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Las iniciaciones de obra son una forma de medir la temperatura en la construcción de edificaciones, tales como Vivienda de Interés Social (VIS) o No VIS. Estos datos, además, dibujan un paisaje sobre la demanda del mercado. Desde el fin de la pandemia, la construcción -especialmente en el renglón residencial- ha sido uno de los rubros con la mayor desaceleración.
Si bien el informe del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre de 2024 evidenció que la construcción en su conjunto creció un 4,1 % frente al mismo periodo de 2023, subsectores como las edificaciones residenciales y no residenciales cayeron un 1,7 %, completando así cinco trimestres en terreno negativo.
¿Qué engranajes no están funcionando como deberían en la vivienda? El más reciente informe de Vivienda VIS y No VIS, publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) este miércoles, da algunas luces.
Así está la vivienda
En el tercer trimestre de 2024, se iniciaron 38.544 unidades de vivienda en Colombia. Además, del total de unidades, 34.317 corresponden a apartamentos y 4.227 a casas.
Según las cifras del DANE, el dato de iniciaciones es un 14,6 % menor que el segundo trimestre de 2024. La causa de la caída se explica principalmente por una reducción de 6,6 % en la vivienda VIS, teniendo en cuenta que este es el segmento que concentra la mayor parte de unidades iniciadas. Por su parte, los datos dejan ver que las iniciaciones de obra en vivienda diferente a VIS presentaron una caída de -28,8 % frente al segundo trimestre de 2024.
Al comparar las cifras del tercer trimestre de 2024 con las del mismo periodo de 2023, el balance de la construcción residencial es más pesimista.
El DANE indica que las iniciaciones actuales son un 28,5 % menor que las de hace un año: en primer lugar, la vivienda de interés social registró un decrecimiento de 21,7 %; mientras que las unidades diferentes de vivienda VIS presentaron una variación negativa de -40,7 %.
Al ir más atrás, en los últimos 12 meses acumulados a septiembre de 2024 se iniciaron 174.176 unidades de vivienda en el país, lo que representó una caída de 14,7 % con respecto al periodo comprendido entre agosto de 2022 y septiembre de 2023.
La razón de las caídas en las iniciaciones tiene detrás dos grandes factores: en los últimos años, gran parte del mundo ha tenido crecimientos históricos de la inflación, lo que ha golpeado el consumo de los hogares y, al mismo tiempo, obligó a muchos bancos a incrementar las tasas de interés, lo cual le restó dinámica a los créditos hipotecarios. Así mismo, la guerra entre Rusia en Ucrania y otros ‘shocks’ en las cadenas de suministro globales llevaron a que el índice de costos de la construcción se incremente. Segundo, en el plano nacional, los constructores han alertado que los cambios del Gobierno Petro en la asignación de subsidios a la cuota inicial que brinda el programa Mi Casa Ya ha ocasionado “cuellos de botella” que han reducido la dinámica de todo el sector.
El gabinete de Vivienda del Gobierno se ha mostrado en desacuerdo con esto último y, en diferentes ocasiones, ha señalado que la construcción de vivienda pasa por un proceso de ajuste en el cual se está retornando a los ritmos prepandemia.
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