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Las estafas abundan por estos días en las redes sociales. Recientemente publicamos en El Espectador un esquema que utiliza inteligencia artificial para suplantar la imagen de personas famosas, con la intención de engañar a sus víctimas, a quienes las inducen a invertir su dinero con supuestos gurús financieros que les prometen exageradas rentabilidades.
También se han hecho cada vez más frecuentes las estafas en las que se ofrecen falsas ofertas de trabajo. Por lo general llegan vía Whatsapp, desde números internacionales (la mayoría son de India), en donde le prometen a la persona la oportunidad de generar ingresos adicionales en su tiempo libre dando like a publicaciones en redes sociales.
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Recientemente la firma de seguridad informática Eset se adentró en uno de estos esquemas con la intención de develar la forma de operar de los estafadores. La oferta inicial es tentadora: por dar unos cuantos likes al día la persona podrá ganar unos $15.000 (estos valores pueden variar).
A la víctima se le asignan diferentes tareas. La primera, es sumamente sencilla: seguir determinada cuenta de TikTok y luego enviar una captura de pantalla en donde se demuestra esa acción.
Solo por hacer eso se recibe un pago que, en realidad, lo hacen. Lo que le llama la atención a los investigadores es que a los cibercriminales no les interesa exponer sus nombres, pues en el comprobante de pago que envían se ven estos, así como otros datos relacionados al origen de la cuenta que realiza el pago. Es probable, explican, que esa despreocupación se deba a que se hayan apoderado de la cuenta de otra persona, suplantando así su identidad.
Posteriormente se le pide que se una a un canal de Telegram, y que envíe la captura de pantalla que comprueba eso. En este se le compartirán las tareas que debe hacer cada día para poder ganar dinero. Sobre el pago inicial hay que decir que funciona como un gancho para ganar la confianza de la víctima, motivar a seguir con las órdenes que se le den, y así llevarlo a caer en el engaño. De más está decir que una vez recibe ese pago, nunca más volverá a recibir otro.
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Con el paso de los días, y la realización de las tareas, la víctima va acumulando (supuestamente) un saldo a su favor. Cuando completa el equivalente a unos $200.000, se le dice que le van a consignar ese dinero, solo que a cambio se necesita que haga un depósito de $50.000, a modo de garantía de que seguirá con ese programa.
“Una vez hecha la transferencia de la suma solicitada por los cibercriminales, estos bloquean a la víctima y eventualmente el grupo de Telegram desaparece. Si bien la suma que pierde la víctima es pequeña, debemos considerar que quienes caen en esta estafa diariamente son muchas personas. En efecto, durante el tiempo que formamos parte del grupo de tareas (al efecto de esta investigación) hemos visto que constantemente se sumaban miembros, siempre más de 20 por día y hasta cantidades más altas. Esto nos permite inducir que si al menos algunos son estafados y pierden esa suma de dinero, los cibercriminales contarán con ingresos monetarios diarios, aunque sean mínimos”, explica la investigadora de ESET.
Hay que mencionar que este tipo de estafa se presenta con bastante frecuencia, y la forma en la que actúan los atacantes puede llegar a variar pero, en esencia, las bases se mantienen (se prometen pagos, se ganan la confianza de las víctimas y luego solicitarán el depósito de cierta cantidad de dinero).
“Es importante tener en cuenta que ofertas de trabajo que promete dinero fácil son casi inexistentes e indican más la presencia de una estafa que de un empleo real.
La educación en ciberseguridad se convierte en una forma esencial para prevenir a los usuarios de caer en este tipo de engaños”, concluye ESET.
Recomendaciones para no morder el anzuelo
- Desconfíe de números extraños que le escriban para brindarle ofertas de trabajo
- No suministre datos personales a desconocidos
- No acceda a enlaces de dudosa procedencia, ni digite información sensible en los portales a los que lo puedan redirigir
- No descargue ni instale archivos que provengan de fuentes desconocidas o poco confiables
- No dé dinero a personas que se lo pidan por teléfono o redes sociales, aún cuando usted considere que las conoce (porque también se han detectado robos de cuentas de Facebook, Instagram y Whatsapp), siempre verifique que ese amigo o familiar verdaderamente es quien le está solicitando el dinero.
- Desconfíe de cualquier oferta que parezca demasiado buena para ser verdad
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