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Los inversores en petróleo quizá lamenten haber instado a las compañías a distribuir efectivo en lugar de invertir en crecimiento para el futuro dado que la escasez de exploración está creando el marco para un aumento sin precedentes en el precio del crudo, según Sanford C. Bernstein & Co.
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Las compañías tuvieron que centrarse en aumentar los retornos y las retribuciones a los accionistas en detrimento de los gastos en bienes de capital destinados a encontrar nuevos suministros, escribieron este viernes en una nota analistas entre los que se contaba Neil Beveridge. Esto hizo que cayeran las reservas de los grandes productores y el coeficiente de reinversión del sector se desplomara al nivel más bajo en una generación, lo cual allana el camino para que los precios del petróleo superen los récords alcanzados en la década pasada, según Bernstein.
“Los inversores que habían impulsado a los equipos de gestión a controlar el gasto en bienes de capital y devolver efectivo lamentarán la infrainversión en el sector”, escribieron los analistas. “Todo faltante de oferta derivará en un gran salto de los precios, posiblemente muy superior al incremento de US$150 por barril que se vio en 2008”.
Las grandes petroleras del mundo, como Royal Dutch Shell Plc y BP Plc, sobrellevaron la caída de los precios de 2014 reduciendo los costos, vendiendo activos y tomando deuda para poder contentar a los inversores con abultados dividendos. Este año, los accionistas castigaron a la mayor de ellas, Exxon Mobil Corp., cuando combinó resultados decepcionantes con un cuantioso plan de gastos y la ausencia de recompras.
La superabundancia mundial de crudo en los últimos años ocultó una “infrainversión crónica”, dijo Bernstein en el informe. El petróleo repuntó al nivel más alto en más de tres años cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados empezaron a recortar la producción a comienzos del año pasado para reducir un exceso de oferta mundial. Los productores se proponen ahora extraer más para contribuir a enfriar el mercado, pero disrupciones tanto en Libia como en Venezuela mantienen los precios elevados.
Las reservas probadas de las principales compañías petroleras mundiales cayeron más de un 30 % en promedio desde 2000, en tanto sólo Exxon y BP exhiben una mejora gracias a las adquisiciones, dijo Bernstein. Por otra parte, más de 1.000 millones de habitantes se urbanizarán en Asia en los próximos veinte años y esto impulsará la demanda de autos, así como la de viajes aéreos, transporte por carretera y plásticos que también requieren petróleo, según Bernstein.
“Si la demanda de petróleo continúa creciendo hasta 2030 y posteriormente, la estrategia de devolver efectivo a los accionistas e invertir de manera insuficiente en reservas no hará más que sembrar las semillas del próximo súper-ciclo”, escribieron los analistas. “Habrá que quedarse con las compañías que tienen barriles en el suelo para producir, o los servicios para extraerlos, y abandonar a las otras”.
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El barril de crudo Brent alcanzó un máximo histórico superior a los US$147 en 2008 debido a que el crecimiento floreciente de la demanda y la falta de recursos disponibles de manera inmediata impulsaron un aumento sincronizado de todas las materias primas que recibió el nombre de súper-ciclo. La variedad de referencia mundial se negociaba este viernes a US$77,31 el barril a las 9:06 horas en Londres, un incremento de alrededor de 60 % en los últimos 12 meses.