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Raúl ingresó, como de costumbre, a su cajero automático de confianza para retirar el dinero con el que compraría el regalo de cumpleaños de su hija. Al finalizar la transacción recibió un mensaje de su banco: “Retiro de $100.00 exitoso en su cuenta de ahorros terminada en 8756. Su nuevo saldo es $2.425.700”. Cuadras más adelante un nuevo mensaje llegó a su teléfono, esta vez notificándole que su cuenta había sido vaciada.
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Lo que Raúl no sabía era que un delincuente estaba esperando su salida del cajero para entrar al cubículo y utilizar una cámara térmica para ver el rastro de calor que dejó en el teclado al digitar la clave. Solo le bastó unos minutos para desocupar la cuenta de su víctima.
La anterior es una modalidad de robo que alerta Adalid, empresa dedicada a prevenir fraudes virtuales. Para esta organización el anterior escenario también puede verse replicado en otros dispositivos como teclados de computador cuando las personas hacen pagos o compras en línea; el principio es el mismo: seguir las huellas de calor que dejaron las víctimas luego de escribir la clave de seguridad.
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Adalid además advierte que la ‘inversión’ que necesitaría un delincuente para cometer uno de estos robos es relativamente baja y discreta: “hoy es posible comprar en internet cámaras termográficas desde $1´000.000. Algunas de ellas aparentan un forro grueso de celular, por lo que pueden pasar desapercibidas por las víctimas”.
Incluso en el mercado se pueden encontrar celulares, como los de la marca Caterpillar, que tienen cámaras térmicas incorporadas; elementos que no han sido elaborados para cometer este tipo de delitos pero que los delincuentes hábilmente pueden usar para lograr sus cometidos.
Adalid cree que los delincuentes que emplean esta modalidad se están valiendo de otras, como clonación de tarjetas o hurtos del plástico, para completar los protocolos de seguridad que normalmente piden un cajero para autorizar un retiro.
Lo que usted debe saber para evitar ser víctima de esta modalidad
Entendiendo que en el país, según la Superintendencia Financiera de Colombia, existen más de 15 millones de tarjetas crédito y débito es importante que las personas conozcan cómo pueden defenderse ante este tipo de amenazas. Para Adalid lo primero es conocer cómo funciona la ciencia en este caso.
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En promedio las huellas de calor que deja una persona en un teclado pueden permanecer entre 30 segundos y un minuto, tiempo que le sirve el delincuente para dos cosas: la primera es saber el tiempo con el que cuenta para recabar la información que necesita y la segunda para ver el rango de desvanecimiento y así precisar el orden de los números que marcó su víctima. En otras palabras, entre más marcada sea la huella de calor más reciente fue el número que digitó el usuario.
Entendiendo lo anterior, se recomienda que una vez finalizada la transacción intencionalmente se toquen números al azar en el teclado y con movimientos aleatorios, de esta forma la huella de calor dejada logrará confundir al delincuente. También se sugiere esperar alrededor de dos minutos en el cajero mientras desaparecen estos rastros.
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