Crisis del carbón: Cerrejón recorta su nómina y ajusta estructura empresarial
Se agrava la producción de carbón en el país, el segundo producto generador de divisas, afronta serias dificultades en los mercados internacionales y en el plano doméstico. Solo Drummond ha anunciado que espera una producción de entre 31.5 y 33 millones de toneladas para 2021.
La situación de la explotación del carbón en el país se encuentra atravesando una de las crisis más duras de los últimos años debido al desplome de los precios internacionales, la sustitución del mineral para la producción de energía y los efectos de la pandemia.
En Colombia los primeros campanazos de alerta la dieron las multinacionales presentes en las explotaciones del Cesar y la Guajira. A las dificultades que han advertido CNR y Prodeco se suma ahora la decisión de Cerrejón de iniciar un plan de adelgazamiento de su nómina que ha llamado “plan de transformación que, de manera responsable, asegure la sostenibilidad de la compañía”.
Más información: ¿Cómo se ve 2021 en términos de generación de energía?
“Las empresas del sector debemos transformarnos para mejorar nuestra competitividad y estar en condiciones de llegar a mercados más lejanos y de enfrentar la actual dinámica de precios bajos”, señaló Claudia Bejarano, presidenta de Cerrejón.
Recordó que en la compañía se adelanta un proceso para poder garantizar la sostenibilidad de la empresa en el corto, mediano y largo plazo y ser capaces de generar beneficios para La Guajira y el país.
En un comunicado, Cerrejón indicó que, desde comienzos de 2019, Cerrejón está sufriendo el impacto de la reducción de la demanda internacional y la caída de los precios del carbón. Esta situación llevó a la compañía a iniciar la implementación de un plan de transformación que, de manera responsable, asegure la sostenibilidad de la compañía.
La multinacional recordó que el año pasado la situación siguió siendo desafiante. Durante la pandemia por el covid-19, se pararon las operaciones durante 42 días para implementar las medidas de seguridad necesarias para reducir el riesgo de contagio. A esta realidad se le sumó una huelga de 91 días que detuvo completamente las actividades, incluyendo la exportación de carbón.
Los bloqueos a la línea férrea también se han convertido en un modo de presión habitual para intervenir en temas que nada tienen que ver con Cerrejón. En 2020, en días acumulados, tuvimos más de 32 días de bloqueo, de los cuales, un solo evento fue de 20 días. En 2021, en menos de dos meses, ya hemos tenido bloqueada la vía del tren durante 12 días por una sola protesta que nada tenía que ver con nosotros.
Son hechos que no solo tienen un impacto en nuestros costos, sino que también dañan la reputación de la compañía y Colombia como proveedores estables y hace que los clientes internacionales busquen carbón en otros países. “No es posible que por razones ajenas a Cerrejón estemos viendo continuamente bloqueos a la línea férrea que nos impiden trabajar y que amenazan la supervivencia de la compañía”, sostuvo la presidenta de Cerrejón.
Claudia Bejarano reiteró que “necesitamos una mayor seguridad institucional y jurídica”.
Sostiene la empresa en su comunicado que la responsabilidad de Cerrejón es la de buscar y ejecutar las medidas que permitan asegurar la sostenibilidad de la compañía para seguir brindando beneficios a sus empleados, comunidades, departamento y a Colombia.
“Tras la puesta en marcha de diferentes medidas, que incluyeron un programa de retiro voluntario, hoy ha sido necesario ajustar la estructura al número de personas requerido para la operación actual”, dice la multinacional.
De interés: La demanda global de carbón cae un 5 % en 2020 y se estancará hasta 2025
Las directivas de la multinacional reconocen que la decisión adoptada ha sido difícil. “Enfrentamos un momento muy retador y complicado en el que debemos entender que, si la compañía no opera, perdemos todos. Por eso, más que nunca, tenemos que unirnos, alrededor de la sostenibilidad de Cerrejón, empleados, contratistas, sindicatos y autoridades”.
La presidenta de Cerrejón reconoció que el carbón de nuestro país es único por su poder calorífico y el Gobierno tiene que aprovechar esto para potenciar la comercialización de un producto atractivo en el mercado. Si vendemos más, llegarán más regalías al país y a las regiones”.
Según el gobierno, en la explotación y producción del carbón térmico que se extrae de las minas de carbón del Cesar y la Guajira se generan por lo menos 40.000 empleos. Esta cantidad se ha venido reduciendo preocupantemente con las decisiones de parálisis de CNR, Prodeco y ahora el anuncio del plan de retiro de Cerrejón.
