Créditos van bien, pero faltan subsidios: banca le midió el aceite a la vivienda
Este jueves, las cabezas de Davivienda y el Grupo Aval resaltaron los recientes descensos en las tasas de interés y mostraron sus preocupaciones sobre el presupuesto asignado para la vivienda en 2025 que, según ha explicado el Gobierno, llevará a recortes en la asignación de subsidios como Mi Casa Ya.
Las altas tasas de interés y las modificaciones en los mecanismos de asignación de Mi Casa Ya son dos de los lastres que, en los últimos años, condicionaron el comportamiento de la vivienda en Colombia, de acuerdo con varios líderes del sector financiero.
Este jueves, durante el Congreso Colombiano de la Construcción 2024, las cabezas del Banco Davivienda, el Fondo Nacional de Ahorro (FNA) y el Grupo aval analizaron las dinámicas de la compra y financiación de vivienda. Los presentes resaltaron el buen momento por el que pasa el crédito hipotecario, gracias a caídas sostenidas en las tasas de interés -impulsadas por los ajustes del Banco de la República-. No obstante, algunos mostraron preocupación por la caída en la asignación de subsidios de Mi Casa Ya para 2025.
El buen momento del crédito hipotecario
En años pasados, cuando el país luchaba contra una espiral inflacionaria, las tasas hipotecarias llegaron a máximos cercanos a los 17 % E.A. lo que llevó a muchas familias a pensárselo dos veces antes de comprar una vivienda. En tiempos recientes, el costo del crédito ha tenido bajas significativas y hoy las tasas para estos productos oscilan en un 10 % E.A.
Javier Suárez, presidente del Banco Davivienda, resaltó que las tasas de interés muestran una senda a la baja desde hace un año que se ha profundizado en los últimos tres meses, lo que ha mejorado la cartera de consumo y, especialmente, en los desembolsos de créditos para vivienda.
De lo anterior pudo dar fe Laura Roa, presidenta del Fondo Nacional del Ahorro (FNA), quien declaró que en 2024 la entidad financiera alcanzó las cifras de desembolso más altas en toda su historia. “En lo corrido del año, hemos logrado desembolsar $2 billones en crédito hipotecario individual y también estamos apoyando a las constructoras con crédito constructor, cerrando en $580.000 millones aprobados en 17 departamentos”, indicó.
No obstante, el paisaje del crédito hipotecario se torna más opaco en el futuro. En palabras del directivo de Davivienda, las tasas no tendrán grandes reducciones en el largo plazo, por cuenta de la situación fiscal del país (motivado por el bajo recaudo tributario) y de dinámicas macroeconómicas como la economía de Estados Unidos y las recientes elecciones presidenciales en ese país, entre otros factores, que llevarían al costo del crédito a depender más del valor de los TES que de las tasas de intervención de los bancos centrales.
Subsidios, el palo en la rueda
Cabe resaltar que, en el proyecto presentado de Presupuesto General de la Nación para el próximo año, el Gobierno contempla un recorte cercano al 39 % para la cartera de vivienda y, puntualmente, una reducción del 18 % en los recursos del Fonvivienda (la “bolsa” de donde salen los recursos para los subsidios).
Así las cosas, los recursos con los cuales dispondría el Fonvivienda sólo permitirían garantizar 20.500 subsidios de los 50.000 prometidos por el Gobierno para 2025.
Para María Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval, la situación con los subsidios es un motivo de alerta. De acuerdo con Gutiérrez, los cambios en la metodología de asignación de Mi Casa Ya “generaron incertidumbre” y, si bien hoy hay mayor dinamismo en la asignación, los recortes para el año entrante son un problema.
“En el presupuesto de 2025 bajaron los subsidios y ya no hablamos de 50.000 subsidios (la meta anual del Gobierno). Ojalá tuviéramos más subsidios, son una inversión a largo plazo”, indicó la presidenta del Grupo Aval, quien agregó que menos subsidios significan “menos vivienda”.
En este punto hay que recordar que la cartera de Vivienda del Gobierno ha señalado que, para llenar el hueco de los subsidios faltantes para 2025, se hace necesario que el Congreso de la República apruebe la ley de financiamiento presentada por el Gobierno, una suerte de reforma tributaria que financiará una parte ($12 billones) del monto total del Presupuesto General ($523 billones).
Para Gutiérrez, el Gobierno debería asignar los 50.000 subsidios de Mi Casa Ya en el Presupuesto General y no a través de una ley de financiamiento.
En esta línea, el presidente del Banco Davivienda afirmó que el Gobierno debería hacer un “esfuerzo adicional” en los subsidios de vivienda frente a otras alternativas de gasto. “Vemos con expectativa que el Gobierno haga un esfuerzo. Entendemos la situación fiscal, pero creemos que si hay que priorizar algunos sectores, la vivienda podría ser uno de esos”, agregó Javier Suárez.
Por su parte, la cabeza del FNA destacó iniciativas más allá de los subsidios a la vivienda nueva para dinamizar el sector. Al respecto, la directiva señaló que “hemos buscado que nuestros programas permitan acceder a crédito sin necesidad de subsidio, con cuotas muy favorables. Por ejemplo, la línea que sacó el Gobierno de UVR+0 permite que una familia sin subsidio pague una cuota mensual de $230.000 más seguros. Eso es muy inferior a lo que pagan por un arriendo”.
