentada por el senador Miguel Uribe, del Centro Democrático, con 66 votos por el no y 14 por el sí. El congresista defendió que aprobar la ampliación del cupo es “irresponsable” considerando el manejo de las finanzas públicas en este Gobierno, entre otras cosas, se refirió al recaudo que quedó muy por debajo de las expectativas.
En Senado y Cámara se presentaron proposiciones para modificar el articulado, en particular, para que quedara en el texto que el cupo podía usarse exclusivamente para atender los compromisos adquiridos con anterioridad. Bonilla dijo que la propuesta era “desventajosa e inconstitucional”. En ambas corporaciones se negó el cambio.
Desde el Congreso, José Roberto Acosta, director de Crédito Público y del Tesoro Nacional, reconoció que si no se aprobaba el proyecto, el país corría el riesgo de un default, es decir, de no cumplir con el pago de sus compromisos. “Es un hecho, es verificable, el flujo de caja en dólares de la nación necesita nutrirse de este ingreso de capital proveniente del crédito externo para seguir cumpliendo con sus compromisos de servicio de deuda”.
Lea también: Gobierno busca la ampliación del cupo de deuda: ¿qué pasa si no se logra?
Según el Bonilla, con la ampliación se podrían cubrir las necesidades financieras hasta que termine la actual administración, en agosto de 2026. Cabe recordar que el ministro había insistido que este cupo no es para endeudar más el país, “estamos pagando la deuda efectiva. En lo que va de este Gobierno hemos pagado $120 billones”.
El ministro recalcó en que para 2019 la deuda neta correspondía al 46,3 % del PIB nacional y pasó al 60,7 % en 2020 con la pandemia. Ahora, en 2024, aspiran a mantenerla al rededor del 57 %, “lo que significa que estamos pagando deuda y no adquiriendo nueva”.
Finalmente, las plenarias aprobaron el articulado como venía en la ponencia. La senadora Karina Espinosa, coordinadora ponente, destacó que tras la concertación se lograron ajustes: uno para que el cupo de endeudamiento sea “preferentemente para atender compromisos adquiridos con anterioridad por el Gobierno Nacional” y otra para que el cupo pueda ser utilizado siempre y cuando los compromisos y operaciones estén enmarcados dentro del cumplimiento de la regla fiscal.
“Le están aprobando la ampliación del cupo a un país, no a un Gobierno. Pasamos de un tamaño de deuda pública del 49 % del PIB al 61 % del PIB en solo un año: 2020. Son $200 billones. En 2021 se amplió el cupo de endeudamiento y quedó en los US$70.000 millones que hoy existen, pero en 2020 el Gobierno, bajo normas de emergencia, aprobó 10 cupos de crédito por decreto que sumaron US$12.000 millones y sin haber pasado por la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público. Por su connotación no quedaron en el cupo de endeudamiento”, dijo el ministro.
Como no están incluidas en el cupo, cuando se pagan las obligaciones no se abre nuevo espacio. El ejemplo más citado es el del crédito con el FMI por un total de US$5.375 millones. Esta obligación se deben pagar entre 2024 y 2025 en cuotas trimestrales, ya se han cancelado dos.
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Este jueves, en el último día de la legislatura, el Congreso le dio el sí al proyecto para ampliar el cupo de endeudamiento por US$17.607 millones.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó que del límite actual de deuda, US$70.000 millones, solo quedaban disponibles US$2.180 millones. “Este año, si no se amplía el cupo de endeudamiento, terminaríamos en negativo dado que en las obligaciones del Gobierno hay pagos previstos por US$3.546 millones, faltan US$1.366 millones”.
El cupo se usará para pagar exclusivamente la deuda
El Senado negó la proposición que buscaba el aplazamiento del cupo de deuda hasta que se radicara el presupuesto general de la nación 2025. Por su parte, el senador Carlos Abraham Jiménez argumentó que la medida buscaba garantizar que antes de ampliar el techo de deuda, el Gobierno garantizara que ajustaría sus gastos para tener un buen manejo de las finanzas públicas. C
Por otro lado, la plenaria también negó la ponencia de archivo presentada por el senador Miguel Uribe, del Centro Democrático, con 66 votos por el no y 14 por el sí. El congresista defendió que aprobar la ampliación del cupo es “irresponsable” considerando el manejo de las finanzas públicas en este Gobierno, entre otras cosas, se refirió al recaudo que quedó muy por debajo de las expectativas.
En Senado y Cámara se presentaron proposiciones para modificar el articulado, en particular, para que quedara en el texto que el cupo podía usarse exclusivamente para atender los compromisos adquiridos con anterioridad. Bonilla dijo que la propuesta era “desventajosa e inconstitucional”. En ambas corporaciones se negó el cambio.
Desde el Congreso, José Roberto Acosta, director de Crédito Público y del Tesoro Nacional, reconoció que si no se aprobaba el proyecto, el país corría el riesgo de un default, es decir, de no cumplir con el pago de sus compromisos. “Es un hecho, es verificable, el flujo de caja en dólares de la nación necesita nutrirse de este ingreso de capital proveniente del crédito externo para seguir cumpliendo con sus compromisos de servicio de deuda”.
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Según el Bonilla, con la ampliación se podrían cubrir las necesidades financieras hasta que termine la actual administración, en agosto de 2026. Cabe recordar que el ministro había insistido que este cupo no es para endeudar más el país, “estamos pagando la deuda efectiva. En lo que va de este Gobierno hemos pagado $120 billones”.
El ministro recalcó en que para 2019 la deuda neta correspondía al 46,3 % del PIB nacional y pasó al 60,7 % en 2020 con la pandemia. Ahora, en 2024, aspiran a mantenerla al rededor del 57 %, “lo que significa que estamos pagando deuda y no adquiriendo nueva”.
Finalmente, las plenarias aprobaron el articulado como venía en la ponencia. La senadora Karina Espinosa, coordinadora ponente, destacó que tras la concertación se lograron ajustes: uno para que el cupo de endeudamiento sea “preferentemente para atender compromisos adquiridos con anterioridad por el Gobierno Nacional” y otra para que el cupo pueda ser utilizado siempre y cuando los compromisos y operaciones estén enmarcados dentro del cumplimiento de la regla fiscal.
“Le están aprobando la ampliación del cupo a un país, no a un Gobierno. Pasamos de un tamaño de deuda pública del 49 % del PIB al 61 % del PIB en solo un año: 2020. Son $200 billones. En 2021 se amplió el cupo de endeudamiento y quedó en los US$70.000 millones que hoy existen, pero en 2020 el Gobierno, bajo normas de emergencia, aprobó 10 cupos de crédito por decreto que sumaron US$12.000 millones y sin haber pasado por la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público. Por su connotación no quedaron en el cupo de endeudamiento”, dijo el ministro.
Como no están incluidas en el cupo, cuando se pagan las obligaciones no se abre nuevo espacio. El ejemplo más citado es el del crédito con el FMI por un total de US$5.375 millones. Esta obligación se deben pagar entre 2024 y 2025 en cuotas trimestrales, ya se han cancelado dos.
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