Por ahora Drummond ha dicho que mantiene su compromiso con el país y con la región donde opera. “Prueba de ello es que a finales de 2020 iniciamos operaciones en el proyecto El Corozo en nuestra tercera concesión minera”. Para este año la empresa espera alcanzar una producción de entre 31.5 y 33 millones de toneladas.
La situación de la explotación del carbón en el país se encuentra atravesando una de las crisis más duras de los últimos años debido al desplome de los precios internacionales, la sustitución del mineral para la producción de energía y los efectos de la pandemia.
En Colombia los primeros campanazos de alerta la dieron las multinacionales presentes en las explotaciones del Cesar y la Guajira. A las dificultades que han advertido CNR y Prodeco se suma ahora la decisión de Cerrejón de iniciar un plan de adelgazamiento de su nómina que ha llamado “plan de transformación que, de manera responsable, asegure la sostenibilidad de la compañía”.
Más información: ¿Cómo se ve 2021 en términos de generación de energía?
“Las empresas del sector debemos transformarnos para mejorar nuestra competitividad y estar en condiciones de llegar a mercados más lejanos y de enfrentar la actual dinámica de precios bajos”, señaló Claudia Bejarano, presidenta de Cerrejón.
Recordó que en la compañía se adelanta un proceso para poder garantizar la sostenibilidad de la empresa en el corto, mediano y largo plazo y ser capaces de generar beneficios para La Guajira y el país.
En un comunicado, Cerrejón indicó que, desde comienzos de 2019, Cerrejón está sufriendo el impacto de la reducción de la demanda internacional y la caída de los precios del carbón. Esta situación llevó a la compañía a iniciar la implementación de un plan de transformación que, de manera responsable, asegure la sostenibilidad de la compañía.
La multinacional recordó que el año pasado la situación siguió siendo desafiante. Durante la pandemia por el covid-19, se pararon las operaciones durante 42 días para implementar las medidas de seguridad necesarias para reducir el riesgo de contagio. A esta realidad se le sumó una huelga de 91 días que detuvo completamente las actividades, incluyendo la exportación de carbón.
Los bloqueos a la línea férrea también se han convertido en un modo de presión habitual para intervenir en temas que nada tienen que ver con Cerrejón. En 2020, en días acumulados, tuvimos más de 32 días de bloqueo, de los cuales, un solo evento fue de 20 días. En 2021, en menos de dos meses, ya hemos tenido bloqueada la vía del tren durante 12 días por una sola protesta que nada tenía que ver con nosotros.
Son hechos que no solo tienen un impacto en nuestros costos, sino que también dañan la reputación de la compañía y Colombia como proveedores estables y hace que los clientes internacionales busquen carbón en otros países. “No es posible que por razones ajenas a Cerrejón estemos viendo continuamente bloqueos a la línea férrea que nos impiden trabajar y que amenazan la supervivencia de la compañía”, sostuvo la presidenta de Cerrejón.
Claudia Bejarano reiteró que “necesitamos una mayor seguridad institucional y jurídica”.
Sostiene la empresa en su comunicado que la responsabilidad de Cerrejón es la de buscar y ejecutar las medidas que permitan asegurar la sostenibilidad de la compañía para seguir brindando beneficios a sus empleados, comunidades, departamento y a Colombia.
“Tras la puesta en marcha de diferentes medidas, que incluyeron un programa de retiro voluntario, hoy ha sido necesario ajustar la estructura al número de personas requerido para la operación actual”, dice la multinacional.
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Las directivas de la multinacional reconocen que la decisión adoptada ha sido difícil. “Enfrentamos un momento muy retador y complicado en el que debemos entender que, si la compañía no opera, perdemos todos. Por eso, más que nunca, tenemos que unirnos, alrededor de la sostenibilidad de Cerrejón, empleados, contratistas, sindicatos y autoridades”.
La presidenta de Cerrejón reconoció que el carbón de nuestro país es único por su poder calorífico y el Gobierno tiene que aprovechar esto para potenciar la comercialización de un producto atractivo en el mercado. Si vendemos más, llegarán más regalías al país y a las regiones”.
Según el gobierno, en la explotación y producción del carbón térmico que se extrae de las minas de carbón del Cesar y la Guajira se generan por lo menos 40.000 empleos. Esta cantidad se ha venido reduciendo preocupantemente con las decisiones de parálisis de CNR, Prodeco y ahora el anuncio del plan de retiro de Cerrejón.
Por ahora Drummond ha dicho que mantiene su compromiso con el país y con la región donde opera. “Prueba de ello es que a finales de 2020 iniciamos operaciones en el proyecto El Corozo en nuestra tercera concesión minera”. Para este año la empresa espera alcanzar una producción de entre 31.5 y 33 millones de toneladas.