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Las altas tasas de interés y las modificaciones en los mecanismos de asignación de Mi Casa Ya son dos de los lastres que, en los últimos años, condicionaron el comportamiento de la vivienda en Colombia, de acuerdo con varios líderes del sector financiero.
Este jueves, durante el Congreso Colombiano de la Construcción 2024, las cabezas del Banco Davivienda, el Fondo Nacional de Ahorro (FNA) y el Grupo aval analizaron las dinámicas de la compra y financiación de vivienda. Los presentes resaltaron el buen momento por el que pasa el crédito hipotecario, gracias a caídas sostenidas en las tasas de interés -impulsadas por los ajustes del Banco de la República-. No obstante, algunos mostraron preocupación por la caída en la asignación de subsidios de Mi Casa Ya para 2025.
El buen momento del crédito hipotecario
En años pasados, cuando el país luchaba contra una espiral inflacionaria, las tasas hipotecarias llegaron a máximos cercanos a los 17 % E.A. lo que llevó a muchas familias a pensárselo dos veces antes de comprar una vivienda. En tiempos recientes, el costo del crédito ha tenido bajas significativas y hoy las tasas para estos productos oscilan en un 10 % E.A.
Javier Suárez, presidente del Banco Davivienda, resaltó que las tasas de interés muestran una senda a la baja desde hace un año que se ha profundizado en los últimos tres meses, lo que ha mejorado la cartera de consumo y, especialmente, en los desembolsos de créditos para vivienda.
De lo anterior pudo dar fe Laura Roa, presidenta del Fondo Nacional del Ahorro (FNA), quien declaró que en 2024 la entidad financiera alcanzó las cifras de desembolso más altas en toda su historia. “En lo corrido del año, hemos logrado desembolsar $2 billones en crédito hipotecario individual y también estamos apoyando a las constructoras con crédito constructor, cerrando en $580.000 millones aprobados en 17 departamentos”, indicó.
No obstante, el paisaje del crédito hipotecario se torna más opaco en el futuro. En palabras del directivo de Davivienda, las tasas no tendrán grandes reducciones en el largo plazo, por cuenta de la situación fiscal del país (motivado por el bajo recaudo tributario) y de dinámicas macroeconómicas como la economía de Estados Unidos y las recientes elecciones presidenciales en ese país, entre otros factores, que llevarían al costo del crédito a depender más del valor de los TES que de las tasas de intervención de los bancos centrales.
Subsidios, el palo en la rueda
Cabe resaltar que, en el proyecto presentado de Presupuesto General de la Nación para el próximo año, el Gobierno contempla un recorte cercano al 39 % para la cartera de vivienda y, puntualmente, una reducción del 18 % en los recursos del Fonvivienda (la “bolsa” de donde salen los recursos para los subsidios).
Así las cosas, los recursos con los cuales dispondría el Fonvivienda sólo permitirían garantizar 20.500 subsidios de los 50.000 prometidos por el Gobierno para 2025.
Para María Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval, la situación con los subsidios es un motivo de alerta. De acuerdo con Gutiérrez, los cambios en la metodología de asignación de Mi Casa Ya “generaron incertidumbre” y, si bien hoy hay mayor dinamismo en la asignación, los recortes para el año entrante son un problema.
“En el presupuesto de 2025 bajaron los subsidios y ya no hablamos de 50.000 subsidios (la meta anual del Gobierno). Ojalá tuviéramos más subsidios, son una inversión a largo plazo”, indicó la presidenta del Grupo Aval, quien agregó que menos subsidios significan “menos vivienda”.
En este punto hay que recordar que la cartera de Vivienda del Gobierno ha señalado que, para llenar el hueco de los subsidios faltantes para 2025, se hace necesario que el Congreso de la República apruebe la ley de financiamiento presentada por el Gobierno, una suerte de reforma tributaria que financiará una parte ($12 billones) del monto total del Presupuesto General ($523 billones).
Para Gutiérrez, el Gobierno debería asignar los 50.000 subsidios de Mi Casa Ya en el Presupuesto General y no a través de una ley de financiamiento.
En esta línea, el presidente del Banco Davivienda afirmó que el Gobierno debería hacer un “esfuerzo adicional” en los subsidios de vivienda frente a otras alternativas de gasto. “Vemos con expectativa que el Gobierno haga un esfuerzo. Entendemos la situación fiscal, pero creemos que si hay que priorizar algunos sectores, la vivienda podría ser uno de esos”, agregó Javier Suárez.
Por su parte, la cabeza del FNA destacó iniciativas más allá de los subsidios a la vivienda nueva para dinamizar el sector. Al respecto, la directiva señaló que “hemos buscado que nuestros programas permitan acceder a crédito sin necesidad de subsidio, con cuotas muy favorables. Por ejemplo, la línea que sacó el Gobierno de UVR+0 permite que una familia sin subsidio pague una cuota mensual de $230.000 más seguros. Eso es muy inferior a lo que pagan por un arriendo”.
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